Mons. Carlos Castillo, Gran Canciller de la PUCP, es el nuevo cardenal del Perú y estas serán sus funciones
El arzobispo de Lima y Gran Canciller PUCP, Mons. Carlos Castillo Mattasoglio, recibió el birrete y anillo cardenalicio de manos del papa Francisco en el Consistorio para la creación de nuevos cardenales, que se celebró el sábado 7 de diciembre. De esta manera, acaba de convertirse en el sexto cardenal en la historia del Perú, el primer docente PUCP en serlo y, en un futuro, como parte de sus funciones, podría llegar a elegir a un nuevo Papa.
Texto:
Oscar García Meza
El sábado 7 de diciembre a las 10 a.m., hora peruana, se celebró en el Vaticano el Consistorio para la creación de nuevos cardenales. Entre los 21 seleccionados, de diversas partes del mundo, estuvo nuestro Gran Canciller de la PUCP y arzobispo de Lima, monseñor Carlos Castillo Mattasoglio. De esta manera, acaba de convertirse en el sexto cardenal en la historia del Perú, después de Juan Luis Cipriani, Pedro Barreto, Juan Gualberto Guevara, Augusto Vargas Alzamora y Juan Landázuri Ricketts. “Al ser ahora cardenal, Mons. Castillo asume un rol de mayor presencia en la vida de la Iglesia global», resalta el Mag. Rolando Iberico, profesor de nuestro Departamento Académico de Teología.
En sus primeras palabras después de la ceremonia, el Cardenal Mons. Carlos Castillo mencionó: “Hermanos y hermanas de la Iglesia de Lima y también todos los católicos del Perú, mi más sincero agradecimiento por la compañía en la oración que hemos vivido estos días (…) Dios está con nosotros, Dios está con el Perú”.
Como recordamos, el anuncio lo dio el papa Francisco en el Ángelus del 6 de octubre del 2024. “Que el Mons. Carlos Castillo sea cardenal es un merecido reconocimiento a su trayectoria tanto de pastor como de teólogo, ya que ha desarrollado una importante obra y reflexión y es discípulo del padre Gustavo Gutiérrez”, resalta Véronique Lecaros, jefa del D.A. de Teología y quien también asistió al importante evento. “Es un orgullo para la Universidad tener entre sus miembros a un cardenal, y también un compromiso para ser, aún más, una universidad comprometida con la Iglesia y el país”, añade Iberico.
Una ceremonia histórica
El consistorio se realizó en la Basílica de San Pedro del Vaticano. En primer lugar, el Santo Padre leyó la fórmula de la creación y proclamó los nombres de los nuevos cardenales. Después de realizar el juramento de fidelidad a la Iglesia, los cardenales se presentaron uno por uno ante el papa Francisco, quien les impuso el birrete y anillo cardenalicio.
El color rojo de la sotana y el birrete que vistieron los cardenales simbolizan su entrega por la Iglesia y que, incluso, están dispuestos a dar su vida por la fe, explica Iberico. «El anillo cardenalicio significa la alianza que asumen los nuevos designados con la Iglesia», añade nuestro profesor.
Esta ceremonia fue histórica porque nuestro país tiene ahora un nuevo representante en el Colegio Cardenalicio de la Santa Iglesia. Asimismo, es el primer profesor PUCP que es cardenal.
Carlos Castillo: servicio a la Iglesia universal
Al formar parte del Colegio Cardenalicio, el Mons. Castillo asume la función de consejero del Papa. También debe acudir a los consistorios a los que sea convocado. En un futuro, el Santo Padre podría designarle un rol específico en el gobierno de la Iglesia, por ejemplo, como miembro de un dicasterio (es decir, un ministerio de la curia romana).
