En nombre de los profesores del Departamento Académico de Posgrado en Negocios (DAPN), escribo estas líneas, para recordar a Ciro Alegría Varona y su amistad con nuestro Departamento, llenas de pesar y nostalgia por su temprana y súbita desaparición la noche del pasado domingo 17 de mayo.

Ciro, en su condición de decano de la Escuela de Posgrado de la PUCP, se incorporó al Consejo del DAPN desde su instalación, el año 2015. El entonces nuevo Departamento asumió el reto de adaptar progresivamente la organización de los profesores de CENTRUM PUCP al modelo académico de la Universidad. La participación directa de un filósofo y reconocido humanista en un entorno dedicado a la investigación y educación de posgrado en negocios trajo consigo una cuota adicional de curiosidad y expectativa.

Desde el principio, su sencillez y trato fácil revelaron el don de gente que lo caracterizaba. Sereno y cercano en la discusión y el diálogo, destacaba por su voz sosegada, cortesía y elegancia. Escuchaba con indivisa atención la presentación de los temas de agenda del Consejo del DAPN y, tras cavilar lo necesario, contribuía a dilucidarlos y a tomar las mejores decisiones, exponiendo argumentaciones claras y lógicas. Ciro era el decano de la Escuela de Posgrado, pero siempre se consideró un participante más. Era un típico primus inter pares. No fue difícil que el Consejo del DAPN se habituara al entusiasmo, compromiso y lucidez de Ciro Alegría.

La participación directa de un filósofo y reconocido humanista en un entorno dedicado a la investigación y educación de posgrado en negocios trajo consigo una cuota adicional de curiosidad y expectativa».

Distinguido amigo del DAPN e identificado con sus fines, Ciro asistía puntualmente a las sesiones del Consejo, que se realizaban alternativamente en nuestro lejano campus de Los Álamos, Monterrico, o en el campus principal de Pando. Lo hacía con sentido de responsabilidad y espíritu de supererogación. Pensaba y actuaba con ánimo de pertenencia e integración institucional. Y no solo en el examen y debate sobre los asuntos académicos del Departamento, sino también en los detalles más sencillos. No dudaba en fungir de anfitrión y recibir al Consejo en la sede de la Escuela de Posgrado, con la complacencia de quien abre a los amigos la puerta de su casa.

La jovialidad de Ciro rendía honor a la idea que evoca su apellido paterno. Una sonrisa amable, grabada en su rostro, traslucía la actitud y determinación de quien goza de su actividad y la domina con pasión e inteligencia; del que puede tomar las riendas de una misión, echársela al hombro y cumplirla; del pensador que sabe que la unidad del saber no es una utopía y -como era en su caso- no se arredra ante el reto de conciliar la perspectiva empresarial y la visión humanista. Esa sonrisa nos hablaba del maestro y ciudadano que ama a su país a través del conocimiento y el trabajo académico puestos al servicio de la formación de los alumnos y la investigación; del profesor gestor que asume las tareas institucionales como cuestiones vitales que subliman la existencia misma; y, por último, del humanista que, no obstante el pesimismo que suscita el mundo agobiante en que nos toca vivir, no pierde la esperanza en vencerlo mediante la búsqueda y el hallazgo de la verdad, que Ciro practicó y procuró con rigor desde la noble disciplina que abrazó, al igual que desde los cargos de responsabilidad que le fueron confiados.

El 24 de marzo de este año, entrada ya la cuarentena, el Consejo del DAPN, integrado por los profesores Ciro Alegría, Jorge Benzaquen, Mónica Bonifaz, Percy Marquina, Jean Pierre Seclen y por mí, sesionó virtualmente. Al despedirnos, nadie presagiaba que ese iba a ser uno de los últimos contactos de Ciro con el Consejo del DAPN. Semanas después, hace pocos días, sostuve con él otra reunión virtual. Hoy, los profesores del DAPN también le extendemos a Ciro una despedida a la distancia, pero esta vez con el deseo de un reencuentro distinto, más pleno y trascendente.

Guardamos de Ciro el recuerdo más cariñoso e imperecedero. Lo conservamos en la memoria de la mente y en la del corazón. Extrañamos, desde ya, sus cálidos saludos y amistosas despedidas. También, lo recordaremos por su valiosa participación en el gobierno del DAPN, contribuyendo, hasta sus últimos días, a diseñar su estrategia y llevar a cabo sus principales procesos. Su labor es ahora parte del legado y la historia que atesoran el Departamento de Posgrado en Negocios y la Universidad.

Vayan nuestras más sentidas condolencias a su familia por la inesperada y muy triste pérdida de nuestro querido Ciro Alegría Varona.

Un abrazo a la distancia,

Beatrice Avolio

Jefa (e) del Departamento de Posgrado en Negocios

Lima, 27 de mayo de 2020