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Sedes PUCP

105 PUCP: Luis Vizcarra investiga la danza a través del movimiento

El egresado y profesor de Danza PUCP ha sido parte de procesos de creación escénica en Perú, Colombia, México, Reino Unido, España y Bélgica. Ha desarrollado proyectos de investigación que abordan la danza contemporánea y la salsa desde la exploración libre del cuerpo.

  • Texto:
    Vanessa Romo Espinoza
  • Fotos:
    PUCP y archivo personal

Aunque las formas de hacer y entender la danza han evolucionado en los últimos diez años para Luis Vizcarra, hay algo que se mantiene desde el primer día que empezó a bailar: la sensación de libertad. Esa emoción es la que ha perseguido todo este tiempo y que ha permitido que siempre elija el reto antes que lo tradicional. Así lo hizo cuando en el primer año de la carrera de odontología, en su natal Tacna, optara por venir a Lima a estudiar danza en la PUCP o cuando decidió ahondar en el lado más experimental de la investigación académica. Lo que ha obtenido, por supuesto, siempre ha valido la pena.

Luis recuerda que, a diferencia de muchos bailarines profesionales, nunca tuvo un especial interés por la danza desde niño. «Recién cuando tenía 15 años un profesor en el colegio me invitó a ser parte de su grupo de baile urbano. Mi primer impulso para continuar fue encontrar el placer de moverme», cuenta.

Un año después conoció a Nadine Rueda, quien se convertiría en su compañera de danza por varios años. «Ella hacía ballet, tenía técnica y mucha disciplina. Cuando empezamos a bailar salsa, seguí descubriendo que había muchas formas de moverse y de conocer a tu cuerpo», dice Luis. Es esa búsqueda y conexión constante con su lado artístico que lo animó a que, cuando se enteró que Nadine venía a Lima a estudiar danza, él también siguiera ese impulso.

Luis ha trabajado la danza contemporánea y la salsa desde la investigación académica y desde la práctica. Foto: Archivo personal

“A través de la danza he podido encontrar nuevas formas de investigar en el campo artístico, dejar lo tradicional pero mantener un proceso riguroso”. 

Una mirada introspectiva a la danza

Mientras con lo urbano y la salsa descubrió el placer del movimiento, ya en la Facultad de Artes Escénicas (Fares) de la PUCP encontró que su pasión era una combinación entre la investigación y la práctica. «El trabajar con distintos cuerpos en escena y la libertad de expresión que te ofrece la danza es lo que me fue enamorando cada vez más», explica Luis. Fue en los jardines de la Fares, recuerda, donde aprendió a conectarse consigo mismo a través del movimiento, tanto en sus épocas de estudiante como ahora, que es profesor en del Departamento Académico de Artes Escénicas.

Luis cuenta que una de las profesoras que más le enseñó en este camino fue Cristina Velarde. «Sentí que todo lo aprendido fue una base importante, pero cuando llegué a la clase de Cristina pude volar», dice el bailarín. Es con esa guía que empieza a abrirse a nuevas formas de investigación que combinaban su aprendizaje en danza moderna y en salsa. Así nace LUIS: un acrónimo.

Este proyecto se compone de cuatro piezas que, a través de las letras de su nombre, exploran su proceso de autodescubrimiento. «Con cada letra investigo cómo me vinculo con el mundo y las personas», destaca. La primera de estas obras comenzó en 2017, con L, un solo coreográfico acompañado de dos músicos y donde, según comenta, trabajó su relación con el otro a través del público. Entre el 2019 y el 2020 trabajó U, donde Luis expresó sus emociones sobre la soledad y la ausencia a través del baile, aunque este es un trabajo grabado en video, sin público. Y antes de la I, que aún está en gestación, apareció la S: este es un libro que creó entre el 2021 y este 2022, donde describe las emociones de bailar en pareja.

Su pieza de trabajo denominada S es la que se intersecta con otro de sus planes de larga data llamado Otros Salseos Posibles. Este también se inicio en 2017 con un taller de improvisación en salsa, donde Luis ofrecía clases de salsa y se enfocaba en personas que tenían miedo de moverse. «La idea era que ellas puedan acercarse a la idea del sabor y del movimiento de caderas desde algo más orgánico que solo aprender una coreografía», comenta.

Dictó este taller hasta que la pandemia comenzó y, luego de estudiar un Máster en Práctica Escénica y Cultura Visual en la Universidad de Castilla-La Mancha, en España, llevó esas experiencias con extraños al mencionado libro S: Encuentros para bailar, conversar y escuchar. «Fue interesante plasmar esas experiencias de las personas sobre su autoconocimiento, su autoestima y la confianza de poder acercarse a la salsa de otra forma», añade. Este libro aún será publicado en noviembre.

La última parte de este proyecto es una coreografía, denominada justamente Otros Salseos Posibles. Esta fue seleccionada para el Festival Danza Nueva 2022 del Instituto Cultural Peruano Norteamericano (Icpna) que también se desarrollará en noviembre próximo. «Después de tantos años de improvisación, decidí armar una coreografía que vincula la danza contemporánea y la salsa», cuenta. Esta la realizará con Camila Quiroga, también de la PUCP.

Un futuro de (auto)descubrimientos

Una de las cosas que más lo reconfortan de esta etapa de investigador y bailarín es que ha encontrado distintos formatos para sistematizar lo aprendido. «A través de la danza he podido encontrar nuevas formas de investigar en el campo artístico, dejar lo tradicional, pero mantener un proceso riguroso», comenta Luis. El trabajo realizado para el libro S es muestra de ello, precisa. Mostrar esto al mundo también ha sido clave en su proceso de aprendizaje y ha podido llevarlo a Colombia, México, Reino Unido, España y Bélgica.

«Creo que es necesario apostar por nuevas formas de investigación, sobre todo en el arte», agrega Luis. Para él, la PUCP le ha dado el empujón para encontrar ese camino. «La Universidad me ha enseñado a quebrar los moldes. La formación que recibí en danza fue bastante disruptiva y me inculcó a siempre cuestionarlo todo, cuestionar las formas, los formatos y hacerlo coherentemente desde el cuerpo», dice. “La PUCP me dio la oportunidad no solo de aprender sobre danza y cómo moverme, sino de conocerme y conocer al mundo”, añade. Ahora como profesor del Departamento de Artes Escénicas PUCP señala que sigue ese camino.

Un siguiente paso en su carrera ha sido ingresar al mundo de la cultura del ballroom y el vogue. Desde este 2022 es parte de House of Brava o Casa de Brava. Las casas son espacios de comunidad que nacieron como refugio para integrantes LGTBI afroamericanos y latinos en Nueva York, sobre todo durante la segunda mitad del siglo XX. Ahora, esa figura ha traspasado fronteras y son las formas de organización de quienes practican vogue en todo el mundo, incluido Perú.

Luis comenta que parte de la danza siempre debe ser respetar la cultura de la que proviene y no banalizarla solo como una «bonita forma de moverse». «Siempre tenemos que tener presente lo que hay detrás», dice. Es por esa ruta que seguirán sus investigaciones.

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