Siempre me ha sorprendido la (in)capacidad de algunas personas para no ponerse en el lugar de otra. La falta de empatía y de noción de la realidad nos lleva a negar muchas situaciones que, lamentablemente, se viven en nuestro país.

Hace un par de semanas, un profesor invitado a dar una clase a la que asisto comentaba lo siguiente: “El Perú no es un país machista (…) es mentira que las mujeres ganen menos que los hombres, yo he trabajado en una de las empresas más importantes del país y nunca he notado esta diferencia”. Mientras escuchaba estas afirmaciones de una persona leída, un profesional reconocido con amplia experiencia en varias empresas transnacionales, pensaba en lo desligados que vivimos de nuestra realidad. En otra clase, ahora de Derecho, otra profesora decía que no estaba de acuerdo con que se haya aprobado la ley del feminicidio porque “pobres los hombres, ¿por qué tienen que darles más años de cárcel?”.

En el Perú hay treinta millones de percepciones sobre lo que pasa a diario en nuestro país. Lamentablemente parece que muchos se enfocan solo en su realidad, en sus problemas y olvidan que hay mucho más allá que lo que acontece con las personas que reconocemos como “iguales” a nosotros.

Este 25 de noviembre es el “Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer”, muchos colectivos y organizaciones estamos trabajando en preparar actividades en distintos puntos de la ciudad para hacer visible este problema, poner en agenda el tema y tratar de avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa y que respete los derechos de los demás. Pero todos estos esfuerzos se quedan en nada si cada uno de nosotros no toma conciencia del problema, no se compromete como agente de cambio. No soy congresista, probablemente esté lejos de influir en la legislación de mi país, pero sí puedo proponerme evitar que la realidad que nos presentan esas cifras se desvanezca de la mente de la gente, comprometiéndome a hablar del tema con cuanta persona me cruce; siempre habrá alguien con quien hablar y, aunque tal vez no cambie su opinión, por lo menos se quedarán con una pregunta rondando en su cabeza: ¿Qué estoy haciendo por revertir esta situación?

La Asociación Apala participa de las actividades de La PUCP actúa contra la violencia: por una sociedad libre de violencia de género organizadas por la DARS hasta el 28 de noviembre.