Escuelita Iskonawa: iniciativa PUCP busca evitar la extinción de una lengua amazónica
Roberto Zariquiey, director de la Maestría en Lingüística PUCP, y otros especialistas apoyan la Escuelita Iskonawa, iniciativa de una comunidad nativa para enseñar esta lengua a las nuevas generaciones y evitar su desaparición.
Texto:
Daggiana Gómez RoncalFotos:
Archivo Personal
La unión hace la fuerza cuando se trata de preservar una lengua madre. En la comunidad nativa de Callería, en la provincia ucayalina de Coronel Portillo, se viene gestando desde el 2013 la Escuelita Iskonawa, un proyecto que tiene como principal objetivo transmitir la lengua y la cultura a las generaciones más jóvenes y, así, evitar su extinción.
«Esta lengua es sobre todo herencia y pilar de la identidad del pueblo iskonawa, que merece ser preservado y potenciado», afirma el Dr. Roberto Zariquiey, director de la Maestría en Lingüística PUCP y quien lidera el proyecto de la escuelita. Gracias a la apertura de la Organización para el Desarrollo y el Bien Común del Pueblo Iskonawa (Odebpi), Zariquiey comenta que la escuelita es una realidad y forma parte de la agenda política del pueblo iskonawa. «Es el sueño hecho realidad de varios de sus miembros», agrega.
¿Cómo empezó todo?
La historia comienza cuando la Odebpi y algunos aliados iniciaron con la documentación de la lengua iskonawa a través de un proyecto con la Universidad Tufts. En ese camino, los especialistas elaboraron una gramática, un diccionario y una compilación de tradición oral. Estos materiales dieron soporte a otros para la revitalización para la lengua.
“Fue cuando el Ministerio de Educación inició el proceso de diseño del alfabeto iskonawa que el propio pueblo decidió trabajar», comenta el Dr. Zariquiey. Conmovido, el profesor cuenta que vio cómo los mismos ancianos enseñaban su lengua a sus nietos. El docente, además de apoyar este proyecto haciendo gestiones, da clases a los niños que acuden a la escuelita. “La meta es que crezca. Willian Ochavano será el primer docente intercultural bilingüe del pueblo iskonawa y esperamos que él pueda tomar la posta en la coordinación”, afirma.
Esta lengua es sobre todo herencia y pilar de la identidad del pueblo iskonawa, que merece ser preservado y potenciado".
Con técnicas pedagógicas, a través de juego, el arte, la música y la tecnología, enseñan a los niños palabras y frases en la lengua de sus abuelos. El pueblo iskonawa tiene entre 120 y 130 ciudadanos. Todos están entusiasmados, sobre todo los padres de los 25 niños y adolescentes que son directamente beneficiados con esta iniciativa. Además de aprender elementos de su lengua ancestral también aprenden de arte, escritura, música y matemática.
“El mensaje es muy potente, el iskonawa es una lengua plena y no debe desaparecer. Esperamos poder llevar estudiantes de la PUCP a la escuelita. Ya hay varios estudiantes que han realizado artículos y tesis escritas gracias a la generosidad de ese pueblo”, expresa el Dr. Zariquiey.
Un pedido de los sabios
Llenos de esperanza al ver los frutos de esta iniciativa, el lingüista señala que los sabios de esta comunidad piden apoyo a las autoridades para que este proyecto tome más fuerza y continúe creciendo. “Lo que queremos es institucionalizar la escuelita. En este momento, venimos ejecutando esta iniciativa de manera personal gracias al apoyo de los actores comprometidos. Lo difícil es que los fondos son escasos y casi inexistentes”, explica.
Proyecto Chana en la Escuelita Iskonawa
La escuelita hace uso de herramientas tecnológicas y dinámicas desarrolladas por el Proyecto Chana. Este es un colectivo de investigación liderado por el Dr. Roberto Zariquiey y acaban de inaugurar con sus aliados internacionales una field station -estación de campo- en la Amazonía, zona de alta diversidad lingüística.
“Todo el componente tecnológico tiene que ver con Chana y estamos trabajando en más cosas. La estación científica Chana en Pucallpa también tendrá un rol importante en dar el soporte científico a esta iniciativa social”, afirma.
Ahora se preparan para la segunda jornada de enseñanza en la Escuelita Iskonawa, que tendrá lugar este 19 y 20 de julio en la comunidad de Callería.
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GRACIELA MONROY
Felicitaciones por tan buena labor, el presenvar nuestras lenguas nativas de generación en generación es de suma importancia, ello permite que estás lenguas no se pierdan con el paso del tiempo.