En el transcurso de las festividades de fin de año, experimentamos una amalgama de emociones que van desde la alegría y la celebración hasta momentos de tristeza y reflexión profunda. Estos periodos festivos nos brindan la oportunidad de detenernos y recordar a aquellos que ya no están físicamente con nosotros.

Sin embargo, para una parte significativa de la población, estas celebraciones pueden desencadenar lo que se conoce como «depresión blanca». Este estado se manifiesta a través de síntomas temporales pero intensos, como tristeza, mal humor, ansiedad e insomnio, afectando la capacidad de las personas para disfrutar plenamente de las festividades. 

En los últimos años, nos hemos enfrentado a desafíos sin precedentes, principalmente debido a la pandemia por la COVID-19. Esta crisis ha dejado una huella significativa en nuestra sociedad, convirtiendo al Perú en el segundo país con más fallecidos en Latinoamérica y el sexto a nivel mundial. Las pérdidas no se limitan solo a la esfera de la salud, sino que también se extienden a nuestra economía, vida cotidiana y las crisis políticas que hemos experimentado. 

En la comunidad PUCP, se reporta que el 56% de los estudiantes ha experimentado la pérdida de algún ser querido por el contexto de pandemia, un porcentaje similar en personal administrativo y un 38% en docentes.

Ante este panorama, es necesario que enfrentemos el dolor de la pérdida de nuestros seres queridos de manera unida, como una gran comunidad. Contar con el apoyo de la familia, amistades, compañeros y compañeras o seres queridos es muy importante y valioso en esos momentos. Las crisis, a pesar de su dificultad, también generan oportunidades de crecimiento. En este contexto, las festividades de fin de año se presentan como una oportunidad para rendir homenaje y recordar con cariño a aquellos que ya no están con nosotros.

Desde el equipo de investigación «Pérdida, duelo y crecimiento», extendemos una invitación a la reflexión. Sugerimos crear un espacio donde podamos rememorar con cariño a quienes se han ido, y llevar a cabo rituales que celebren sus vidas y memorias. En este proceso, buscamos fortalecer los lazos sociales y encontrar significado en medio de las dificultades, transformando las festividades en un momento de unidad y crecimiento personal y comunitario.

Por eso, aquí te compartimos 5 recomendaciones para manejar el duelo en las fiestas navideñas:

1. Date un tiempo para recordar a tus seres queridos. Permítete sentir y acoger esos recuerdos sin tener que evitarlos, pero también trae el recuerdo de los momentos que disfrutaste con esa persona.
2. Participa en las festividades sin temor o culpa. Es importante tener momentos de celebración y disfrute.
3. Busca rendir homenaje y/o conmemorar a tu ser querido en estas fechas. Puedes hacer tu propio ritual de conmemoración (por ejemplo, hacer una ceremonia, crear algo alusivo a la persona como un altar, collage o escribir una carta), visita los lugares más especiales que compartiste con quienes se fueron o aprovecha los espacios sociales para hacerlo (como una misa, visitas al cementerio y compartir imágenes con tu red personal).
4. Participa en espacios para compartir con tu familia, amistades y/o seres queridos. Es importante que busques compañía en estas fechas, sobre todo de personas que te hagan sentir querido o querida. Todas y todos hemos pasado por situaciones similares y podemos apoyarnos mutuamente. 
5. Busca ayuda de tu entorno, o incluso soporte especializado, en tanto lo necesites. Es importante que puedas compartir lo que estás sintiendo con tu red de apoyo. También puedes llamar al número 113, opción 5 para recibir orientación.