“Cuando prima el caudillaje sobre la institucionalidad, los partidos se convierten en una cosa descartable”
Con la renuncia de Jaime Delgado, la bancada oficialista de Gana Perú suma diez bajas, se queda con 36 congresistas y pierde la primera minoría. Henry Pease, ex congresista y director de la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la PUCP, analiza los cambios en el Congreso y la crisis de los partidos políticos.
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Henry Pease
Director de la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la PUCP
Texto:
Israel Guzmán
¿La renuncia de diez congresistas en Gana Perú (GP) es un síntoma de la debilidad institucional de los partidos políticos?
Es un síntoma de que ese partido tiene un manejo autoritario donde el Presidente, o la Primera Dama y presidenta del partido, se impone a la bancada. En GP hay un par de líderes que a veces actúan como dueños. En la época de Toledo nunca se impuso a la bancada una orden desde fuera, las decisiones se tomaban dentro. Una de las razones de la crisis y debilidad de los partidos es que no son asociaciones sino listas con dueño, y en este caso es evidente que ha habido errores políticos garrafales.
Toledo también perdió diez congresistas en su período.
Pero ahí no se dio un choque de esta naturaleza. Toledo aceptó a una serie de aspirantes al Congreso que tenían su propio movimiento y decían que le iban a aportar fuerza pero se salen y enfrentan a PP a la primera elección regional. Otros tuvieron otras razones, probablemente por problemas de democracia interna. Lo democrático no es que el partido les mande ni que los congresistas hagan lo que les da la gana, sino que haya una relación de diálogo entre el partido y bancada. El Apra tiene estructuras de participación que le han funcionado varias veces pero tienen un liderazgo tan autoritario –y lo acabo de ver en una tesis- que funcionó como un gobierno sin partido, no les dejaba participar.
Pero Alan García perdió solo un congresista durante su administración.
Es que el Apra es más institucionalizado y García no hizo la chambonada de pelear al choque con sus congresistas. La debilidad de los partidos proviene de la falta de democracia interna, por eso se establecieron las elecciones primarias y la elección periódica de cargos pero han encontrado todas las maneras posibles para sacarle la vuelta.
Ollanta Humala habló de la reforma política en su discurso de Fiestas Patrias.
Es un tema más complejo. Se tiene que incluir elecciones primarias abiertas en los partidos, que no haya voto preferencial ni simultaneidad perfecta (con las elecciones presidenciales) que hace que se asocie a la bancada al presidente y que éste pueda mandonearla.
El 2011 entraron seis bancadas, hoy son nueve y siguen fragmentándose.
En el Perú eso es buscado por la clase política. No creo que haya en más países una norma como esta en que un congresista puede salir de su bancada, juntarse de a seis y formar una nueva con los mismos derechos. El congresista es fruto de una relación doble: la lista parlamentaria y la decisión del ciudadano.
Actualmente 105 de los 130 congresistas son completamente nuevos.
Es que los partidos están en crisis. Empieza porque los partidos que gobiernan pierden la siguiente elección. A los presidentes no les interesa que uno de su partido lo suceda porque van a perder liderazgo al interior. Esa ha sido la conducta de García en su segundo gobierno. Cuando prima el caudillaje sobre la institucionalidad los partidos se convierten en una cosa descartable. Los que son oficialismo terminan teniendo dos o tres en el siguiente período, es lo que le espera a Humala en este camino.
En su libro “La política en el Perú del XX” define lo que pasó en el segundo período fujimorista como “la destrucción, una por una, de las instituciones o reglas que en la constitución del 93 no convenían a la autocracia”. ¿Eso terminó de destruir a los partidos?
Sí, pero es algo que viene del 90. Fujimori acentúa la crisis de los partidos, les cierra espacios y todo el discurso político es anti partidos. Pero las palabras no hacen daño sino el comportamiento de los propios actores políticos. Pero aún cabe la posibilidad de que surjan nuevas organizaciones que aprendan de la experiencia de las otras.
El Perfil
Nombre: Henry Pease
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