Asimismo, el Mons. Carlos Castillo participará en un eventual cónclave en donde se elija a un nuevo Papa, en caso suceda cuando aún no haya cumplido los 80 años. Incluso, nuestro Gran Canciller podría llegar a ser el sucesor de Francisco. «Ser cardenal no afecta su rol y funciones como arzobispo de Lima, que se mantienen igual, pero sí asume una mayor presencia en la Iglesia global», resalta Iberico.
Promoviendo la universalidad de la Iglesia
En la Edad Media, algunos miembros de la Iglesia de Roma escogían al Papa. Ellos eran los cardenales. Con el paso del tiempo, se fue ampliando la procedencia de los electores. “El papa Francisco refuerza la tendencia de que la Iglesia sea verdaderamente universal y no se centre en incluir solo cardenales nuevos de Italia o de la curia romana, sino también de las periferias”, enfatiza Lecaros.
Por ello, entre los 21 nuevos cardenales hubo representantes de América Latina, Japón, Filipinas, Costa de Marfil, Indonesia, Irán, Canadá, Italia, entre otras latitudes. “Su procedencia expresa la universalidad de la Iglesia que continúa anunciando el amor misericordioso de Dios a todos los hombres de la Tierra. Su inclusión en la diócesis de Roma manifiesta, pues, el vínculo inseparable entre la sede de Pedro y las iglesias particulares esparcidas por el mundo”, señaló el Santo Padre en el Ángelus del 6 de octubre en el que dio el anuncio.
Para mantener la tradición, a cada cardenal se le asigna una diaconía en Roma. Este acto es simbólico, pues realmente no están a cargo de una parroquia, pero es una forma de recordar los inicios de la elección papal en la época medieval.
Mons. Carlos Castillo: cercanía y trabajo por los más necesitados
«Los príncipes de la Iglesia» era una forma de llamar a los cardenales, pues pertenecían a un grupo selecto de la Iglesia. Sin embargo, para Iberico, este término es desafortunado porque remite más al lujo que al verdadero significado y función de tener este cargo: servir al prójimo y a la Iglesia.
El papa Francisco refuerza la tendencia de que la Iglesia sea verdaderamente universal y no se centre en incluir solo cardenales nuevos de Italia o de la curia romana, sino también de las periferias”.
En la carta que les escribió, el papa Francisco dice, citando al poeta argentino Francisco Luis Bernárdez, que los cardenales debían tener ojos altos, manos juntas y pies desnudos: «Ojos altos, porque tu servicio exigirá ampliar la mirada y ensanchar el corazón, poder mirar más lejos y amar más universalmente con mayor intensidad (…). Manos juntas, porque la Iglesia lo que más necesita es tu oración para apacentar bien la grey de Cristo (…). Pies desnudos, tocando la aspereza de la realidad de muchos rincones del mundo embriagados de dolor y sufrimiento».
Sin duda, en su trayectoria el Mons. Carlos Castillo se ha caracterizado por su humildad y compromiso con los más pobres, necesitados y jóvenes, por ejemplo en su rol de párroco en la Parroquia San Lázaro y al enseñar en nuestras aulas. Lo felicitamos por este gran reconocimiento, y le deseamos los mejores éxitos en esta nueva etapa de servicio a la Iglesia y a los más necesitados.
Latinoamérica y la universalidad de la Iglesia católica
Además de Mons. Castillo, cuatro de los nuevos cardenales pertenecen a la región de América Latina:
Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre, Brasil
Vicente Bokalic, arzobispo de Santiago del Estero y primado de la Argentina
Luis Gerardo Cabrera, arzobispo de Guayaquil, Ecuador
Fernando Chomali, arzobispo de Santiago de Chile
En sus primeras palabras después de la ceremonia, el Cardenal Mons. Carlos Castillo mencionó: “Hermanos y hermanas de la Iglesia de Lima y también todos los católicos del Perú mi más sincero agradecimiento por la compañía en la oración que hemos vivido estos días (…) Dios está con nosotros, Dios está con el Perú”.
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Tessy
Muchas felicidades por la designación, Monseñor!