Diez recomendaciones para evitar la gripe
El viernes 13 de julio, la temperatura en la ciudad de Lima llegó a los 25,1 °C y fue el día más cálido registrado en un invierno desde 1997. Apenas 48 horas después, el domingo 15, la temperatura mínima en nuestra ciudad bajó a 16,9 °C y fue el día más frío y húmedo en lo que va de la temporada. ¿Cómo podemos proteger nuestra salud de estos cambios bruscos en la temperatura?
Texto:
Luis YáñezFotografía:
Mario Lack
“El invierno en Lima es un problema, porque su humedad es muy alta y el frío se mete a través de la ropa, a pesar de que la temperatura nunca llega a menos de 12°. Uno no se puede guiar solamente por el termómetro, hay que considerar la sensación térmica”, comenta el Dr. Rogelio Sueiro, jefe del Servicio de Salud de la PUCP.
¿Gripe, resfrío o alergia?
Para comenzar, es necesario aprender a distinguirlos. El resfriado común puede ser causado por uno de los 200 virus respiratorios (rinovirus) conocidos y su daño afecta principalmente al aparato respiratorio: estornudos, congestión nasal, tos. El resfrío no tiene cura y los síntomas se alivian –a lo mucho- luego de una semana.
Por su parte, la gripe es una infección respiratoria causada por el virus de la influenza, que se transmite por el aire, ingresa por la nariz o la boca y afecta a todo el cuerpo: produce cansancio, dolores musculares, de cabeza y de garganta, tos, fiebre y escalofríos. La gripe puede complicarse con otras enfermedades graves (como la neumonía) y puede ser mortal, sobre todo en población vulnerable. Se puede prevenir con una vacuna.
Mención aparte merece el caso de las alergias, que no son enfermedades infecciosas ni contagiosas sino una reacción de nuestro sistema de defensa ante el estímulo de una determinada sustancia (alérgeno). Mientras que la persona esté en contacto con ella, los síntomas serán constantes y duraderos. “El 30% de los habitantes de Lima tiene rinitis alérgica”, detalla el Dr. Sueiro.
Diez recomendaciones para evitar la gripe
El doctor Sueiro nos da algunos consejos.
- Evitar el contagio: lo ideal sería que todas las instituciones tengan una política de descanso médico, mediante la cual una persona resfriada se quede en casa por dos o tres días. Así, puede sobrellevar su malestar sin contagiar al resto. Es mejor que descanse uno a que después se tenga que atender a un grupo.
- Cuidados en la oficina: si trabaja junto a una persona que está resfriada, el riesgo de contagio es mínimo mientras no se acerque a menos de un metro. Evite saludarla con un beso o darle la mano. Pídale que a la hora de toser o estornudar, se cubra la boca y la nariz. Si comparten el mismo teléfono, desinféctelo con alcohol luego de su uso, ya que al hablar, es muy probable que haya dejado gotas de saliva con el virus.
- Manos limpias: el virus de la gripe puede quedarse vivo por horas en sus manos, por lo que todas las cosas que manipule también están en riesgo de contagio (documentos, manijas, celulares, etc.). Por eso, una de las formas más eficaces de eliminar el virus es lavarse las manos continuamente, sobre todo antes de comer y luego de entrar al baño.
- Adecuada ventilación: se cree que mantener las ventanas cerradas –por ejemplo, al interior de una unidad de transporte- es una medida acertada de protección contra el resfrío. Pero en un espacio cerrado, el aire se calienta y el virus se reproduce más rápidamente. Mantener los ambientes ventilados mata al virus.
- Temperatura moderada: así como unos cuerpos se adaptan sin ningún problema al cambio de temperatura, otros organismos sensibles no resisten el menor cambio. Un enfriamiento brusco desnaturaliza nuestras defensas y permite el contagio de cualquier germen que esté en el ambiente. Para evitar el enfriamiento, use capas de ropa que protejan el calor corporal.
- Uso del aire acondicionado: si emplea aire acondicionado o calefacción, procure que las variaciones entre la temperatura externa e interna no sean muy bruscas. Limpie el filtro del equipo con regularidad puesto que bacterias (como la Legionella) pueden quedarse en el sistema, regresar al ambiente y contagiar a otros.
- Vacunación: para prevenir el contagio, lo ideal es aplicarse una vacuna contra el virus de la influenza apenas termine el verano. Los niños menores de cinco años, los adultos mayores de 65, las mujeres embarazadas y las personas con defensas bajas tienen un riesgo más elevado de sufrir complicaciones relacionadas con la influenza, por lo que su vacunación es prioritaria.
- Destapar la nariz: la nariz se encarga de humedecer, calentar y filtrar el aire. Pero si tiene la nariz tupida y respira por la boca, el aire llegará a la garganta demasiado frío, y al día siguiente tendrá la garganta seca e irritada.
- Automedicación responsable: si siente los malestares del resfrío, puede tomar un antialérgico o un antigripal para destapar la nariz y aliviar el dolor de cabeza. Evite el uso de antibióticos –como la amoxicilina o la azitromicina- ya que no tienen efecto sobre las enfermedades virales y si se emplean de manera errónea vuelven a las bacterias resistentes a sus efectos.
- Promoción de la salud: más que la prevención, se debe incentivar la promoción de la salud. Las instituciones y las personas están comenzando a generar una buena salud: se alimentan bien, hacen ejercicio, se abrigan adecuadamente. Hay que comenzar a educar a la gente para que ella misma se cuide, eso a la larga es más barato.
El Servicio de Salud de la PUCP cuenta con vacunas contra la influenza estacional (Vaxigrip HS 2012), que pueden ser adquiridas por la comunidad universitaria por S/. 40. Asimismo, se cuenta con una vacuna contra la neumonía (Prevenar 13), que tiene un costo de S/. 200 y se recomienda aplicar en adultos mayores de 50 años o niños menores de cinco. El horario de atención es de lunes a viernes de 10 a.m. a 8:30 p.m. y los sábados de 9 a.m. a 12 p.m. Para más información, puedes escribir a medico@pucp.edu.pe
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