La administración pública, al igual que cualquier otro tipo de organización en la denominada “era de la información”, requiere de un proceso de transformación digital visto como un cambio cultural y no como la mera adopción de una tecnología (software o hardware) en particular.

Si bien este cambio cultural básicamente se refiere a convertir las tecnologías de información y comunicaciones (TIC) en elementos de valor estratégico para el negocio; en el caso de las entidades del Estado, el cambio cultural de las TIC se orienta a potenciar los esfuerzos para atender más y mejor al ciudadano. Este objetivo se logrará fomentando la denominada democracia digital, aquella en la que el ciudadano tiene acceso a diversos trámites y a una interacción fluida con el Estado, a través de las TIC.

Indudablemente, esta transformación depende íntegramente del factor humano, de los recursos y capacidades que maneje la entidad y es, en este aspecto, donde la demanda y la oferta de profesionales del área de sistemas, informática, computación y ramas afines se convierten en elementos facilitadores de este tipo de procesos.

Las TIC se han convertido en un elemento básico de comunicación y de operación entre el Estado y el ciudadano, en la forma de servicios digitales de gobierno electrónico. Así, estas tecnologías obligan el desarrollo de políticas públicas y al mejoramiento de servicios básicos (tales como electricidad e internet, por ejemplo), a fin de reducir la brecha digital que separa al ciudadano del Estado. Las TIC ayudan a reconstruir y transformar esa relación, pues facilitan y amplían el acceso a todos los trámites que el gobierno pueda ofrecer, así modernizan y mejoran la calidad de vida de la ciudadanía.

La demanda de profesionales de sistemas e informática con capacidades específicas para guiar los procesos de transformación digital es cada vez más grande. Análisis de mercado y estudios laborales de nivel internacional muestran un claro déficit entre la cantidad de expertos que egresan de las universidades y las necesidades del mercado global en el que se incluye a las instituciones públicas. ¿Las universidades conocen esta diferencia? ¿La administración pública es atractiva para los egresados de la mayoría de las universidades en el Perú? ¿Se pueden identificar fácilmente factores por los cuales los profesionales eligen el sector privado frente al público? De otro lado, ¿los profesionales de sistemas que sí forman parte del aparato del Estado están cabalmente preparados para este desafío de la transformación digital? ¿Los planes de estudio de estas carreras están considerando las competencias necesarias para cubrir dichas necesidades del Estado peruano, y lograr su modernización y cambio cultural basándose en las TIC?

Estas y otras interrogantes fueron tratadas en el II Encuentro de decanos de carreras de Ingeniería de Sistemas, Informática y Computación, organizado por la Facultad de Ciencias e Ingeniería y la Especialidad de Ingeniería Informática, el cual se realizó el 14 de noviembre de 2019, con el objetivo de intercambiar opiniones acerca de la idoneidad de los planes de estudios de cara a cubrir las necesidades de un entorno cambiante en la administración pública.