¿Cuáles son los desafíos que nos plantea el camino sinodal a la Iglesia peruana y a las universidades católicas? Para reflexionar en comunidad, el jueves 9 de noviembre se realizó un conversatorio que tuvo como panelistas al cardenal Pedro Barreto S.J., Gran Canciller de la PUCP y ​ primer vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana; la Dra. Birgit Weiler MMS, profesora de nuestro Departamento Académico de Teología; y la Dra. Silvana Vargas, directora de la Dirección Académica de Responsabilidad Social (DARS).

Hay tres aspectos claves para entender el informe del sínodo: la dimensión del misionero está íntimamente unida a la comunión fraterna, así como a la participación de todos los bautizados y bautizadas; la necesidad de formación en la sinodalidad; y la experiencia de la caridad efectiva".

La sinodalidad cobra sentido cuando el pueblo de Dios camina junto, se reúne y participa activamente. Por eso, en el conversatorio “Iglesia peruana: ¿qué desafíos nos plantea el camino sinodal?”, organizado por nuestro Centro de Asesoría Pastoral (CAPU) y el Departamento de Teología, los asistentes pudieron escribir reflexiones propias, que fueron leídas y comentadas por los ponentes.

El sínodo versó sobre 3 temas interconectados, explicó el cardenal: comunión, participación y misión. Debido a esta primera jornada, se realizó el informe de síntesis “Una Iglesia sinodal en misión”.

Una asamblea para reflexionar sobre la sinodalidad

La primera sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, convocada por el papa Francisco, se realizó del 4 al 29 de octubre de este año en la ciudad del Vaticano. Por parte de nuestro país, uno de los asistentes fue el arzobispo de Huancayo, Pedro Barreto S.J., quien en su ponencia contó cómo se realizó esta reunión y a qué síntesis se llegó.

“Hay tres aspectos claves para entender el informe del sínodo: la dimensión del misionero está íntimamente unida a la comunión fraterna y a la participación de todos los bautizados y bautizadas; la necesidad de formación en la sinodalidad, en donde es clave escuchar a Dios, al Espíritu Santo y a nuestros hermanos y hermanas; y la experiencia de la caridad efectiva, que significa la solidaridad con una humanidad sufriente”, destacó nuestro Gran Canciller.

365 asistentes

Si bien la mayoría fueron obispos, hubo también alrededor de 80 sacerdotes, laicos y religiosas. A diferencia de anteriores ediciones, esta vez todos los participantes pudieron votar.

Según explicó, el sínodo versó sobre 3 temas interconectados: comunión, participación y misión. Los 365 participantes, provenientes de distintas partes del mundo, debatieron sobre estos temas, encontrándose convergencias y cuestiones a abordar rumbo a la segunda sesión de octubre del 2024. Debido a esta primera jornada, se realizó el informe de síntesis “Una Iglesia sinodal en misión”.

Un sínodo horizontal e inclusivo

Una de las características del último sínodo fue fomentar la inclusión y la horizontalidad. Si bien asistieron mayoritariamente obispos, entre los 365 asistentes hubo también alrededor de 80 sacerdotes, laicos y religiosas.

Un aspecto muy significativo, mencionó nuestro Gran Canciller, es que, a diferencia de anteriores ediciones, esta vez todos los participantes pudieron votar. “Fue un sínodo de obispos pero al mismo tiempo una experiencia eclesial; es decir, de todos los bautizados”, señaló el arzobispo Barreto.

Cabe resaltar que en esta edición participaron 54 mujeres. En esa línea, la Dra. Birgit Weiler MMS resaltó que se viene promoviendo la inclusión femenina en la Iglesia. “En el informe de síntesis del sínodo, se menciona la petición de las mujeres de, junto con los hombres, dar los pasos necesarios para las reformas de estructuras que nos permitan una participación mucho más eficaz en igualdad de condiciones en la Iglesia”, resaltó.

En el informe de síntesis del sínodo, se menciona la petición de las mujeres de, junto con los hombres, dar los pasos necesarios para las reformas de estructuras que nos permitan una participación mucho más eficaz en igualdad de condiciones en la Iglesia”.

Poner en práctica la sinodalidad desde la universidad

¿En qué medida la apuesta sinodal se refleja en el compromiso de una universidad? fue la pregunta que nos hizo la Dra. Silvana Vargas, directora de la DARS. Ella afirmó que desde la PUCP ya estamos dando algunos visos de poner en práctica la sinodalidad.

Asumir una misión es una exhortación para hacernos cargo, lo cual en un contexto social tan difícil es un reto pero principalmente una oportunidad".

“La comunión es observable a través de nuestra apuesta efectiva por el bien común; la participación pasa por un llamado a tomar acción; y el asumir una misión es una exhortación para hacernos cargo, lo cual en un contexto social tan difícil es un reto pero principalmente una oportunidad”, resaltó Vargas.

Sobre estos aspectos, la directora de la DARS mencionó acciones concretas realizadas desde nuestra Universidad, como el apoyo a las ollas comunes y la implementación de cocinas mejoradas comunitarias, realizado con Cáritas. La Dra. Weiler resaltó que hay un aspecto en el informe de síntesis que interpela a nuestro quehacer universitario, en el cual se dice que hay que promover visiones que integren la dimensión intelectual y la emotiva de la fe. “Aprendamos a reflexionar juntos con razón y corazón”, resaltó la docente.

El Santo Padre ha sabido escuchar todas las voces, dejar en claro cuál es la doctrina correcta, y llamarnos a todos a ser activos en la fe y hacer conocer el Evangelio”.

Diálogo en comunidad

“Salir al encuentro del otro”, “Incorporar a todas y todos”, “Dialogar entre personas diferentes”. Estas fueron algunas de las respuestas que los asistentes escribieron en post-its ante la pregunta de qué desafío te plantea el camino sinodal.

Uno de quienes colocó su respuesta fue Luis Escobar, alumno de la Especialidad de Química. “El Santo Padre ha sabido escuchar todas las voces, dejar en claro cuál es la doctrina correcta, y llamarnos a todos a ser activos en la fe y hacer conocer el Evangelio”, señaló, además de resaltar la importancia de que se realicen eventos como este conversatorio. Para finalizar, los ponentes comentaron algunos de los post-its y nos animaron a seguir cultivando el camino sinodal.