Todos los años, el Hult Prize reúne ideas de estudiantes universitarios después de desafiarlos a resolver un problema social en torno a los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Así los estudiantes PUCP Cindy Pariachi (Química), Piero Meza (Contabilidad) y Liz Rosales (Ingeniería Industrial), junto con nuestro egresado Daniel Obregón (Química), del equipo Mishki², decidieron postular con innovadores productos.

Cindy Pariachi, capitana del equipo, propuso postular con productos 100% orgánicos hechos en base al tarwi, ya que ella nació en Caraz y conoce de cerca este superalimento.

El tema de la última edición fue seguridad alimentaria y cómo generar productos que sean nutritivos para combatir la desnutrición infantil. Cindy Pariachi, capitana del equipo y estudiante de Química, se le ocurrió postular con productos 100% orgánicos hechos en base al tarwi, ya que ella nació en Caraz (Áncash) y conoce de cerca este superalimento.“El limitante para el consumo masivo del tarwi es el desarmagado (procesamiento para el consumo). Normalmente se hace en los ríos para consumo local, pero para llegar a ciudades es necesaria una planta. Encontramos que existe una en Caraz a escala industrial”, explica Cindy. Después de varias reuniones y pruebas, el equipo pudo realizar con éxito prototipos del producto, como hamburguesas de tarwi.

Ardua competencia 

En la primera etapa de Hult Prize On Campus, Mishki² compitió con otros cuarenta equipos de la PUCP y quedaron en primer puesto, por lo que en abril participarán en la etapa regional donde se medirán con otras universidades peruanas y del extranjero. El grupo deberá presentar las ventas de su producto en el mercado, qué tanta acogida ha tenido, así como sus ingresos y egresos.

“El reto Hult Prize me permitió comprender que todos podemos ser agentes de cambio y que lo único que hace falta son ganas de emprender, junto con el gran deseo por contribuir con la sociedad de manera sana y sostenible, y, sobre todo, el estar rodeados de las personas indicadas para conformar un gran equipo”, cuenta Piero Meza, estudiante de Contabilidad.

Por su parte, Liz Rosales, estudiante de Ingeniería Industrial, recuerda: “En el año 2020, tuve la oportunidad de participar por primera vez en un concurso de innovación. Estuve en un equipo maravilloso que me apoyó y aprendí de todos ellos. Ahora ya como parte de Mishki² en el Hult Prize, recuerdo mis inicios en esta aventura, y la importancia de la perseverancia y confianza en uno mismo”.Finalmente, los seleccionados en esa etapa tendrán una capacitación en el extranjero para que un grupo reducido vaya a la final en Nueva York, en la misma sede de las Naciones Unidas, donde el ganador se llevará US$ 1 millón. “Hemos recibido ayuda de los mentores que nos capacitaban cada semana y nos daban feedback de cada entregable. Además, hemos llevado talleres de marketing para potenciar nuestro producto. Si ganamos, queremos empezar nuestro propio start up con ese dinero. ¿Para qué elaborar un proyecto si no lo vamos a poner en marcha?”, indica Daniel Obregón, licenciado en Química por la PUCP.

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