El viernes 13 de mayo, la parroquia cusqueña de Andahuaylillas se convirtió en el escenario de la primera edición presencial de «Transforma». Este proyecto desarrollado entre el 9 y 14 de mayo por Sinfonía por el Perú articuló cuatro talleres dirigidos a 80 instructores y jóvenes músicos que fueron diseñados e impartidos en colaboración con profesores del Departamento de Artes Escénicas PUCP.

La colaboración fue resultado de una alianza realizada gracias al Área de Responsabilidad Social Universitaria del Departamento de Artes Escénicas. Mónica Silva, jefa del departamento, señala que, en un principio, estuvo a cargo de asesorar a los instructores de «Transforma» desde la pedagogía del arte. «Fue tras este primer acercamiento que surge la oportunidad de articular la residencia a las disciplinas del departamento y trabajar desde un enfoque multidisciplinario enfocado en generar incidencia social», comenta.

Sinfonía por el Perù – José Vidaurre

Visión multidimensional

Silva agrega que, si bien el eje central era el concierto, el método consistió en generar espacios de intercambio y reflexión que cuenten con etapas de crítica, observación y ejecución. Se buscó lograr una experiencia multidimensional que fuera más allá de la interpretación musical y, detrás de esto, se encontraban tres elementos clave: la creación, el cuerpo y la memoria. “Mi historia, mi memoria y mi vivencia tienen que ver con cómo soy artista. Es importante hacer explícito lo que estoy sintiendo y utilizar distintos lenguajes para transmitirlo”, dice.

Por otro lado, durante los tres días de preparación, los profesores del Departamento de Artes Escénicas trabajaron con los beneficiarios de forma simultánea desde cuatro líneas distintas. Estas estuvieron a cargo de los siguientes profesores PUCP:

• Educación somática: Karine Aguirre
• Improvisación musical: Rafael Miranda y Mónica Gastelumendi
• Repertorio barroco latinoamericano: César Vega
• Testimonio: Lucero Medina, Alejandra Vieira, Ana Lucía Rodríguez
• Pedagogía del arte: Mónica Silva

Las líneas fueron diseñadas con el fin de que los jóvenes reconocieran que la creación musical va más allá de lo académico. “Se conecta con la producción artística, pero también se llega a la investigación y a la reflexión. Son estas experiencias las que le dan mucho más sentido al hecho de hacer arte”, dice Silva. El profesor Rafael Miranda, a cargo de la sección de cuerdas durante «Transforma», nos comenta que se trató de abrir la creatividad y buscar en que aspectos de la vida cotidiana improvisamos. «Hubo que partir desde ahí y buscar un desbloqueo creativo”, señala.

Sinfonía por el Perù – José Vidaurre