Filmoteca PUCP: tesoro histórico de nuestro cine
Más de seis mil películas peruanas son conservadas y restauradas por la PUCP en su filmoteca. Hace ocho años, la Universidad adquirió el archivo más completo del país.
Texto:
David PeredaFotografía:
Mario Lack
Una película en quechua, el primer desnudo de nuestro cine, noticieros de los cincuenta son algunas joyas que guarda la Filmoteca PUCP. Adquiridas de la antigua Filmoteca de Lima y otros aportantes hace ocho años, son más de seis mil películas, de ficción, documentales y caseras, que abren una ventana a nuestro pasado. Algunas nunca se vieron, debido a la censura de la época o por otras dificultades del precario cine peruano. Muchas de ellas, que se encontraban en mal estado por su antigüedad, han empezado a ser rescatadas, y comienzan ahora a dar testimonio de otro tiempo de nuestro país.
“Es la memoria fílmica del país. Nosotros hemos puesto énfasis en guardar la memoria de las obras cinematográficas nacionales y de fuera que quedan anotadas como hitos en la historia de nuestro cine”, explica el Dr. Salomón Lerner Febres, presidente de la Filmoteca PUCP, quien era nuestro rector cuando la Católica inició esta labor. En ese entonces, la Filmoteca de Lima, nacida en 1983 para conservar películas de toda época, estaba en crisis. Ubicada en el Museo de Arte de Lima, tenía dificultades para seguir manteniendo su valioso material, un trabajo muy costoso porque se requería espacio, refrigeración, además de iniciar restauraciones.
“El ingeniero Walter Piazza conversó conmigo. Con mucho agrado, acepté la propuesta de que la Filmoteca venga a la Universidad. Así nos hicimos de este material que es un tesoro para el país porque no existe una filmoteca nacional”, señala Lerner. Era el 2004 y Walter Piazza era presidente del Patronato del Museo de Arte, que incluía la Filmoteca.
En estos ocho años, la colección ha aumentado y se ha iniciado la catalogación y las restauraciones. Sin embargo, todavía hay muchas películas afuera, dispersas dentro y fuera del Perú. La Filmoteca PUCP sigue sus rastros para ubicarlas y salvarlas del deterioro. “Convocamos a las familias que tengan material fílmico para que nos lo den para, poco a poco, restaurarlo, digitalizarlo y, de esta manera, mantener una memoria fílmica del país”, pide Lerner. Resalta que esta recopilación tiene que incluir a todo el Perú, no solo Lima.
Joyas en celuloide
Las restauraciones están a cargo de María Ruiz, mujer de cine desde hace décadas que fue editora y productora de algunas películas que ahora recupera. “La historia del Perú también está acá y yo me siento muy contenta de que pase por mis manos”, confiesa. En efecto, películas de épocas tan lejanas como los años treinta nos muestran otro Perú.
De esta época, la Filmoteca PUCP ha recuperado el filme De carne somos, que incluiría el primer desnudo de nuestro cine. La película, dirigida por el chileno Segisfredo Salas, es del periodo de Amauta Films, productora que intentó crear una industria de nuestro cine. “Es la única película que se podrá ver de ese periodo importante. Amauta Films hizo películas sonoras entre el 37 y 40 con éxito de público, basadas en las tendencias de la época: melodrama, costumbrismo y música popular. Allí vemos al grupo musical de las hermanitas Travesí, una de ellas la famosa actriz Elvira”, cuenta el crítico de cine Ricardo Bedoya.
Además, ha sido restaurada buena parte de los noticieros cinematográficos de Manuel Trullen, la mayoría del tiempo del presidente Manuel Odría. En los noventa, la misma Ruiz convenció a un político de comprarlas, guarecerlas y donarlas a la entonces Filmoteca de Lima. Hoy, las vuelve a salvar del deterioro. “Allí podemos ver otra Lima y las actividades sociales que se realizaban en esa época, muchas que hoy ya no imaginamos”, asevera.
Otra joya es el único largometraje mudo peruano conservado casi completo: Yo perdí mi corazón en Lima, filmado en 1933 por el chileno Alberto Santana. “Es un testimonio de la época, en pleno conflicto con Colombia. Tiene imágenes de Sánchez Cerro en el desfile del día que lo mataron. Es un melodrama convencional sobre mujeres en el hogar que esperan a los hombres que han ido a la guerra, pero inserta en imágenes documentales. Incorpora esa realidad a la ficción. Eso no era lo más común en esta época”, dice Bedoya.
Los hallazgos en la Filmoteca PUCP continúan. Recientemente Ruiz encontró lo que sería la primera película en quechua: El chiara’ge del grupo cuzqueño de Luis Figueroa, fallecido en marzo último. “Lo tengo aún que revisar, pero parece ser todo documental. Trata del chiara’ge, una costumbre de pago a la tierra donde la gente se da golpes y hondazos. Esta película nunca se exhibió porque la censura no la consideró apta”, señala.
Mucho más contiene la Filmoteca PUCP, un verdadero tesoro que suma hallazgos mientras es catalogado y restaurado. Con fondos propios de la Universidad y ayuda de otras instituciones, principalmente filmotecas de otros países y embajadas, sigue avanzando.
Fiesta con el mejor cine
Este octavo aniversario se celebrará con seis muestras de buen cine:
- Las influencias de Tarkovski en el cine mundial: Del 28 de mayo al 3 de junio
- Una revisión de la comedia española: Del 4 al 8 de junio
- Cine de Bilge Ceylan: Del 4 al 10 de junio
- Festival de Cine de Montaña Perú 2012: 8 y 9 de junio
- IV Jornadas de Cine Italiano: Del 11 al 17 de junio
- Homenaje a Antonioni, centenario de un maestro: Del 18 de junio al 1 de julio
Todas estas películas se exhibirán en la Sala Azul del Centro Cultural PUCP en San Isidro (Av. Camino Real 1075), por solo siete soles. Revisa la programación completa en la página web de la Filmoteca PUCP.
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