Desde su infancia en la comunidad nativa de Cutivireni (Junín), Ruth Buendía Mestoquiari, líder asháninka, y defensora de derechos humanos y ambientales, ha vivido en carne propia la violencia del terrorismo que azotó al país y el olvido por parte del Gobierno.

Con tan solo 12 años, Ruth perdió a su padre, Samuel Buendía, un líder respetado en su comunidad. A esta tragedia se sumó el asesinato de su hermana, Justina Mestoquiari, a manos de Sendero Luminoso. Estos trágicos eventos la impulsaron a dedicarse a la defensa de los derechos de su pueblo, y a luchar contra la violencia y la injusticia que afectan a su comunidad.

Los pueblos indígenas vienen quejándose desde hace mucho tiempo sobre las amenazas que sufren sus líderes. Incluso han pedido protección al Estado, pero no se les toma en cuenta. Si tenemos suerte, podemos vivir; el que no la tiene, es asesinado".

En 2005, asumió la presidencia de la Central Asháninka del Río Ene (CARE), una organización que representa a las comunidades asháninkas del río Ene en la selva central del Perú, cargo que ocupa actualmente.

Ruth Buendía en “Memorias en Tránsito”

Buendía, galardonada con el Goldman Environmental Prize en 2014 por su valiente labor en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, vino a nuestro campus para dar la conferencia magistral en la 8.° Conferencia Anual de la Asociación de Estudio de la Memoria «Memorias en Tránsito», que se llevó a cabo por primera vez en América Latina.

Durante su participación, Ruth habló sobre su trabajo en CARE, la política y las memorias indígenas. «Ha sido una oportunidad para escuchar y hablar sobre los avances del Estado en la atención a la población afectada por el terrorismo. El Gobierno debe priorizar a quienes han pasado por esta situación. Deben atenderlos con asistencia psicológica y pacificar los territorios de los pueblos indígenas que fueron vulnerados por Sendero Luminoso. Debido a la crisis política que estamos viviendo (actualmente) nos sentimos olvidados», señaló.

En diálogo con PuntoEdu, Ruth Buendía expresó su preocupación por los asesinatos de líderes indígenas, citando el reciente caso del líder kakataibo Mariano Isacama, quien fue encontrado sin vida en el río Yurac, en la ciudad de Aguaytía.

La líder asháninka hizo énfasis en la centralidad de la educación para el progreso de las comunidades indígenas. «Cuando tienes una educación de calidad, tienes una población más crítica y con opiniones», señaló. Asimismo, destacó la importancia de garantizar la seguridad territorial y respetar los derechos de estas poblaciones.

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Asesinatos a líderes indígenas y violaciones a menores de edad

En diálogo con PuntoEdu, Ruth Buendía expresó su preocupación por los asesinatos de líderes indígenas, citando el reciente caso del líder kakataibo Mariano Isacama, quien fue encontrado sin vida en el río Yurac, en la ciudad de Aguaytía, distrito de Padre Abad, en Ucayali.

«Los pueblos indígenas vienen quejándose desde hace mucho tiempo sobre las amenazas que sufren sus líderes. Incluso han pedido protección al Estado, pero no se les toma en cuenta. Entonces, nos arriesgamos a que nos suceda algo. Si tenemos suerte, podemos vivir; el que no la tiene, es asesinado», lamentó. 

En el Perú, no se nos ve como ciudadanos que tienen derechos al igual que todos los demás. Lamentablemente, tenemos representantes que dirigen los sectores públicos y dicen que ese tipo de agresiones [violaciones] a menores es normal para ellos. Para mí, como mujer asháninka, no estoy de acuerdo. No son prácticas culturales".

Buendía también se pronunció sobre  los desafortunados términos «costumbres culturales», utilizados por el ministro de Educación, Morgan Quero, y la ministra de la Mujer, Ángela Hernández, para referirse a la denuncia de la presidenta del Consejo de Mujeres Awajún, Rosemary Pioc Tena, sobre más de 500 maestros acusados de violación sexual en contra de niñas y adolescentes de dicha comunidad.

«En el Perú, no se da prioridad a los pueblos indígenas, no se nos ve como ciudadanos que tienen derechos al igual que todos los demás. Lamentablemente, tenemos representantes que dirigen los sectores públicos y dicen que ese tipo de agresiones a menores es normal para ellos. Para mí, como mujer asháninka, no estoy de acuerdo. No son prácticas culturales, eso es un pretexto para no llevar la justicia ni investigar», aseveró. 

Ruth Buendía hace un fuerte llamado al Gobierno

Por otro lado, la líder asháninka hizo un fuerte llamado al Gobierno para que priorice a los pueblos indígenas, y les brinde atención en salud, economía, y seguridad territorial, entre otros aspectos. «Si hay que chocar con intereses individuales, habrá que hacerlo», enfatizó.

Finalmente, señaló que las actividades ilícitas en el río Amazonas están contaminando los ríos de los que dependen diversas comunidades: «Están contaminados con petróleo u otras sustancias. Esto provoca que la población tenga anemia y haya desnutrición crónica. Eso lo sabe el sector público, pero no hace nada para remediarlo».