El orden académico y los fines universitarios
Como Universidad, nuestro principal compromiso es la formación de estudiantes. Día a día, se desarrollan, en nuestro campus, clases y otras actividades académicas que buscan enriquecer y aportar a la formación que recibe el alumnado.
En las últimas semanas, se han desarrollado distintas manifestaciones de miembros de nuestra comunidad que están alterando el correcto desarrollo de esta misión. Con ello no pretendo manifestarme en contra de las protestas ni censurar este tipo de actividades. La protesta en contra de situaciones que se consideran injustas está permitida dentro de nuestra comunidad y del país; y, en la PUCP, consideramos legítimo y saludable que cada integrante del cuerpo de estudiantes, docente y administrativo levante su voz cuando lo considere necesario. Manifestaciones justas han sido generadoras de importantes cambios en nuestra institución a lo largo de su historia. Sin embargo, al ser la enseñanza nuestro principal propósito, las actividades académicas merecen nuestro respeto más absoluto y cualquier protesta individual o colectiva que atente contra el normal desempeño de las clases es considerada una infracción a nuestro código de ética universitario.
El respeto entre los miembros de nuestra comunidad –docentes, estudiantes y trabajadores– debe expresarse en todos los ámbitos de la vida universitaria y es una condición sine qua non para el desarrollo de nuestras actividades académicas. Ir en contra es establecer un clima de intolerancia que no es característico de nuestra Universidad y no aporta a la construcción de una mejor comunidad.
Por ello, hago un llamado a cada integrante de nuestra comunidad para que exprese su posición dentro del marco de la institucionalidad.
Efraín Gonzales de Olarte
Rector pro tempore de la PUCP
Lima, mayo del 2019
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