Leonardo Padura recibió el título de doctor honoris causa por la PUCP
El escritor cubano Leonardo Padura, invitado de la Feria de Libro de Lima (FIL) y ganador del premio Princesa de Asturias 2015, fue galardonado con el doctor honoris causa de nuestra Universidad.
Texto:
Katherine SubiranaFotografía:
Roberto Rojas
Leonardo Padura (La Habana, 1955), destacado escritor cubano, recibió el martes 25 de julio el título de doctor honoris causa por nuestra Universidad, en reconocimiento a una prolífica obra que establece una relación muy cercana a sus lectores.
“En sus novelas, Padura nunca impone una visión o una ideología. Es más bien alguien que parece ir caminando con sus personajes y lectores al lado”, dijo el Dr. Alonso Cueto, docente de nuestra Universidad y responsable del discurso de presentación. En otro momento, Cueto se refirió a la gracia con la que Padura transmite en sus palabras los sabores, los olores, las imágenes del barrio cubano que lo vio nacer y que ve, aún, nacer su obra: Mantilla.
El Dr. Marcial Rubio, rector de la PUCP, entregó a Padura la medalla y la resolución que acredita su nombramiento y agradeció al escritor por aceptar el honor que la PUCP le confiere. En su discurso de agradecimiento, el Dr. Padura dijo que es la primera vez que recibe un reconocimiento académico de este nivel y que es para él un doble honor, pues su relación con el Perú, a través de su literatura, es sanguínea.
Padura ha estudiado por más de 30 años a nuestro escritor Inca Garcilaso de la Vega. Se graduó de sus estudios en Literatura Latinoamericana en la Universidad de la Habana con una tesis en la que analizaba la obra del Inca, y, añadido a ello, ha devorado las letras de Mario Vargas Llosa, Alfredo Bryce y José María Arguedas, escritores a los que profesa un especial afecto.
Leonardo Padura habló de la relación del escritor con la ciudad y dijo no imaginarse escribiendo de otra forma que no sea desde su ser cubano. Tuvo cálidas palabras para sus colegas escritores cubanos, tanto para los que viven en Cuba como para quienes viven en el exilio. “Me han preguntado muchas veces por qué no me he ido de Cuba. Es sencillo: no me imagino una forma distinta de escribir que no sea desde el corazón de La Habana”, añadió con énfasis.
Tras un sentido discurso en el que desnudó su amor por Cuba, por su barrio Mantilla, por el malecón de La Habana, el público lo aplaudió de pie con la misma sinceridad que el escritor entregó en las palabras que le dedicó a nuestra Universidad en el auditorio de Humanidades.
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