Consuelo Cano y Bruno Castillón, inventores de la PUCP, fueron seleccionados para representar a la Universidad en la edición 45 del Salón Internacional de Invenciones de Ginebra. Ambos destacaron en el evento con sus creaciones: Castillón obtuvo la medalla de oro con el Resucitador manual de volumen regulable; y Cano, la medalla de plata con el skateboard para deslizamiento en pendiente.

Además de haber llegado hasta allá y obtener medallas por sus invenciones, estas también tuvieron reconocimientos y comentarios positivos de los asistentes a la exhibición. “Había mucha gente que quería probar el proyecto al verlo, porque tiene un look llamativo” comenta Cano, egresada de Diseño Industrial y ganadora de la medalla de plata. Cano produjo una tabla o skateboard de downhill que combina el concepto del longboard con el del go-kart. Este otorga más seguridad a los deportistas ya que cuenta con un freno de mano que puede ser accionado en cualquier momento. De tal manera que se logra disminuir las volcaduras y accidentes que son las pesadillas de los deportistas.

El magíster en Ingeniería Biomédica por la PUCP, Bruno Castillón, cuyo producto ganó la medalla de oro, explica la función del resucitador manual que desarrolló. “El equipo tiene un control manual que evita que exista una sobrepresión y un sobrevolumen; en otras palabras, ya no se revienta el pulmón del paciente”, precisa. Castillón considera que la solución al problema se desarrolla cuando combinas conceptos y disciplinas. Así sucedió en su caso, ya que basándose en un principio de la electrónica ideó un resucitador que da aire en un ritmo constante, sin importar la presión que se aplique.

Ambos representantes de la PUCP pretendieron resolver una problemática específica a través de su invención. Para hacerlo, primero tuvieron que ubicar el problema y luego plantear una solución que con lleva un proceso minucioso de fabricación, así como pasar por numerosas pruebas, ajustes y mejoras.

Delegación peruana de la PUCP
La exhibición en Ginebra, que se llevó a cabo del 29 de marzo al 2 de abril, reunió a cientos de expositores. Todos los años la realiza la Organizacion Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) y es un espacio que permite conocer las últimas invenciones patentadas del mundo en numerosos temas.

Melisa Guevara, jefa de la Oficina de Propiedad Intelectual (OPI) de la PUCP, y quien acompañó a los inventores en Ginebra, resalta de la experiencia que es una oportunidad para “medir la calidad de nuestro talento en un espacio internacional donde la competencia es fuerte”. Precisa que la calidad de nuestras invenciones es igual a la internacional y, en algunos casos, superior.

Para Guevara, esto demuestra confianza en la OPI y en la Universidad. En el caso de Consuelo Cano, quien desarrolló el producto de manera externa y tuvo interés propio para acercarse a la OPI, recibió apoyo en el análisis y protección de su creación. Con el Mg. Castillón fue distinto ya que el invento desde el inicio fue desarrollado con la Universidad.

La respuesta de los asistentes a la exhibición fue abrumadora. Castillón comenta que “la aceptación vino por parte de los relacionados con la salud, ya que el invento tiene bastante ventaja frente a un resucitador normal”. Para Cano, la acogida no fue menor, “aprovechando que el espacio era amplio, les dábamos a los asistentes una vuelta por la convención”, explica la diseñadora sobre las decenas de personas que querían montar el skateboard.

Melisa Guevara precisa que la convención ayuda a medir estas creaciones con quienes serían sus pares, así como ver lo bien acogidos que son sus inventos para ser comprados y utilizados por usuarios finales. “Ese ha sido el gran salto que se ha dado este año, lo cual significa muchísimos retos para los inventores, la Universidad y también el país”, asegura Guevara.

Felicitaciones a ambos inventores y que sigan brillando las creaciones innovadoras de la PUCP en el mundo.