A 4,562 m s.n.m., la laguna Palcacocha se asoma como un espejo cristalino, rodeada de una serie de montañas que conforman la Cordillera Blanca en Huaraz. Allí, Saúl Luciano Lliuya, agricultor y guía de montaña, enfrenta una realidad preocupante: la gradual desaparición de sus glaciares, y el constante temor de que esta laguna, cuyo volumen de agua ha aumentado 34 veces en los últimos 20 años, se desborde y arrase con todo a su paso. Esto inició una larga lucha de Lliuya que marcaría un hito en la justicia y derecho ambiental.

Pero ¿alguna vez te has preguntado quiénes son los responsables de esta situación? Saúl lo hizo y lo que descubrió fue preocupante: los principales emisores no asumen su responsabilidad por acelerar este proceso. “Nunca pensé que esta denuncia se convertiría en algo tan grande y mediático, pero sé que dejará un precedente significativo en lo legal y ambiental», añade el montañista.

El 24 de noviembre se cumplen 9 años desde que Saúl decidió demandar a la gigante energética alemana Rheinisch-Westfälisches Elektrizitätswerk (RWE), responsable del 0.47% de las emisiones desde el inicio de la industrialización. RWE forma parte de las 100 empresas que generan el 70% de las emisiones globales.

En 2015, con el apoyo de la ONG Germanwatch, Lliuya presentó una demanda ante el Juzgado de Primera Instancia en Essen (Alemania), invocando el artículo 1004 del Código Civil Alemán, que establece que si una acción causa daño a la propiedad de otra persona, el responsable debe cesar o asumir la responsabilidad de prevenir el daño.

Nunca pensé que esta denuncia se convertiría en algo tan grande y mediático, pero sé que dejará un precedente significativo en lo legal y ambiental".

Un hito histórico en el derecho ambiental

«Este es un artículo sencillo que regula la relación entre vecinos», explicó Andrea Tang, abogada PUCP y consultora para Germanwatch, refiriéndose al artículo 1004 del Código Civil Alemán, base legal de la demanda. Lo novedoso es la aplicación del concepto de «vecindad global». Aunque Saúl Luciano vive a más de 10 mil kilómetros de la sede de RWE, sus emisiones afectan directamente a su propiedad y a su entorno. Este enfoque establece un precedente al extender la responsabilidad más allá de las fronteras.

En segundo lugar, el caso marca la primera vez que un tribunal aborda una demanda por cambio climático de esta naturaleza. Esto es un hito en el derecho ambiental ya que el fallo favorable para Saúl abriría la puerta a miles de casos similares. Al hacerlo, obliga a las empresas a asumir sus responsabilidades protegiendo a comunidades vulnerables de los impactos del cambio climático.

Debido a la magnitud de la demanda, incorpora herramientas científicas que avalan un posible riesgo inminente. «Hemos utilizado la ciencia de la atribución para establecer la relación entre fenómenos extremos con el cambio climático y así determinar si existe un riesgo o no», afirma la abogada. Además, subraya que «los jueces hoy en día nunca han resuelto temas como este por lo que es indispensable que trabajen con especialistas de múltiples disciplinas, enfrentando un caso que redefine los principios del derecho ambiental y las relaciones transnacionales”.

Los jueces hoy en día nunca han resuelto temas como este por lo que es indispensable que trabajen con especialistas de múltiples disciplinas, enfrentando un caso que redefine los principios del derecho ambiental y las relaciones transnacionales”.

¿Qué es lo que pide Saúl Lliuya?

En su demanda, Lliuya solicita que RWE asuma parte del costo de las medidas de protección para el lago glaciar Palcacocha y que sea proporcional a su contribución al cambio climático global (0.47%). La construcción de un dique de protección en el lago tiene un costo estimado de US$4 millones, de los cuales RWE debería aportar unos US$20 mil. Sin embargo, la empresa solo estaría obligada a pagar si las autoridades peruanas ejecutan el proyecto, y Lliuya cubriría inicialmente los gastos, para luego reclamar el reembolso a RWE.

Es importante que los responsables asuman su parte. Las personas que menos han contribuido a este problema enfrentan las peores consecuencias. Es crucial que esto se entienda y se actúe en consecuencia".

Más allá del caso, Saúl busca establecer un precedente que inspire a otras comunidades afectadas por el cambio climático a reclamar justicia ambiental. «Es importante que los responsables asuman su parte. Aquí, en las montañas, la gente apenas contamina pero son quienes más sufren los impactos del cambio climático. En Huaraz, por ejemplo, las lluvias se han retrasado, las sequías inesperadas han dejado las vacas flacas y el agua no llega a los canales para sembrar. Las personas que menos han contribuido a este problema enfrentan las peores consecuencias. Es crucial que esto se entienda y se actúe en consecuencia», afirma el montañista.

Andrea Tang también resalta la importancia de exigir a las autoridades que cumplan con sus obligaciones de precaución y protección: «Es crucial que todas las disciplinas contribuyan a vivir en un ambiente sano, ya que el futuro de las próximas generaciones depende de ello. Si queremos luchar contra el cambio climático, debemos actuar ahora, no en el futuro. El bienestar ambiental de nuestros hijos y nietos está en nuestras manos”.