Ha pasado ya más de dos semanas desde que se instauró el estado de emergencia y el aislamiento social obligatorio, medidas dadas debido a la coyuntura excepcional por la pandemia causada por el coronavirus (COVID-19).

Todos los días se actualiza el número de personas contagiadas, hospitalizadas, casos graves y fallecidas. Si bien estas cifras siguen subiendo mientras los días pasan, desde la estadística se puede entender el porqué para tratar de manejar las consecuencias futuras.

Se espera que, en esta etapa, el aumento de casos sea menor. Pero esto también depende del número de pruebas que se vayan realizando».

“El objetivo del estado de emergencia es la reducción del número de casos de contagio por las personas ya infectadas. Si una persona infectada está sola en su casa, podría infectar como máximo a los miembros de su hogar. Sería un escenario muy distinto si este mismo infectado estuviera transitando libremente. En ese caso, podría infectar a decenas o cientos de personas”, recalca el Dr. Giancarlo Sal y Rosas, profesor principal del Departamento de Ciencias y miembro del Comité Directivo de la Maestría en Estadística.

(Al 01.04.2020)

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El número crece

Mientras lees esta nota, el número se va actualizando y los casos siguen aumentando. Sin embargo, se espera que mientras pasa el tiempo de cuarentena se noten los resultados y que el número de casos sea menor. Pero esto también depende del número de pruebas que se vayan realizando.

Parte del trabajo del equipo médico consiste en adquirir e implementar pruebas más rápidas y eficaces para ser utilizadas en sus respectivas evaluaciones, así como descentralizar estas hacia otras regiones. Este último punto es una de las variables para entender la proyección de cuántos infectados tendremos en nuestro país.

Deseamos ver que –gracias a las estrategias de prevención– la pendiente empiece a decrecer y se parezca más a una parábola que a una curva exponencial».

“Lo importante es entender que esta curva depende de varios parámetros. Por ejemplo, el número de personas que una persona enferma puede contagiar, el periodo de incubación de la enfermedad, si la capacidad de infectar a otros depende de tener los síntomas o no”, detalla Sal y Rosas.

Por su parte, la base son los modelos previos construidos para epidemias. Actualmente, se utilizan publicaciones científicas de China, Italia o Corea del Sur, que constantemente se actualizan para otorgar las variables y parámetros necesarios para el estudio.

Fuente: Ministerio de Salud (31.03.2020)

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Hacia dónde nos proyectamos

Para lograr la exactitud, se tiene que utilizar supuestos precisos para que los modelos también lo sean. Gracias a estas herramientas, se logra saber si es que falla o no. Y si bien algunos son de alta complejidad, pueden ser implementados en computadoras de casa.

Según ese modelo, investigadores del Imperial College, en Londres, estimaron cuál sería el impacto del virus en EE.UU. y en el Reino Unido bajo diferentes estrategias.

Asimismo, la ciudad de Wuhan, en China, ha sido una de las fuentes de datos para toda la comunidad científica. Gracias a la táctica de aislamiento ejecutada en este territorio, disminuyeron los contagios.

“Deseamos ver que –gracias a las estrategias de prevención– la pendiente de esta curva empiece a decrecer y se parezca más a una parábola que a una curva exponencial. Sin embargo, es importante entender que el modelo de esta curva no se determina solo por el número de casos reportados, sino por muchos parámetros más”, concluye el docente.

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