En una sala de cine, no se espera que la gente aplauda al final de la película. Pasa en los teatros, en los estrenos, en los festivales; pero con «Sigo siendo» pasa casi siempre.

A mí me emociona mucho saber que en casi todas las funciones, la gente aplaude. Eso quiere decir que la película funciona, toca fibras, y además nada es más bonito que el agradecimiento del público. Estoy muy contento por eso.

¿Qué lo motivó a filmar «Sigo siendo»?

Una de las razones es que tengo una filmografía de películas rodadas fuera del Perú, y si bien el Perú está presente de alguna forma en estas cintas, tenía una deuda pendiente: hacer una película en el Perú.

¿Se siente más a gusto haciendo documentales que cintas de ficción?

Solo hice un corto de ficción en la universidad, llamado «Sudaca», pero parece un documental. Siempre estuve atraído por la realidad, la realidad me sedujo, me enamoré del género y ya no hay quien me saque.

¿Cómo fue la selección de los artistas que aparecen en «Sigo siendo»?

Investigué, me asesoré, elegí canciones que me gustaban y me proponían. La guionista Ana de Prada me ayudó a decidir que canciones funcionaban para contar la historia, porque además éstas sirven de elementos narrativos. Eso hace posible que la película tenga una estructura dramática que funciona. Ese es el camino para elegir los personajes, las historias y la música.

El agua es un elemento recurrente en la cinta, ¿tiene algún significado especial para usted?

El agua, que une geográficamente la película, es además hilo conductor y cumple un rol que no es gratuito, que está presente en el sentimiento popular. En la película se habla de lo que nuestros pueblos defienden, y una de esas cosas es el agua. Es intencionado, está en la vida de la gente, y pone sobre la mesa un gran problema en nuestro país: que no se respeta el derecho a la vida de estos pueblos.

¿Considera que ha sido arriesgado presentar un documental en más de 20 salas de cine?

Ha sido un atrevimiento valiente y que ha dado frutos. Nos decían que no iba a ir nadie, y que en el mejor de los casos pusiéramos la cinta un día en la sala de cine. Ya vamos por la tercera semana… En el mundo hay documentales muy taquilleros, que incluso le van mejor en las salas que a las películas de ficción. El documental es un género que engancha, sino pregúntale a Michael Moore.

¿Cuál es el destino de «Sigo siendo»?

Quisimos estrenar en el Festival de Cine de Lima, porque queríamos que se vea por primera vez a nivel mundial aquí, y lo hicimos. Negociamos con el Festival de San Sebastián, para que esto sea posible (San Sebastián quería estreno mundial en el festival). Estamos en la sección Zabaltegi y el 24 de septiembre se proyectará «Sigo siendo» para el mundo. Luego irá a Madrid y a Asia. Vamos a ver si se puede llevar la cinta a otras partes. También se va a proyectar en las salas del CCPUCP, y haremos algunos conversatorios en la PUCP, que es una institución que nos ha apoyado mucho.

Con el recibimiento de «Sigo siendo», y el éxito en taquilla de «Asu mare» y «Cementerio General» ¿cómo ve usted la cinematografía peruana en los últimos años?

Hay una reconciliación con el público y lo bueno es que es en todos los géneros. Lo que falta es apoyo, no se puede depender solo del mercado, pues no se puede competir fácilmente. Se puede hablar que estamos haciendo películas, y estas películas conectan con el público, pero decir que tenemos una industria es mucho. Pero hay que decir también que los distribuidores se están atreviendo y están apostando por llevar nuestras cintas a las salas.

El Perfil

Nombre: Javier Corcuera