Gastón Garatea: 60 años de vida religiosa
Texto:
Fiorella Palmieri
El 12 de abril de 1959, Jorge Gastón Garatea Yori, un joven inquieto de 19 años, se integró a la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y María (SS.CC.). “Si yo he podido ser sacerdote, ¡cualquiera puede!”, dice, en broma y en serio, días antes de cumplir seis décadas de vida religiosa. “A mí me entusiasmó mucho el vivir la fe con otros. Yo no me sentía fuerte para vivirla solo. Me presenté con los padres de los SS.CC. Recoleta, ya que estudié en el colegio y no quise dejar lo que conocía”, contó el padre Garatea, cuyo primer gran sacrificio fue dejar a su familia. “Y a la familia le costó mucho dejarme porque era asmático, el niño enfermo de la casa. Primero dudé si podría vivir sin mi mamá y mi familia dudó de que pudiera vivir solo”, recordó.
Así fue como el “palomilla” de la clase, que por poco es expulsado del colegio, sorprendió a todos y se ordenó sacerdote en 1966. Desde entonces, ha mantenido una trayectoria intensa, en la que ha defendido ideas consideradas controversiales al interior de una Iglesia católica en movimiento, como la apertura hacia sacerdotes casados. “Me caen palos, pero me ha tocado pensar así y estoy convencido de que tengo razón. Dogmáticamente no hay nada que vaya contra lo que yo digo”, comenta.
Su quehacer se ha caracterizado por un gran compromiso social como presidente de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza, y como comisionado de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, que fue la experiencia más retadora de su carrera. “Había vivido por todo el Perú y había visto los desastres que ocurrieron, pero descubrí que lo ocurrido era 10 mil veces peor. Allí aprendí que, para querer al pueblo sufriente, no basta con saber su dolor, hay que estar cerca”, enfatizó el profesor honorario del Departamento de Ciencias Sociales, quien considera que los jóvenes de ahora son más religiosos de lo que creen.
Hermanos de fe
Garatea y monseñor Carlos Castillo Mattasoglio (CC), arzobispo de Lima, participaron en una amena conversación grabada para PuntoEdu. Mírala aquí.
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