El gobierno venezolano, ante las protestas, ha señalado que son un intento de golpe de estado ¿Podría darse un golpe de este tipo en Venezuela?

En Venezuela ha habido varios intentos de golpes de Estado relativamente recientes. Por ejemplo en abril del 2002 hubo un intento de golpe contra Hugo Chávez, lo sacan del poder por unas horas y luego vuelve cuando la Guardia de Honor, un cuerpo de seguridad de los mandatarios, retoman el palacio de Miraflores y sacan del poder a Pedro Carmona que había promovido el golpe contra Chávez. Antes el propio Chávez había promovido dos golpes fallidos, en el primero él se fue preso y en el segundo unos seguidores de él también intentan dar un golpe. Entonces no es un episodio poco habitual en Venezuela, a diferencia de otros países de América Latina donde hace ya varios años que estas cosas casi no pasaban. Es una situación que podría darse y que para mí sería indeseable, no debería ocurrir eso porque agravaría las cosas pero la fragilidad del régimen de Maduro es tal, que es posible que algunos sectores de la oposición estén barajando esa posibilidad, aunque no diría que todos.

Esta vez la oposición no se está concentrando en una sola figura como lo fue Henrique Capriles en las pasadas elecciones. Ante esa división ¿sería posible un golpe?

El frente opositor venezolano es variopinto, incluye desde la izquierda hasta la derecha; incluso hay un partido de la izquierda exguerrillera en la mesa de la Unidad Democrática y hay partidos como Acción Democrática o el Copei, que son los partidos clásicos de Venezuela. Entonces la gama de grupos políticos que están en la oposición venezolana es muy grande, algún sector de ellos podría estar conspirando, eso me parece posible, pero creo que la posibilidad de que un golpe ocurra depende de que algunos militares estén hartos con el régimen y ahí es donde la cosa es más problemática porque el régimen chavista durante años ha tenido no solo buenas relaciones con los militares sino que ha cogobernado con ellos. Hay militares que tienen cargos políticos, entonces que eso se resquebraje por dentro es difícil pero lamentablemente no se puede descartar porque es una situación que ronda cuando hay una fuerte inestabilidad política como ocurre en este caso.

Las posiciones, tanto de los manifestantes como del gobierno, están muy enfrentadas y no dejan espacio al diálogo. ¿Hasta dónde crees que llegue esta situación?

Me parece que el diálogo político en este momento no es una opción es una exigencia porque cuando un país desemboca en una situación de este tipo, tiene dos opciones o seguir caminando hacia el estallido o buscar algún tipo de diálogo o negociación para salir de la crisis política. El problema es que en Venezuela desde hace varios años, nadie o casi nadie se pone al medio, no hay mediadores, la oposición y el gobierno están en actitudes erradas. De todas maneras en la oposición se puede distinguir dos tendencias: la tendencia que está encabezada por Leopoldo López y María Corina Machado, que es una tendencia más radical, de hecho las revueltas que han promovido estos días se llaman “La salida”, sutilmente insinúan la salida de Maduro, no están tratando de negociar. Por otro lado Henrique Capriles más bien propone un trabajo de largo plazo, trabajar más a nivel social a nivel político y caminar hacia lo que podía ser una negociación o una transición dentro de la vía constitucional. A mí juicio ese sería el camino más razonable para no provocar más muertos y eso es algo que hay que evitar a toda costa.

Si bien Unasur ha dado un pronunciamiento invocando la paz ¿debería tener un papel más activo en la situación de Venezuela?

Han debido tener un pronunciamiento hace tiempo, no pienso que Unasur sea un apéndice chavista, me parece que es una exageración pensar eso porque en Unasur hay gobiernos como los del Chile, Colombia, incluso Perú. La razón por la cual Unasur no responde con más claridad frente a este asunto no es solo una razón ideológica, también es una razón práctica. Venezuela ha estado ayudando con petróleo a varios países, Paraguay entre ellos, entonces tiene una serie de compromisos, creo que esas son las sutilezas de la política internacional que hay que entender. No es que simplemente por una suerte de obsesión y devoción por el régimen chavista, hay gobiernos que toman las cosas con más prudencia. Creo que cuando la situación ya llega a extremos muy peligrosos como creo que está llegando ahora, sí es necesario que sea más claro en pedir una negociación o mayor estabilidad política, que se aclare de dónde viene la violencia, eso es algo que ya no puedes esperar más.

Also available in English. Ramiro Escobar: “The problem in Venezuela is the lack of intermediaries”

El Perfil

Nombre: Ramiro Escobar