Los inicios: el delicado límite entre el arte y la idolatría

Actualmente, la herencia hebrea se restringe a los testimonios literarios porque, al igual que en el arte musulmán, el arte hebreo carecía de imágenes. En la Biblia, se indica que en algunos lugares había figuras de animales, ángeles y querubines, pero se abstenían del arte gráfico debido al riesgo de que se convierta en objeto de idolatría. Para Dellutri, Occidente es la convergencia de dos culturas -hebrea y griega- a través del cristianismo. Entonces, la revolución artística de los primeros cristianos se inició cuando comenzaron a dibujar la figura humana en las catacumbas. A partir de entonces dejan testimonio gracias a la influencia griega.

La Edad Media: el lento crecimiento de la naturaleza

“No creo que la Edad Media sea la época oscura como se dice”, opina Dellutri y agrega “no podemos departamentalizar la historia, esta es una continuidad y hay que estudiar muy bien las transiciones”. El experto explica que si se observa con detalle desde el siglo XIII, la naturaleza va apareciendo muy lentamente en el arte occidental. Las primeras manifestaciones se reducen a floreros o a lirios al lado de la Virgen María como símbolo de pureza. Pero poco a poco se representan algunos paisajes detrás de los personajes hasta que se muestran por completo y el ser humano ya forma parte. Paralelamente, San Francisco de Asís baja los ojos de los cristianos de lo celestial a la naturaleza y eso también caló en el arte renacentista del siglo XIV.

Humanismo: siempre hay una posibilidad

Gracias a la visión de San Francisco de Asís, la concepción sobre el ser humano se transforma y se naturalizan temas como la muerte y la pobreza. No obstante, es Jesucristo quien tiene la visión más esperanzadora sobre el ser humano. Los artistas representaban la visión de Jesús mediante las escenas del Evangelio. Sin embargo, Jesús confronta una visión de dios con otra. Por un lado, los fariseos tenían una visión de dios castigador; por lo tanto, el hombre no era rescatable. Pero, por otro lado, cuando Jesús perdona a la mujer adúltera, el hombre se presenta como posibilidad, como alguien con la oportunidad de redimirse. “Esa visión de dios de amor ya estaba en la Torá, pero el fariseísmo había llegado a un fundamentalismo tal que había desvirtuado la idea de dios. Entonces Jesucristo la rescata, y trae una nueva visión del hombre y amor al prójimo”, explica Dellutri.

La dificultad de representar a un dios humano

Dellutri nos recuerda que artistas como Miguel Ángel y Leonardo da Vinci consolidaron la idealización de la imagen del hombre en el Renacimiento; mientras que Caravaggio utilizaba el realismo para representar a los personajes bíblicos, lo que chocaba con el pensamiento cristiano y la Iglesia. Por lo general, los pintores renacentistas y posrenacentistas tuvieron algún tipo de temor al representar a Jesús. Por ejemplo, en el pasaje en el que expulsa a los mercaderes del templo, “la mayoría de artistas lo presentó desde ángulos lejanos o dulcificó la escena, porque no lo podían imaginar en esa posición. No se atrevían, pese a que eran momentos de libertad. Había cierta timidez para encarar ciertos temas”, sostiene el expositor.

El humanismo acaparó todo

Sin duda alguna, el cristianismo fue abandonado en el arte contemporáneo. Hay artistas que trabajan esta temática pero no son muy reconocidos. La corriente del arte hoy está saturada de humanismo y hay un vacío de cristianismo muy grande. “De alguna forma hay una añoranza que aparece en la Guernica de Picasso. Hay una «Piedad» en el extremo izquierdo, pero es de la desesperación, que se contrasta con la de Miguel Ángel”, concluye Dellutri.