Largo tiempo nos recuerda todas las alegrías y tristezas que vivió la selección de fútbol peruana para clasificar a un mundial después de 36 años. Narra, uno a uno, los 18 partidos que jugamos y es, también, un homenaje al periodista Daniel Peredo. Entre los entrevistados destacan los docentes de la PUCP, Aldo Panfichi, Noelia Chávez y Alberto Beingolea.

¿Habías planeado hacer este documental antes o fue a raíz de la clasificación de Perú al Mundial?

Me pasó a mí y le habrá pasado a muchísima gente, sobre todo a los hinchas de la selección, haber soñado toda su vida en cómo sería la película de la selección peruana de fútbol si le tocara contarla. Desde que recuerdo, siempre me ha acompañado esta idea. Cuando pusimos en marcha el documental, ya era independientemente de si clasificábamos o no.

¿Cómo se concretó el proyecto?

Trabajaba en un canal de televisión y conocía de vista a Alan Cuba, que es el productor de la película. Él también tenía el sueño de hacer una película sobre la selección peruana de fútbol desde su posición. Si bien no nos conocíamos personalmente, siempre nos veíamos en el estadio. Íbamos a partidos amistosos a los que no va mucha gente en Matute contra equipos centroamericanos. Era obvio que teníamos una debilidad por nuestra selección. Un día, él me llamó sabiendo que tenía alguna experiencia en cine y nos juntamos.

El documental, aparte de contar la historia de la clasificación de Perú al Mundial, es también un homenaje a Daniel Peredo.

Alan y yo trabajábamos con él. Iba a ser nuestro primer entrevistado. Recuerdo que teníamos pactada la entrevista para un miércoles y él falleció un lunes de la misma semana. Fue bien triste. Siempre nos cruzábamos en el pasillo del trabajo con él y era muy amable. Me hubiera encantado detenerme cinco minutos y agradecerle por todo lo que significaba su trabajo. Quisimos que el documental sea un homenaje a él y fue el hilo conductor. Quizás lo más fácil hubiera sido ir a los goles de los partidos y sacar sus frases que son geniales siempre. Pero, para hacer un verdadero reconocimiento, lo que hicimos fue ver todos los partidos, la antesala, el pospartido y los programas. Así, sacamos buenas frases, aunque sea de dos segundos, y fuimos construyendo su discurso.

¿Cuánto tiempo trabajaron en el archivo?

Seis meses. En mis documentales es algo que me gusta mucho. Creo que conocemos muy poco nuestras propias imágenes. Me parece particular cómo sabemos de memoria las imágenes del Mago de Oz o de Casablanca, cintas extranjeras en general, pero no conocemos nuestras propias películas. Y no es porque las veamos todos los días, sino porque en Hollywood han hecho su trabajo de difundir lo que son. Creo que estamos en un país de memoria frágil y, desde el cine, uno de los deberes es construir un legado audiovisual.

Para entender el éxito de la era Gareca, ¿fue necesario retroceder dos décadas?

Creo que es una sola historia en la que hemos entendido nuestras propias lecciones. Un poco el hilo conductor ha sido Juan Carlos Oblitas. A partir de su figura hemos seguido la historia de la selección. Él estuvo en el el último equipo que jugó un Mundial, fue el director técnico que estuvo más cerca de lograrlo, antes fue asistente técnico y ahora volvió como dirigente. Es muy curioso cómo encontramos frases de Oblitas técnico en el 97 que hoy Gareca las repite también. “Juega el que esté en mejores condiciones para esa fecha”, decía Oblitas y lo criticaban de argollero, y es lo mismo que dice el profesor Gareca en cualquier conferencia de prensa. Se nota que hay una visión compartida.

El documental muestra que la disciplina fue un elemento clave para la clasificación.

Algo que ha marcado siempre a nuestra selección de fútbol, lamentablemente, son las faltas de disciplina. Creo que pasa por una falta de institucionalidad, en general, que se traduce desde la sociedad. Por eso, en el documental está la lectura de la sociedad y el fútbol como un espejo. No es un fenómeno aislado. Si una sociedad es caótica e informal, su selección de fútbol seguramente también lo será.

¿Y qué tanto de la política puede influir en el fútbol?

A veces, estamos tan hartos de la política que simplemente dejamos de ver hacia ese lado. Esa dejadez de que no haya gente que quiera que el país se enrumbe hacia una meta también hace que una selección, quizás, no busque un objetivo claro. Son narrativas del país que se van construyendo desde la sociedad.

Las entrevistas que hacen son a conocedores de fútbol y de historia en general, sin embargo, todos los vídeos de los seleccionados peruanos son de archivo. ¿Por qué no los entrevistaron?

Los contactamos, pero, al ver otras entrevistas de ellos, nos dimos cuenta de que era más poderoso lo que encontrábamos en el archivo. Estaba esa incertidumbre de no saber si íbamos a clasificar o no, frente a la calma de alguien que ya sabe que sí lo logró. Y hablamos con otra gente que nos ayudó a construir la historia desde distintos ángulos, desde lo más futbolístico hasta temas más macro, que ligaban el fútbol con la sociedad.

¿Qué es lo que te deja a ti esta experiencia?

Es lindo haber podido contar la historia de la selección peruana como lo soñé desde que comencé a estudiar Comunicación Audiovisual en la PUCP. No lo hemos tomado simplemente como un proyecto divertido, sino como una gran responsabilidad. El valor que tiene la selección para todos los que hemos participado del documental sería bien difícil de describir en palabras porque en esas cosas está la magia. Eso es el amor que uno puede sentir por algo muy específico como un equipo de fútbol. Suena abstracto y algunos no lo entenderán, pero es una forma de canalizar el amor que uno puede tener a lo peruano. Puede ser el baile, el arte popular, la literatura, lo que quieras. Pero en el caso de muchas personas, coincide que es través del fútbol.