El escenario que se espera para los próximos años es muy duro: el calentamiento global está afectando radicalmente a varias regiones del planeta. Esto no cambia solo el paisaje natural, sino el social: se esperan conflictos por recursos que antes se consideraban inacabables. El agua esuno de ellos.

El profesor José Manuel Magallanes, director del Centro de Investigaciones Sociológicas, Económicas y Antropológicas (CISEPA) de la PUCP, ha sido elegido como miembro de un equipo multidisciplinario, formado por especialistas de distintas partes del mundo con el objetivo de crear un simulador social que permita predecir la naturaleza de los conflictos que aparecerán como resultado de la crisis de los recursos naturales.

Magallanes trabajará durante los próximos cuatro años como investigador asistente en el grupo dirigido por Claudio Cioffi-Revilla, matemático y doctor en Ciencias Políticas, en la Universidad de George Mason, EEUU. Junto con especialistas de distintas disciplinas, tendrá la labor de recoger data de dos de los lugares más afectados por los cambios en el clima: el Polo Norte y el África subsahariana. A partir de esa información, construirá un modelo computacional que simule los escenarios posibles.

“Recibí la invitación del profesor Cioffi en septiembre del año pasado”, recuerda el Dr. Magallanes, también docente del Departamento de CCSS. “Se me convoca pues he trabajado la simulación social hace varios años. Me interesa mucho la combinación entre el trabajo de las ciencias duras y las ciencias sociales”, explica Magallanes, matemático, politólogo y doctor en psicología.

El trabajo de investigación que realizará el profesor Magallanes y su equipo consistirá en tres partes principales: la primera es el recojo de información de campo en las zonas establecidas, utilizando metodologías que combinen lo cuantitativo y cualitativo para construir variables que permitan formar una idea del comportamiento, actitudes y valores de los miembros de las sociedades. Un segundo momento consiste en procesar esa información en una computadora y simular todos los aspectos: los individuos, las localidades e incluso los aspectos climatológicos de los lugares. Toda esa información servirá para, en un tercer momento, programar una simulación. “Vamos a crear constructos computacionales que buscan acercarse lo mejor posible a la realidad. Esta simulación no es solo numérica, sino más bien cualitativa pues busca saber qué sucede cuando todos los aspectos revisados interactúan a la vez. En este caso podemos ver escenarios posibles que incluyen variables culturales”, explica.

Para el profesor Magallanes, se trata de una oportunidad única pues esta experiencia le servirá para traer su aprendizaje, tecnologías y contactos al Perú, donde se ha hecho muy poco de Ciencia Social Computacional, a pesar de que es una tendencia cada vez más importante en el mundo académico. Magallanes, además, ha sido becado y hará el doctorado en esta especialidad en la Universidad George Mason.

“A una persona que se dedica a la simulación social tiene que gustarle la matemática, la computación y la problemática social; algo que en nuestro medio, usualmente, está bastante separado”, explica el profesor, y agrega: “los problemas sociales no son ni meramente culturales ni meramente técnicos, son una mezcla compleja de varias cosas. Lo que se busca es integrar ambas disciplinas, no proponemos que una mirada sea mejor que otra, sino encontrar vías de comunicación para un mejor trabajo”.