Dos realizadoras PUCP crean un documental sonoro en medio de la cuarentena
Audio Diario Colectivo 2020 es un proyecto de las egresadas de la Especialidad de Comunicación Audiovisual Rocío Chuquillanqui y Johuseline Porcel, donde recogen sensaciones, reflexiones, preocupaciones y deseos de personas que comparten audios de su cuarentena.
Texto:
Bruno GuerraFotografía:
Ilustración: Augusto Patiño
En el contexto de la cuarentena y las medidas de distanciamiento social aplicadas por el Estado para combatir la COVID-19, el ingenio y la originalidad se han vuelto las herramientas más importantes para los creadores de contenido. ¿Cómo contar historias y cuáles contar en medio de esta situación? Rocío Chuquillanqui y Johuseline Porcel son realizadoras audiovisuales egresadas de nuestra Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación, que encontraron, en esta situación, la inspiración que necesitaban para empezar un proyecto que habían estado postergando hace un tiempo: un documental sonoro sobre cómo sobrellevamos la cuarentena.
Según cuentan, su amistad se basaba en el intercambio constante de audios de WhatsApp y cuando inició la cuarentena se les ocurrió que podrían recoger la experiencia de esta forma. A los pocos minutos, la idea se transformó en un documental sonoro, un formato que perseguían hace tiempo, y empezaron a trabajar de inmediato.
Tienen como objetivo que la gente pueda desconectarse de las imágenes, videos y hasta memes que circulan, y prestar atención a las voces que, según explican, pueden ser mucho más expresivas.
Ideas que suenan
Rocío comenta sobre el inicio del proyecto: “En ese momento, el objetivo principal era recoger un registro de cómo se estaba viviendo el aislamiento, pero conforme íbamos escuchando los audios y las historias de las personas que colaboraron con el proyecto, nos dimos cuenta de que se trataba más de un diario, ya que empezaron a grabarse y contarnos algo más que rutinas. Eran audios cada vez más personales”.
Acerca del formato, tienen como objetivo que la gente pueda desconectarse de las imágenes, videos y hasta memes que circulan, y prestar atención a las voces que, según explican, pueden ser mucho más expresivas. Esperan también, que, a través de estas, las personas puedan conectar con las historias que comparten otros.
Para conseguir los audios que utilizan para la producción, por una cuestión de confianza, empezaron con contactos conocidos, entre amigos y familiares, y poco a poco fueron extendiendo la red. Al inicio los audios narraban rutinas y situaciones más mundanas, pero poco a poco fueron elaborando pensamientos más personales. Fue en este proceso que empezaron a encontrarse con sentimientos más íntimos de sus colaboradores.
“En un par de ocasiones nos pasó que escuchamos los audios de algunos de nuestros amigos y nos enteramos de cosas muy personales, que quizás no hubiésemos descubierto de no ser por el proyecto, y sentimos a veces el impulso por llamarlos y hablar sobre lo que contaron, fue una manera inesperada de reforzar el lazo de amistad con ellas o ellos”, confiesa Rocío.
Los participantes han tenido toda la libertad para presentar sus testimonios, lo que ha llevado a otras observaciones valiosas, como que muchas veces el tono o el contenido variaban según el horario de entrega de los mismos. Pero esto no alteró mucho sus planes. Ellas tenían claro desde el principio que experimentarían bastante con el formato y que dejarían que la narrativa se dictara según el material que fuese llegando. El único límite que establecieron fue que los audios no pasen de dos minutos.
Comunicadoras PUCP
Ambas se formaron en la Especialidad de Comunicación Audiovisual y continuaron su desarrollo en la vida profesional. Pero agregan que el componente humano, y la forma y el uso que le dan a sus proyectos, tiene que ver también con sus intereses propios, con lo que les intriga a ellas y a su mirada. Luego de egresar empezaron a coincidir en trabajos, y se dieron cuenta de que tenían gustos similares en libros, series y películas.
“Si nuestra concepción del documental y de lo sonoro fuera muy distinta, creo que sería difícil hacer este proyecto. Entonces lo que nos influenció tiene que ver con sensibilidades y con nuestra formación, pero no solo académica”, explica Johuseline.
Es innegable reconocer que es difícil encontrar a alguien con quien se pueda coincidir en visiones para realizar un proyecto, que, además de un mismo objetivo, responda a una sensibilidad específica. Y eso es lo que parece funcionar entre Johuseline y Rocío, quienes transformaron una forma de comunicación y de amistad en los ladrillos que iniciaron Audio Diario Colectivo 2020.
Si bien aún no tiene fecha de estreno, ya que están esperando a que se declare finalizada oficialmente la cuarentena (quieren registrar hasta el último día), han lanzado ya un tráiler y tienen claro que el lanzamiento será en una plataforma de acceso gratuito. Además, esperan extender el documental a una web, donde los testimonios puedan estar colgados y la gente pueda incluso responder a estos. Reconociendo la forma en que el público se ha ido identificando con los audios que han publicado, entienden que lo que la gente necesita es dialogar y esperan que estos audio sean una forma de generar ese diálogo.
Escucha el tráiler del documental sonoro Audio Diario Colectivo 2020:
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