La primera vez que Alonso Cueto vio a Mario Vargas Llosa fue en París, cuando tenía apenas tres años. Su madre, anfitriona de estudiantes peruanos en Francia, organizó una cena navideña. Entre los invitados estaba un joven escritor que cargó al pequeño Alonso y lo sentó sobre la mesa. “Ahí empezó mi vocación de escritor”, bromea Cueto.

Ahora, sesenta y ocho años después, Cueto presenta un libro que recoge su vínculo vital e intelectual con el Nobel peruano. Titulado Mario Vargas Llosa, palabras en el mundo, el volumen se publicará el 25 de marzo, y busca ser, en palabras del autor, “un ensayo que se lea con placer y con interés”. No se trata de un análisis académico, sino de una lectura apasionada de la obra de Vargas Llosa, y su influencia en la literatura y la vida peruana.

Mario Vargas Llosa,
palabras en el mundo

Se presentará el jueves 27 de marzo a las 7 p.m. en el Centro Cultural PUCP (CCPUCP).

El ingreso es libre, previa inscripción.

La publicación estará disponible en librerías a partir del martes 25 de marzo.

Un ensayo que recorre el poder, la utopía y la diversidad en Vargas Llosa

Mario Vargas Llosa, palabras en el mundo es el resultado de décadas de lectura, reflexión y escritura. Cueto reúne textos escritos durante 20 y 30 años, y los ordena en torno a tres ejes temáticos que considera fundamentales en toda la obra del Nobel: el poder, la utopía y la diversidad. “La obra de Vargas Llosa es un mural de la diversidad”, afirma Cueto. “Incluye todas las razas, todas las clases sociales, los más violentos, los más frágiles, los más duros, los más vulnerables”.

La obra de Vargas Llosa es un mural de la diversidad. Incluye todas las razas, todas las clases sociales, los más violentos, los más frágiles, los más duros, los más vulnerables".

En el libro —compuesto de 6 capítulos—, Cueto establece, además de los ejes temáticos, comparaciones con el Quijote; así como la influencia de la literatura francesa, empezando por Madame Bovary; y recuerdos y experiencias que ha tenido con el Nobel Peruano. A través de novelas que van desde La ciudad y los perros hasta Le dedico mi silencio, el libro busca mostrar cómo Vargas Llosa ha creado un universo narrativo en el que el individuo enfrenta una ley dura, violenta y en el que su dignidad se define por su capacidad de rebelarse. “Lo que nos dice Vargas Llosa es que la vida son las maneras que tenemos de luchar contra una ley en una realidad abundante, caótica, variada”, explica Cueto.

"Mario Vargas Llosa, palabras en el mundo" busca mostrar cómo Vargas Llosa ha creado un universo narrativo en el que el individuo enfrenta una ley dura, violenta y en el que su dignidad se define por su capacidad de rebelarse.

Cueto valora la capacidad de Vargas Llosa para contar historias que transforman al lector. “Nos puede hacer más compleja, más interesante, más intensa nuestra visión de la sociedad en la que vivimos”, asegura. Para él, los personajes creados por el Nobel —el Jaguar, Zavalita, Urania, la Chunga— existen, habitan la realidad tanto como los personajes históricos.

Cueto y Vargas Llosa: una amistad literaria

La relación entre Cueto y Vargas Llosa ha sido una constante a lo largo de la vida del primero. Desde ese lejano encuentro en París hasta hoy, han compartido momentos que mezclan literatura y amistad. Cueto recuerda cómo Vargas Llosa elogió La hora azul y Francisca, pero también, en 1985, le hizo duras observaciones sobre El tigre blanco. “Fue muy duro, pero para mí fue un gesto de generosidad y de interés en lo que yo podía escribir. Y al final me dijo: ‘Tienes que trabajar duro y parejo’”, relata Cueto.

Fue muy duro, pero para mí fue un gesto de generosidad y de interés en lo que yo podía escribir. Y al final me dijo: ‘Tienes que trabajar duro y parejo'".

Más allá de la crítica, Vargas Llosa también ha sido fuente de sorpresas y buen humor. Cueto recuerda que el Nobel es un excelente contador de chistes, capaz de hilar uno tras otro con gracia y picardía. En 2005, durante un viaje a Ayacucho, ambos se encontraron con un chamán que, tras leer unas hojas, le dijo a Vargas Llosa: «Usted va a ganar el Premio Nobel». Años después, la profecía se cumplió.

Cueto recuerda cuando le contó sobre la muerte de Dickens, quien falleció mientras escribía, a lo que Vargas Llosa respondió: «Esa es la mejor muerte posible, pasar de la ficción a la muerte». Además, el profesor PUCP estuvo en un evento en Londres con el Nobel Peruano; recién había salido El sueño del celta y le escuchó decir a los alumnos asistentes: “Hay que ser como Roger Casement: hay que rebelarse, hay que cuestionar, hay que preguntar, no hay que conformarse, no hay que resignarse”. Son momentos como estos los que sellan una amistad literaria forjada entre novelas, críticas, viajes y carcajadas.

Vargas Llosa y la PUCP: una relación de gratitud y afecto

Vargas Llosa ha mantenido un lazo estrecho con la Pontificia Universidad Católica del Perú. En julio de 2008, la PUCP y su Centro Cultural organizaron una gran exposición sobre su obra en la Casa O’Higgins: Mario Vargas Llosa, la libertad y la vida, de la cual Cueto fue parte. A finales de ese mismo año, el Nobel recibió el título de doctor honoris causa en una ceremonia memorable, en la cual el maestro PUCP hizo el discurso de orden. “Tengo un recuerdo muy interesante cuando él dijo que América Latina le había dado a Europa la idea de la utopía. Fue una de las exportaciones que le habíamos hecho”, rememora Cueto.

En abril del 2011, durante la iniciativa Vamos a Leer, en el Auditorio de Derecho, Vargas Llosa relató anécdotas sobre sus novelas y su manera de escribir, la filmación de Pantaleón y las visitadoras, entre otras. Cueto —interlocutor de ese encuentro— recuerda que, tras el evento, los alumnos lo rodearon, le dieron la mano y celebraron su visita con entusiasmo. Estas instancias reflejan el afecto mutuo entre el escritor y la comunidad universitaria. “Ha tenido una relación muy estrecha con la PUCP”, expresa el maestro.

Tengo un recuerdo muy interesante cuando él dijo que América Latina le había dado a Europa la idea de la utopía. Fue una de las exportaciones que le habíamos hecho".

Para Cueto, leer al escritor arequipeño es mucho más que una experiencia estética: es una forma de transformación personal. “Leer a MVLL cambia tu manera de ver el mundo”, afirma. Las novelas del Nobel nos permiten conocer el Perú y sus tensiones con una profundidad nueva. “Eso es lo que hace también una gran novela: te hace creer que esos lugares y sus personajes existen”, dice el maestro Cueto.

Con Mario Vargas Llosa, palabras en el mundo, Cueto nos invita a releer al Nobel no solo como un gigante de la literatura, sino como un creador de mundos que dialogan con nuestras vidas. Y nos recuerda que, en tiempos de incertidumbre, las grandes novelas son brújulas que orientan el espíritu. “He sentido que este libro era un homenaje como lector. Ahora hay que ver si lo he conseguido”, concluye.