Cuando la pandemia llegó al país tuvimos que adaptarnos a una nueva realidad, cambiar la forma de comunicarnos, afrontar pérdidas y hacerles frente a los diferentes retos que ella generó en cada una de nuestras familias. Y no podía ser diferente en nuestra comunidad universitaria, la cual también tuvo que asumir nuevos retos, dentro de los cuales se encontraba adaptar el contenido de las clases y evaluaciones a un formato virtual que nos permitiera continuar con nuestros estudios. 

Como estudiante y miembro del Tribunal Disciplinario, no puedo dejar de lamentar el aumento de casos de copia y plagio en este último año y medio".

La virtualidad nos permitió avanzar a pesar de la incertidumbre. Sin embargo, es innegable que lidiar día a día con las distracciones de nuestro entorno, no vernos, no saber si la otra persona nos escucha, no saber si el problema de conexión es nuestro o de la otra persona, o cualquier otra situación similar propia de las clases virtuales, genera en nosotros altos niveles de estrés. En ese sentido, es comprensible que como comunidad nos sintamos con agotamiento a estas alturas del cuarto ciclo virtual. No obstante, si bien se puede entender que las circunstancias actuales no son las óptimas, nada justifica dejar de lado la importancia de la honestidad con los demás y, principalmente, con nosotros y nosotras mismas cuando rendimos evaluaciones.

La sanción por copiar o plagiar no termina cuando el o la docente califica el trabajo con cero, sino que además la Comisión Disciplinaria para Estudiantes podrá imponer una suspensión de una (1) semana académica, como mínimo, hasta un máximo de dieciséis (16)".

Por ello, como estudiante y miembro del Tribunal Disciplinario, no puedo dejar de lamentar el aumento de casos de copia y plagio en este último año y medio. Considero que hay un gran número de estudiantes que no ha interiorizado la importancia del respeto al deber de honestidad intelectual y a la nula tolerancia que tiene la PUCP ante este tipo de faltas graves, las que se contraponen a los valores y objetivos que persigue como institución. De hecho, la sanción por copiar o plagiar no termina cuando el o la docente califica el trabajo con cero, sino que además la Comisión Disciplinaria para Estudiantes podrá imponer una suspensión que, según el artículo 31° del Reglamento Unificado de Procedimientos Disciplinarios PUCP, será una (1) semana académica, como mínimo, hasta un máximo de dieciséis (16). Cabe mencionar que durante el tiempo de suspensión no se puede ingresar a clases ni rendir evaluaciones. En esa línea, antes de cometer este tipo de faltas graves debemos pensar en las consecuencias de nuestras acciones en nuestra formación profesional y en nuestro desarrollo personal.

Lo que debe llevarnos a no cometer estas faltas, de copia y plagio, es ser fieles a nuestros principios y valores, ser honestos sobre todo con nosotros y nosotras mismas, y rendir nuestras evaluaciones con base en el conocimiento adquirido y al estudio realizado".

En virtud de lo expuesto, más allá de lo grave que puede ser la suspensión, lo que debe llevarnos a no cometer estas faltas, de copia y plagio, es ser fieles a nuestros principios y valores, ser honestos sobre todo con nosotros y nosotras mismas, y rendir nuestras evaluaciones con base en el conocimiento adquirido y al estudio realizado. En ese sentido, es importante que no olvidemos que la finalidad de las evaluaciones es medir cuánto hemos aprendido e identificar aquello que debemos mejorar en el marco de nuestra formación profesional, pues una mala nota no nos define, sino que nos permite saber qué podemos hacer mejor.

A puertas de los exámenes finales, te invito a que, juntos y juntas, realicemos un último esfuerzo, y le digamos no a la copia y al plagio.