Recientemente, nos visitó el Dr. Rajendra Shende, reconocido experto en medio ambiente y desarrollo sostenible, ganador del Premio Nobel de la Paz 2007 como miembro del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y director de Green Terre Foundation. En nuestra Universidad, brindó una charla magistral en la Inauguración de la IV Semana de la Investigación de la Red Peruana de Universidades (RPU), participó en el conversatorio Camino a la COP 28, y sostuvo diversas reuniones con autoridades y docentes PUCP acerca de las iniciativas de sostenibilidad que venimos implementando.

Asimismo, también se reunió con tomadores de decisiones del sector público y privado. Todas sus actividades tuvieron un punto en común, similar al de su visita previa en 2017: motivarnos a tomar conciencia ante el cambio climático y, sobre todo, llamarnos a la acción.

En la COP 28, considero que las universidades de todos los países deberían participar y decir 'no más negociaciones, sino acciones'".

¿Por qué la lucha para proteger la capa de ozono fue exitosa y, al contrario, parece que estamos perdiendo la que actualmente libramos contra el cambio climático?

Los científicos advirtieron que el escudo de la capa de ozono era muy útil y necesaria para la vida humana y el ecosistema del mundo. Por ello, bajo el liderazgo de las Naciones Unidas, los países se unieron y actuaron, logrando protegerla. Siento que ahora no estamos haciendo lo mismo con el cambio climático.

En mi opinión, esto sucede por una falta de liderazgo. Las personas comunes, en diferentes partes del mundo, entienden que hay un problema pero se necesita un liderazgo que las una para combatirlo. No hablo solo de líderes políticos, sino también de los científicos, de las Naciones Unidas, de los medios, entre otros.

En la mina de oro Yanacocha -de Newmont- considero que se vienen realizando esfuerzos a fin de regenerar y renovar el daño provocado. Para que estas acciones se hagan más rápidamente, están trabajando junto a la comunidad de la zona".

En su visita a nuestro país, acudió a Cajamarca y a la mina Yanacocha, ¿qué acciones sostenibles vio en estos espacios?

Son 2 puntos. Por un lado, me gustó mucho la zona rural de Cajamarca porque su conocimiento proviene de la observación de la naturaleza. Y lo mejor es que la población rural está trayendo sus saberes a la ciudad, enseñando a respetar la energía, el agua y a entender las granjas orgánicas.

Por otro lado, en la mina de oro Yanacocha -de Newmont- considero que se vienen realizando esfuerzos a fin de regenerar y renovar el daño provocado. Para que estas acciones se hagan más rápidamente, están trabajando junto a la comunidad de la zona. Observé que conservan y almacenan el agua con nuevas técnicas, que hay más vegetación -en términos de plantación de especies endémicas- y que surgen grandes viveros. Considero que los beneficios que obtengan deben devolvérselos a la naturaleza y a los pueblos indígenas.

Es necesario tomar acción ante los problemas ambientales globales. Y pienso que nadie puede entender y actuar mejor frente a esto que los estudiantes universitarios".

El rol de las universidades ante el cambio climático

¿Qué acciones se deben tomar en cuenta para hacer los campus universitarios más sostenibles?

Es necesario tomar acción ante los problemas ambientales globales. Y pienso que nadie puede entender y actuar mejor frente a esto que los estudiantes universitarios. Por eso, enfatizo que la acción ante el cambio climático debe comenzar en el campus universitario. Para lograr que este espacio sea sostenible, no basta con tener árboles grandes y lindos. Se necesita realizar un uso más eficiente del agua y de la energía, utilizar iluminación LED y muchas cosas más.

Desde la ONG Green Terre Foundation proponemos que el campus sea un laboratorio para los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), donde se lleven a cabo actividades o experimentos".

Precisamente, la ONG que usted dirige, Green Terre Foundation, promueve el trabajo en términos de sostenibilidad de las universidades.

En un campus universitario tienes laboratorios de física, química, geología, geografía, entre otros. Desde la ONG Green Terre Foundation proponemos que el campus sea un laboratorio para los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), donde se lleven a cabo actividades o experimentos. No necesitas un edificio propio y aislado: es todo el campus.

Si el campus se vuelve más sostenible, entonces la ciudad también lo hace, pues se difunde el mensaje a la región y hasta al país. Asimismo, al egresar, sus estudiantes van a promover los ODS en sus lugares de trabajo. Lo que hacemos es informar a las universidades de nuestra iniciativa Smart Campus Cloud Network. Entonces, si deciden unirse, les enviamos un acuerdo y les brindamos ayuda especializada. Alrededor del mundo contamos con más de 500 universidades y en el Perú son 8, entre ellas la PUCP.

Una cuestión clave es que las universidades no trabajen de manera aislada. Por ejemplo, que la PUCP sepa qué está realizando en materia de sostenibilidad una casa de estudios de Estados Unidos y una del Cusco, y que entre otras compartan el conocimiento.

Realmente, no tengo muchas esperanzas en que los líderes tomen medidas concretas porque están ocupados con la economía, las guerras geopolíticas, los problemas internos de su país y no tienen tiempo de ocuparse del cambio climático".

Rumbo a la COP 28

Estamos próximos a empezar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 28) en Dubái, ¿qué expectativas tiene?

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) dijo claramente que para el 2030 deberíamos haber reducido en 50% las emisiones de gases de efecto invernadero. Han pasado 7 años de ello y nos queda la misma cantidad de tiempo. La conferencia se realizará justo en el punto medio. Ahí, los líderes mundiales harán un balance de lo que se ha hecho y se hará.

Realmente, no tengo muchas esperanzas en que los líderes tomen medidas concretas porque están ocupados con la economía, las guerras geopolíticas, los problemas internos de su país y no tienen tiempo de ocuparse del cambio climático. Para mí, los estudiantes universitarios pueden tomar acción. En la COP 28, considero que las universidades de todos los países deberían participar y decir «no más negociaciones, sino acciones».