"Estamos en pleno proceso de ser parte de la solución del pos-COVID-19"
El CIDE-PUCP cumplió sus primeros 25 años promoviendo el emprendimiento e innovación en nuestro país. Su actual director, el Ing. Julio Vela, nos cuenta cuáles han sido los aportes y los avances en este tiempo, así como el importante papel que viene desempeñando en la actual crisis y su visión de ofrecer, en el corto plazo, más servicios a los emprendedores a nivel nacional.
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Julio Vela
Director del CIDE-PUCP
Texto:
Oscar García Meza
Nuestro Centro de Innovación y Desarrollo Emprendedor (CIDE-PUCP) cumplió 25 años impulsando la labor de los emprendedores y la innovación. El Ing. Julio Vela, su actual director, comenta que en la década de los 40 surgió el concepto de incubación de empresas, sobre todo, en Estados Unidos, mientras que en Europa aparecieron los centros de innovación.
En nuestro caso, uno de los primeros hitos es cuando el Dr. Eduardo Ísmodes, cofundador del CIDE-PUCP, viajó a Brasil en 1994 para llevar el primer módulo de un programa del CRE Columbus y a Europa en 1995 para cursar el segundo. «Como trabajo final mostré la idea del CIDE-PUCP y al regresar lo presenté a nuestra Universidad», menciona Ísmodes.
Aquí, Julio Vela nos comenta cómo han sido estos primeros 25 años y cómo se desenvolverá nuestro Centro de Innovación y Desarrollo Emprendedor en el corto y mediano plazo.
En términos generales, ¿cuál ha sido la evolución del CIDE-PUCP desde sus inicios hasta la actualidad?
El CIDE-PUCP empezó en 1995 por iniciativa de los profesores de Ingeniería Dr. Eduardo Ísmodes, Mag. César Corrales y Mag. Manuel Chávez. Al principio, se centraba en apoyar a los emprendimientos basados en tecnología de nuestros alumnos de ingeniería. Para ello, contamos, por diez años, con la beca Motorola al emprendimiento. Esta fue muy valiosa, pero luego descubrimos que si bien nuestros estudiantes tenían grandes ideas, no contábamos con la estructura, relaciones o recursos para que sus proyectos llegaran al mercado.
Si bien empezamos centrados en nosotros, luego nos dimos cuenta de que la innovación es abierta y depende de la interacción de muchos actores -como universidades y empresas- que generan vínculos valiosos».
Al viajar y ver realidades de distintos países -yo ya participaba en el equipo-, notamos que el factor común es que tenían un ecosistema de emprendimiento. Si bien empezamos centrados en nosotros, luego nos dimos cuenta de que la innovación es abierta y depende de la interacción de muchos actores -como universidades y empresas- que generan vínculos valiosos. Por ello, en todo este tiempo, hemos participado en este ecosistema emprendedor que hoy en día es fuerte en comparación con lo que había antes, aunque todavía falta.
En su mensaje de felicitaciones por los 25 años, el Dr. Eduardo Ísmodes comentaba que en los inicios del CIDE-PUCP no había una cultura de emprendimiento entre nuestros estudiantes. ¿Cómo se ha venido fomentando?
En el 2001, el Gobierno peruano toma la palabra «emprendimiento», y la generaliza como una forma de compensar la falta de trabajo y la vincula con el autoempleo. Esa visión no era bien recibida en nuestra comunidad. En cambio, nosotros proponemos el concepto de emprendedor como se entiende en el mundo: la persona que genera cambios, hace que las innovaciones sean posibles y produce bienestar en la sociedad.
Proponemos el concepto de emprendedor como se entiende en el mundo: la persona que genera cambios, hace que las innovaciones sean posibles y produce bienestar en la sociedad».
Con nuestros alumnos durante mucho tiempo, además de la beca, teníamos charlas, talleres y actividades. Pero si bien han hecho proyectos interesantes –y seguimos trabajando con ellos–, notamos que, en general, el emprendimiento no era su prioridad. Por ello, nos enfocamos más en los egresados. Lo que comúnmente ocurre es que, después de cinco años de haber concluido la carrera, nos buscan. En el momento de sus vidas que decidan emprender siempre nos encontrarán.
