Los robots ya están entre nosotros. Su misión es ayudar a los hombres en trabajos industriales para ahorrar tiempo y esfuerzos humanos. Pero también existen robots amigables que interactúan con las personas y despiertan simpatía. Ese es el caso de Robotman, plataforma robótica creada por ingenieros mecatrónicos de la PUCP.

Alexander López, egresado de Ingeniería Mecatrónica y uno de los creadores de Robotman, cuenta cómo se originó el proyecto: “La empresa Liderman se presentó con un problema de rotación de personal y la PUCP respondió a ese llamado. Nosotros decidimos plantear una solución mediante una plataforma robótica”. La idea era buscar la mejor estrategia para que el robot se viera atractivo y amigable en su contacto con el público en general. “Se optó por un aspecto humanoide para que los trabajadores de Liderman se sintieran en confianza y lo consideraran un compañero de labores”, cuenta el docente Mg. Francisco Cuéllar, jefe principal del proyecto y director del Centro de Tecnologías Avanzadas de Manufacturas (Cetam). Una vez tomadas las decisiones necesarias, el proceso de implementación duró cinco meses.

En el mes de julio, la asociación conformada por la empresa Liderman y la PUCP postuló al fondo Innóvate Perú del Ministerio de Producción y así se pudo financiar la construcción de Robotman. De inmediato, el ingeniero Cuéllar se puso a trabajar junto con Alexander López, Diego Quiroz y Orson Lazo, egresados de la Especialidad de Ingeniería Mecatrónica de la Universidad.

HABLA, ROBOT.

El día de su lanzamiento fue el 29 de septiembre en el Centro Comercial La Rambla de San Borja. “Estoy contento de ver a tanta gente en este evento”, dijo Robotman en esa ocasión. En su frase, se puede apreciar una característica del robot: ha sido diseñado para ser amigable. El tono de su voz, las expresiones de sus ojos, y su cabeza móvil son rasgos humanos que irradian simpatía y confianza. Robotman tiene dos funciones. De día, es una plataforma de asistencia al público del centro comercial: las personas pueden pulsar la pantalla táctil para obtener respuestas a las preguntas más frecuentes. Por las noches, cumple una función de seguridad. Está provisto de varias cámaras, las cuales graban, en 360 grados, cada vez que el encargado de teleoperarlo aprecia un hecho fuera de lo común.

El periodo de prueba consistió en dos semanas de trabajos durante las madrugadas en el centro comercial. “La Rambla nos proporcionó todas las facilidades para que el robot pueda trabajar y vivir ahí”, remarca Alexander López.

Robotman comenzó a trabajar el 3 de octubre. Labora de lunes a domingo desde las 10 a.m. para que el público pueda interactuar con él. De 5 a 7 p.m., realiza su recorrido por el centro comercial. Cuando Robotman se desplaza por los pasillos, la gente le toma fotos y lo graba en video con sus celulares. Los adultos lo miran curiosos y los niños se acercan. Robotman ha sido fabricado por mentes peruanas y el Mg. Francisco Cuéllar destaca esta distinción, que ubica a nuestro país como pionero en la creación de una plataforma robótica que combina los trabajos de seguridad y atención al público. “Planeamos ofrecer un servicio mucho más grande y estar a la altura de la tecnología extranjera”, finaliza Cuéllar.