Un torero en traje de luces sube al ruedo, que esta vez no es una plaza de toros, sino el Auditorio de Derecho. El toro dista mucho de ser un robusto vacuno. Por el contrario, es un robot creado por un grupo de estudiantes. «Queríamos resolver un problema. En este caso, hacer una corrida de toros sin matar a un animal», afirma Alan Calderón, alumno de la Especialidad de Ingeniería Electrónica. El diseño de Torobot, como lo han llamado los estudiantes, consta de tres partes: la mecánica, el diseño electrónico y la programación.


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