En el fútbol hay ocasiones donde el resultado es tan apretado que solo un penal, un tiro libre o la más mínima falta pueden hacer que la balanza le dé la gloria a un equipo, y son estas difíciles decisiones las que descansan sobre los hombros de una persona que debe aplicar su juicio, a veces muy cuestionado, a las situaciones más inesperadas y en el menor tiempo posible.

Características

En primer lugar, según el entrenador Toyama, los árbitros deben tener buen estado físico. Para esto, su preparación consiste, en su mayoría, en entrenamiento aeróbico; es decir, trotar por el campo, ya que deben mantenerse corriendo durante el partido. Además, el árbitro depende mucho de su visión, la cual debe ser perfecta para poder detectar cualquier falta.

Las decisiones que toma son tan rápidas que son casi automáticas, es por esta razón que el entrenador Toyama critica que varios árbitros no hayan sido antes jugadores o, por lo menos, que no hayan tenido esa experiencia previa. “Ellos se rigen por sus 17 reglas, pero hay cosas que no pueden ver, los jugadores saben cómo engañarlos y si el árbitro no ha sido jugador antes, no puede saber artimañas”, explica.

Pero tal vez lo más importante es que debe prepararse psicológicamente a lo que se enfrentará. «Tener a más de 30 mil personas insultándote en un estadio lleno no debe ser fácil». Toyama explica que todo árbitro empieza en barrios o pequeñas ligas, donde ha recibido todo tipo de agresiones, lo cual con el tiempo lo vuelven inmutable.

Mejor arbitraje

Con las repeticiones en cámara lenta, los análisis cuadro por cuadro y hasta con las multicámaras que dan todos los ángulos de la jugada, todos los espectadores nos convertimos en árbitros que, además, podemos compartir opiniones y corroborar nuestras apreciaciones en las redes sociales. Sin embargo, en la cancha misma todo es diferente, el árbitro solo puede confiar en lo que ha visto, en sus jueces de línea y en su propio juicio.

“Los ‘malos cobros’ son duramente criticados porque cada uno se cree dueño de la verdad, el arbitraje no ha evolucionado, lo que ha cambiado es que ahora nosotros tenemos el apoyo de las cámaras, pero el criterio del árbitro es lo único que vale, aunque los jugadores se empeñan en decir lo contrario”, indica.

El Mundial Brasil 2014 es el primero en utilizar la tecnología para evitar los ‘goles fantasmas’, así los árbitros pueden percartarse de cuándo fue gol o no. Para el entrenador Toyama, esto permite evitar la suspicacia de que algunos árbitros pudieron recibir algún pago para favorecer a un determinado equipo. A pesar de que siempre van a seguir habiendo arbitrajes dudosos, él cree que es importante seguir creyendo en el arbitraje humano. “Si se diera un arbitraje solo usando la tecnología, los partidos se detendrían a cada rato, lo bonito está en seguir con estas explosiones eufóricas que, a veces, pueden ir en perjuicio de uno u otro, pero es precisamente eso lo que le pone emoción al fútbol. Por ello se puede decir que el arbitraje es el oficio que nadie quisiera tener”, concluye.