En estos 25 años han dado soporte empresarial a más de 40 empresas y capacitado a más de 5 mil emprendedores. ¿Cuáles son algunos de los casos de éxito más destacados?
Hay muchos. Uno de ellos es la empresa de motivación Supera, de nuestro egresado José Antonio La Rosa. Él nos buscó y le ayudamos a hacer los pilotos. Por otro lado, tuvimos un equipo de egresados de especialidades de arte y humanidades que querían llevar el pisco al mundo. Los apoyamos y así realizaron La Piscombi, la cual incluso llegó a estar en el Mundial de Brasil 2014. Asimismo, en los últimos años, trabajamos con un equipo de ingeniería en su emprendimiento de alimentación en comunidades alto andinas que se llama Nutrishake.
También hemos tenido un gran impacto en el ecosistema emprendedor a través de nuestros programas de formación. En temas de innovación, hemos capacitado a personas de más de 100 empresas y han surgido varios negocios en nuestro programa de creación de negocios.
En temas de innovación, hemos capacitado a personas de más de 100 empresas y han surgido varios negocios en nuestro programa de creación de negocios».
¿Cómo se viene adaptando el CIDE-PUCP a la complicada e inédita coyuntura que estamos viviendo?
Hemos utilizado lo mismo que enseñamos. Lo primero que hicimos fue trabajar con nuestro personal, alinearnos, quitarnos el miedo, ver qué íbamos a hacer y observar la reacción del mercado. Cambiamos todos nuestros programas -talleres y asesorías- a la modalidad virtual. No hemos parado. Ahora estamos en franco crecimiento.
Somos conscientes de que nuestro apoyo a la crisis está en la poscrisis, ya que tenemos muchos emprendedores que han sido muy golpeados y justamente ahí es cuando necesitan entender que es el momento de reemprender, incorporar nuevos modelos de negocio y pensar en cómo superar esto de manera creativa. Allí es donde nuestros programas han empezado a tener una muy alta demanda, pues somos un aliado que tiene la experiencia para formarlos, asesorarlos y apoyarlos. Estamos en pleno proceso de ser parte de la solución del pos-COVID-19, que es ayudar a los emprendedores a que tengan negocios de más largo plazo y resistentes a crisis como estas.
¿Cuáles son los planes del CIDE-PUCP para los próximos años? ¿Hacia qué apunta?
Por mucho tiempo, nuestro modelo de negocio era la formación. Si bien esto genera impacto, los emprendedores tienen más necesidades, como asesoría, consultoría y mentoría.
Las crisis activan a los emprendedores. Ellos son los que permiten a los demás creer que es posible y generan bienestar para la sociedad. Por eso, son tan importantes».
En ese sentido, la visión del CIDE-PUCP a futuro es ser parte de un ecosistema no solo en formación sino también en servicios con impacto en todo el país. En el corto y mediano plazo, vamos a aumentar los servicios. Estamos por lanzar una clínica empresarial, una plataforma de mentorías, el tecnoreto -donde buscaremos que interactúen los especialistas en tecnología con aquellos que quieren emprender-, entre otros.
Una ilusión que siempre hemos tenido, y esperamos alcanzar en el mediano plazo, es ofrecer cursos transversales que otorguen créditos vinculados al emprendimiento e innovación. Ahí se encontrarían alumnos de nuestras diferentes facultades, y les enseñaríamos a crear modelos de negocios sostenibles y herramientas de innovación. No tendrían, necesariamente, que hacer una empresa pero sí contarán con mejores competencias para el mundo laboral, el cual hoy en día valora mucho las habilidades emprendedoras.
¿Algo más que le gustaría comentar?
Las crisis activan a los emprendedores. Ellos son los que permiten a los demás creer que es posible y generan bienestar para la sociedad. Por eso, son tan importantes.
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