DARS PUCP retoma presencialidad para proyectos de responsabilidad social universitaria
A fines de abril, un equipo viajó a la región Ayacucho para fomentar espacios de diálogo e identificar las líneas de trabajo. Se desarrolló a través de la estrategia de colaboración multiactor con enfoque territorial (CMA-T).
Texto:
Gabriela GarcíaFotos:
Héctor Jara
El equipo de la Dirección Académica de Responsabilidad Social (DARS) de la PUCP viajó a la región Ayacucho del 27 al 29 de abril para generar espacios de diálogo y articulación con actores de la academia, la sociedad civil y el Estado.
En el encuentro también participaron el equipo de Responsabilidad Social Universitaria (RSU) de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga, representantes del Gobierno Regional de Ayacucho, de la Municipalidad y de la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) de Huanca Sancos. Asimismo, el evento contó con autoridades de la comunidad de Sacsamarca y de la Dirección Regional de Salud de Ayacucho.
Este viaje a Ayacucho marca el retorno a la presencialidad de la apuesta de RSU desde la PUCP luego de dos años de trabajo remoto en los que desplegamos enormes esfuerzos para adaptar, reajustar y reinventar nuestras estrategias de trabajo con y desde el territorio".
Este tipo de espacios permite identificar las posibilidades de activar y validar acciones de RSU que puedan sostenerse y actualizarse en el tiempo. “Este viaje a Ayacucho marca el retorno a la presencialidad de la apuesta de RSU desde la PUCP», menciona Silvana Vargas, directora académica de la DARS. Ella añade que esto sucede tras dos años de trabajo remoto en los que la DARS ha desplegado enormes esfuerzos para adaptar, reajustar y reinventar sus estrategias de trabajo con y desde el territorio.
Un trabajo transversal
Desde la vinculación con el entorno, la RSU buscar generar plataformas de diálogo y colaboración entre diversos actores importantes a nivel territorial. A esta propuesta se le denomina colaboración multiactor con enfoque territorial (CMA-T). A través de ella se apunta a facilitar el tránsito hacia una RSU capaz de reconocer las particularidades territoriales, la importancia de los espacios de diálogo y el trabajo entre actores clave.
Además, esta estrategia brinda las posibilidades de ejecutar, escalar iniciativas y acciones de RSU. «La RSU implica un trabajo colaborativo hacia dentro y hacia fuera de la PUCP. El enfoque CMA-T facilita herramientas para sumar esfuerzos y potenciar el impacto de nuestras intervenciones”, añade Vargas.
Caso de éxito: el Eje Territorial Sur
Para poder escalar las acciones de RSU, es necesario reconocer que hay dinámicas que trascienden el nivel local, y requieren una lectura del territorio que abarca diferentes localidades con problemáticas y necesidades transversales.
En el caso de la región Ayacucho, esta forma parte de un eje territorial denominado Eje Territorial Sur, el cual agrupa a las regiones de Ayacucho, Ica y Lima. La estructuración de este eje partió por el reconocimiento de dinámicas y trayectorias que agrupan a las tres regiones y por antecedentes de proyectos de RSU desarrollados en cada una de ellas.
Como muestra de este trabajo están los convenios desarrollados con la comunidad de Sacsamarca (Ayacucho) y el centro poblado La Garita (Ica). Estos convocaron a estudiantes y docentes de más de 10 especialidades a realizar acciones de RSU en estos territorios. Además, se desarrollaron actividades formativas y de investigación que permitieron el trabajo coordinado entre miembros de nuestra comunidad universitaria y actores locales clave.
Otro ejemplo de la colaboración multiactor fue el desarrollo de un conjunto de microprogramas sobre salud mental en quechua y castellano elaborados en coordinación con la UGEL Huanca Sancos (Ayacucho). Actualmente, este proyecto se encuentra en proceso de difusión en diferentes territorios de la región, y está dirigido a atender necesidades en salud mental de niños y niñas, adolescentes, cuidadores y docentes.
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