Diez consejos para musicalizar una película
Pauchi Sasaki, egresada de la PUCP y una de las siete artistas emergentes seleccionadas para formar parte de Rolex Mentor and Protégé Arts Initiative, ha musicalizado películas como Perro Guardián, La última noticia y NN. La reconocida violinista y compositora nos cuenta detalles importantes sobre la musicalización cinematográfica. Sasaki dio una clase maestra “La música en el cine”, organizado por la especialidad de Comunicación Audiovisual de la Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación.
Texto:
Solange AvilaFotografía:
Víctor Idrogo
Cuántas veces recordamos una película solo por escuchar un fragmento de su banda sonora. Muchos filmes han pasado a la historia gracias a la personalidad que los sonidos y la música original le han aportado. Sin embargo, la música en el cine es mucho más que un sello único. El responsable de esto es musicalizador quien además tiene la misión de apoyar y mejorar un producto audiovisual desde la música y el sonido. Pauchi Sasaki comparte los siguientes consejos para cumplir y entender esta labor.
1. Lee el guion
Antes de musicalizar, primero debemos leer el guion para imaginar lo que vamos a escuchar. Sasaki comenta que una de las dificultades mayores que enfrentan es que hay muy pocos guionistas que escriban desde el sonido, entonces hay muchas carencias de material de audio. “La cultura del cine ha orientado la balanza hacia la imagen, cuando en realidad es un trabajo audiovisual”, explica. A esto se suma el poco tiempo que se le da al musicalizador en el cronograma de producción de cine. Apenas se destina el último mes para este trabajo creativo.
2. Recuerda el concepto
A diferencia de otras disciplinas en la que es mejor empezar por los detalles. En el cine es mejor tener una visión general muy clara. “Cuando compongo prefiero no partir desde los personajes o de los detalles pequeños, sino desde el concepto del director. De lo contrario, puedo perder la perspectiva de la obra mayor, de la estrategia y la estructura que él ha planteado”, justifica Sasaki.
Para esto, Sasaki debe hacer un trabajo casi psicológico con los directores. Ella conversa con ellos y trata de entender aquellos aspectos que a veces no pueden explicar. Por eso, sugiere preguntar cuáles son sus gustos musicales y sus películas favoritas. Al averiguar el por qué se logra definir sus estéticas.
3. Reconoce que no es tu obra
Otro aspecto importante en el trabajo de la musicalización es reconocer que no puedes imponer tu estética, tus intereses o tus ideas en un proyecto que no es tuyo. “La película en sí misma es un universo y la misión del musicalizador es hacer vivir, vibrar y volver real ese universo creado, no es expresarte como músico”, aclara Sasaki. La reconocida compositora enfatiza que el trabajo consiste en entender la perspectiva del director y su sensibilidad, entonces el músico debe amoldar su estilo.
4. Diseña una estructura
Después de leer el guion se puede determinar cuáles son los plots, los timbres, así como identificar que sensaciones se pueden transmitir: belleza, tensión o ligereza. Poco a poco se va consolidando la estructura de la película y la estética del director.
5. Escoge los instrumentos adecuados
Sasaki ha utilizado con frecuencia el violín, el piano y los tambores para musicalizar, pero también declara que muchas de las bandas sonoras de Bollywood y Hollywood probablemente no cuentan con ni un solo instrumento acústico. La especialista recomienda aprovecha la computadora, con todas las herramientas digitales que ahora ofrece. Pese a ello, los instrumentos acústicos siguen en boga.
6. El color de la música
Otro factor muy importante es el color. Es decir, la carga cultural va a aportar un instrumento elegido. La inclusión de los instrumentos depende de cada proyecto. “Hay que tener en cuenta que hay películas que no deben tener color porque son más psicológicas. Por ejemplo, Perro Guardián, no debe tener color”, especifica la compositora.
7. Tolera los cambios
Después de grabar la mezcla, se pasa el track, que tiene la misma duración de la película, al posproductor. Después de eso, los cambios escapan de las manos del musicalizador. Pauchi comenta que muchas veces hay cambios en la ecualización, el volumen o cambios de orden y ubicación. Ella enfatiza que la labor implica dotar de más recursos, entonces si eso está claro, no habrán peleas, todo va a fluir en el producto final.
“Yo estoy más feliz si en el estreno de la película descubro que le han quitado música, por lo menos un 30%. Eso quiere decir que la película se sostiene, que el director ha podido encontrar silencios, que las actuaciones en sí mismas puedan sostener las escenas”, declara nuestra egresada.
8. Convoca a un joven músico
Para aprender a trabajar la musicalización, Sasaki recomienda a los estudiantes audiovisuales que trabajen con los estudiantes de música. Muchas veces, en los proyectos de la universidad usan simplemente lo que está en la radio o en internet, en lugar de recurrir a estos compositores jóvenes que pueden crear algo hecho a la medida.
9. Comúnicate en su lenguaje
Muchos directores tienen problemas para verbalizar su gusto. Pauchi recomienda usar referencias o ejemplos de otras películas para poder explicar qué sensaciones quiere generar. Es importante que tengan claro sus gustos, porque podría correr el riesgo de invertir mucho en una película que no está musicalizada con sus gustos y estética.
10. Entiende a tu interlocutor
Del mismo modo, Sasaki pide que los músicos conozcan el léxico de los audiovisuales, para entender qué fallas hay y cuáles son las posibles mejoras. A veces, pequeños cambios pueden generan sensaciones diferentes y más acertadas.
Sasaki, además es una de las siete artistas
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