“Es importante pensar en una política económica anticíclica”
Contar con un Estado moderno, inclusivo, transparente, eficiente y articulado es un anhelo de larga data. La reforma del Estado y la modernización de la gestión pública son procesos complementarios que buscan forjar una nueva relación entre el Estado y la ciudadanía. Michael Barzelay, especialista en gestión pública y planeamiento estratégico, nos comenta qué aspectos hay que tomar en cuenta a la hora de mejorar el funcionamiento del aparato estatal.
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Michael Barzelay
Jefe del Departamento de Gestión del London School of Economics and Political Science (LSE), Reino Unido.
Texto:
Luis YáñezFotografía:
Felix Ingaruca
¿Por qué solemos vincular el concepto de «burocracia» con «mala administración pública»?
El concepto se ha utilizado para definir lo malo de la administración pública, lo que se quiere cambiar. Cuando se quiere introducir un cambio, se suele desacreditar la realidad que se intenta modificar. Para ello, el término «burocracia» funciona bien porque incluye a todos los empleados públicos y es un esquema fácil de entender al que se le introduce un enfoque bastante negativo.
¿Qué riesgos puede traer una mala administración pública?
Una mala gestión pública puede significar muchas cosas. Es una lucha de esquemas entre la perspectiva oficial y la perspectiva de la ciudadanía. La lógica de la administración burocrática tiene sus puntos fuertes una vez que es instrumentalizada pero aun cuando la burocracia funcione como debe, esta puede dejar a la gente insatisfecha.
Por ejemplo, cumplir con todos los requisitos establecidos para realizar una acción puede demandar mucho tiempo, lo que hace lento el procedimiento. Además, esta lógica emplea un lenguaje técnico o legal fácil de entender para los abogados o los funcionarios pero totalmente ajeno a los ciudadanos.
En nuestro país, la reforma de la administración pública es una promesa que no se llega a implementar totalmente y que vuelve a foja cero con el ingreso de un nuevo gobernante. ¿Es un problema generalizado?
No es un problema universal, pero hay una tendencia geográfica y podemos detectar casos en los que esta reforma no se materializa. Pero esto no significa que nunca se implemente porque aun cuando se encuentre instrumentalizada, eso no garantiza su continuidad y, en la práctica, se pueden eliminar los avances obtenidos.
Quizá haya intereses políticos de por medio que busquen minar este proceso…
Es posible que el origen del problema que describes sea lo que los politólogos denominamos backlash (contragolpe), en el que una vez que se instrumentaliza una política, aparece una oposición fuerte que puede fomentar su retroceso o paralización. Aunque este proceso también puede darse sin un backlash, cuando el paradigma de la política es rechazado por el grupo élite de políticos y burócratas que tienen otras creencias sobre cómo debería ser la burocracia en el sector público.
¿Nos podría dar un ejemplo?
La aparición de una nueva gestión pública significó un cambio de perspectiva sobre el papel del Estado y sobre los problemas inherentes a su funcionamiento. Se podría deducir que todos los arreglos en la administración pública no funcionan pero lo que cambió fue la óptica, no la tecnología ni los resultados.
Estos cambios suelen aparecer entre el momento de la elección de un nuevo jefe de Estado y la formación de su gobierno. Una vez establecido el paradigma durante el gobierno de un presidente, este se mantendrá hasta el fin de su mandato o hasta que baje su popularidad y esté dispuesto a redefinirlo.
¿Qué administración considera Ud. que ejemplifica un mejor manejo financiero: aquella que gasta todo su presupuesto o aquella que gasta lo necesario?
La pregunta debería ser cuál es la política que está orientada a largo plazo y que evita las malas consecuencias de las fluctuaciones macroeconómicas. En economía, sabemos que los ingresos por exportaciones son vulnerables y que sus precios fluctúan en el mercado internacional, lo que puede causar muchos problemas.
Lo más importante sería pensar en una política económica anticíclica, que disminuya el impacto disruptivo de estos cambios exógenos en los precios. Luego habría que ver cómo mantener los incentivos y el sistema de restricciones con el fin de buscar la eficiencia en el corto plazo, pero ese es un problema relativamente menor.
¿A qué se refiere cuando señala que la gestión pública debe ser una ciencia orientada al diseño?
La idea básica es que para mejorar el funcionamiento del aparato estatal y de los programas que brinda, se deben inventar nuevos sistemas que no resulten una copia de algo que ya fue creado en otra parte. Este proceso de invención no es solamente una actividad creativa, como ocurre en el caso de un artista o un escritor, sino que toma en consideración nuestro conocimiento previo sobre un problema semejante.
Esto implica que los académicos deberían desarrollar un sistema de conocimiento organizado de manera taxonómica, donde los problemas detectados en el trabajo práctico se encuentren categorizados. Si bien este conocimiento no nos dirá qué es lo que debemos inventar, nos brindará información desde la cual podemos extraer implicaciones y trazar indicaciones de lo que sabemos de los problemas.
El Perfil
Nombre: Michael Barzelay
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