Recientemente, la Defensoría Universitaria de la PUCP presentó la Memoria anual, que abarca desde marzo de 2022 a marzo de 2023. ¿Cuál es su balance de este periodo?

Como evaluación general de este tercer año de mi gestión, desde la perspectiva de la institución, se ha logrado fortalecer más el trabajo e institucionalizarlo. Un elemento importante es la continuidad en nuestra labor completa, sobre quejas, consultas e informes defensoriales universitarios. Sobre todo en este último punto, este año hemos elaborado cinco informes en la línea de seguir fortaleciendo nuestras acciones. También identificamos que en el año anterior (periodo 2021-2022) hubo más quejas que consultas. Ahora fue al revés: hubo más consultas que quejas.

Este año, la comunidad PUCP fue incorpando el retorno a la presencialidad. ¿Cuáles son las mayores consultas que la Defensoría Universitaria ha recibido?

Las consultas han sido sobre procedimientos disciplinarios, evaluaciones, creación de departamentos académicos y temas relacionados con la COVID-19. Nuestra acción está vinculada con lo que sucede en la realidad. El primer año de mi gestión, en 2020, hubo muchas consultas sobre la pandemia y cómo la Universidad apoyaba a los estudiantes. Obviamente eso ya cambió y el escenario es otro. Con relación a las quejas, los cuatro temas más importantes que hemos recogido han sido vinculados a la matrícula, a la dilación indebida en respuestas, a solicitudes en evaluaciones y a la acreditación de idiomas extranjeros.

Los cuatro temas más importantes que hemos recogido han sido vinculados a la matrícula, a la dilación indebida en respuestas, a solicitudes en evaluaciones y a la acreditación de idiomas extranjeros".

Tal como menciona, los procesos disciplinarios fueron los más consultados en este periodo 2022-2023. ¿Qué es lo que más busca conocer la comunidad PUCP sobre este tema?

Tanto estudiantes como docentes buscan recibir orientaciones específicas con relación al Reglamento Unificado de Procedimientos Disciplinarios. Como sabemos, hay varias comisiones, hay un conjunto de faltas y otro de reglas. Por parte de la comunidad, hay un interés por saber cómo funciona el sistema disciplinario, por ejemplo, para evaluar a qué instancia se debe ir en determinadas situaciones. A veces, también se plantean casos concretos y damos la orientación sobre cómo actuar.

Y sobre la COVID-19, ¿cuáles son las dudas que todavía preocupan a los estudiantes?

Algunos que no residen en Lima planteaban la necesidad de mantener las clases híbridas o mecanismos híbridos para que puedan continuar sus estudios. En general, consultaban por opciones para no tener que venir a la capital. Sin embargo, ese es un tema más complejo porque está relacionado con el licenciamiento de las distintas carreras en la PUCP ante la Sunedu, pero todavía es un tema relevante: cómo permitir que muchos potenciales estudiantes que no residen en Lima puedan acceder a la educación que da nuestra Universidad.

En general, ¿cómo procede la Defensoría respecto a las quejas de la comunidad PUCP?

Esencialmente, lo que hacemos es evaluar la queja presentada y luego solicitar información a la unidad involucrada. Sobre esa base, se hace una evaluación y si consideramos que la queja es fundada, se plantea una recomendación a la unidad que ayude a solucionar el problema. Este año, hubo un incremento de los resultados positivos sobre las quejas, ya que aumentamos a 52% los casos en los que nuestras recomendaciones fueron tomadas por las unidades. En consonancia, son menos los casos en que no se acogen las recomendaciones que hacemos. Y han disminuido aquellas en las que todavía no hay un resultado. En perspectiva, viendo estos últimos tres años, hay una mejora.

La PUCP busca que mejoren las relaciones entre los miembros de la comunidad, que sean de respeto, de tolerancia, de cumplimiento de los deberes y los derechos de todos, y también que haya una relación de la comunidad con la administración".

¿Qué es lo que busca la PUCP a través de la Defensoría Universitaria y cómo estamos respondiendo institucionalmente a esos objetivos?

La PUCP fue innovadora con la creación de la Defensoría Universitaria, porque fue una de las primeras universidades que incorporó esa figura en el país. Después, con la Ley Universitaria, se generalizó para todas las universidades. Es decir, ahora ya se rige por la ley nacional. Particularmente, la PUCP busca que mejoren las relaciones entre los miembros de la comunidad, que sean de respeto, de tolerancia, de cumplimiento de los deberes y los derechos de todos, y también que haya una relación de la comunidad con la administración. En ese sentido, la Defensoría realiza estas acciones de supervisión colaborativa y propositiva a través de sus informes, y de las consultas y quejas que recibe. Es una instancia que supervisa el adecuado funcionamiento del circuito.

¿Qué opinión le genera la respuesta activa que tiene la comunidad?

Me parece muy positiva, porque de eso se trata: de hacer visibles los puntos críticos y las dificultades para su resolución en favor de todos. Hay que debatir sobre ellos para tomar decisiones. Es importante que haya esta vitalidad de la comunidad. Y esa también es la lógica de los informes defensoriales universitarios, encontrar puntos críticos para que los servicios se perfeccionen, todo en favor de la comunidad.