Sobre los resultados de Perú en la evaluación PISA 2015
Los resultados de Perú en la evaluación PISA del 2015 han provocado reacciones diversas. Los números indican una continua mejora del Perú en la enseñanza en los campos de ciencias, matemáticas y lectura. ¿Es posible afirmar entonces que la educación en el Perú ha mejorado? Conversamos con los docentes PUCP Santiago Cueto y Luis Sime acerca del significado de estos resultados para el balance del sistema educativo del país.
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Sharún GonzalesFotografía:
Andina
El pobre rendimiento del Perú en las evaluaciones PISA anteriores ha sido uno de los indicadores para describir la situación de su educación. En el último informe de este instrumento, sin embargo, el Perú presenta un incremento de 24, 19 y 14 puntos en los campos de ciencia, matemática y lectura, respectivamente. «Se trata de un crecimiento sostenido desde el año 2009. Sin picos altos ni bajos. En el área de lectura, hemos aumentado 28 puntos en los últimos 10 años. En menor proporción en el área de matemáticas, donde es diferente la evolución. Donde sí sorprende el crecimiento es en el área de ciencias, que también ha aumentado 28 puntos (en 10 años) y es el área donde más se ha crecido respecto al PISA del 2012 (22 puntos)”, explica Luis Sime, docente principal del Departamento de Educación.
Aunque sorprenden y agradan los resultados que colocan al Perú por encima de otros países, no son precisamente generalizables a todo el sistema educativo. “El cambio de la posición en el ranking no lo miraría con tanto detenimiento. Se celebra que no hemos salido últimos o penúltimos, pero, en realidad, son los países nuevos en la evaluación los que han obtenido peor rendimiento que el nuestro. Más interesante es que Perú es de los países que más ha mejorado en las tres áreas”, analiza Santiago Cueto, docente del Departamento de Psicología.
Estos resultados ofrecen indicios de cómo vamos en materia de esos tres campos, y complementan la información obtenida sobre matemática y lectura con la Evaluación Censal de Estudiantes, que realiza el Ministerio de Educación. Para Sime, parte de la importancia de PISA reside en ser un referente para una aproximación comparativa, pues es una prueba estandarizada a nivel internacional.
Factores
Los nuevos resultados del país en la evaluación PISA forman parte de procesos mayores y la convergencia de otros factores. «Uno puede decir que es la gestión educativa y seguramente hay algo de eso. Hay que recordar que son estudiantes de 15 años los que dieron la prueba en el 2015. Es decir, nacieron en el año 2000, cuando volvíamos a la democracia y empezaba un panorama de crecimiento económico, por lo menos en promedio para el país», recuerda Cueto sobre los estudiantes evaluados. Al mismo tiempo, el experto en psicología educacional reconoce los aportes de los presidentes y gobiernos a lo largo de esos 15 años, y destaca particularmente el trabajo del ministro Saavedra en los últimos tres años.
Sime, investigador en educación, reconoce tres cambios en los últimos años que pueden haber contribuido a la mejora relativa del sistema educativo y de nuestros resultados en PISA. Primero, la introducción de la carrera pública magisterial que ha generado una actitud más profesional en los docentes. A esto, añade la política de estímulos a la formación continua de los profesores con programas de becas para los docentes a través del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec). Por último, están las estrategias motivacionales impulsadas por los colegios. “Estrategias de los directores como el ‘Día del logro’ son destacables esfuerzos que contribuyen a mejorar la educación”, indica.
Retos
“El Perú es uno de los países donde las diferencias socioeconómicas se asocian con más vigor a los resultados”, indica Cueto respecto a los retos que representa el desempeño del Perú en esta evaluación. “Es un país muy desigual. Aquellos con mayor nivel socioeconómico son los que mejor rinden. Ese es un gran reto que, como país, debemos afrontar dando a todos los estudiantes esa oportunidad, sin importar si son urbanos y rurales, o si son pobres, no pobres o pobres extremos, o si son indígenas o castellanohablantes, incluso si presentan alguna discapacidad o no. El reto del país es seguir mejorando vigorosamente, pero también seguir disminuyendo las diferencias que se asocian a factores socioeconómicos”, refiere.
Para Sime, el informe PISA no solo ofrece un diagnóstico del rendimiento en los campos de ciencia, matemáticas y lectura, sino también alternativas sugerentes que podríamos aprovechar para mejorar el sistema educativo en general. “Nos faltan más investigaciones sobre los factores que están asociados a determinados resultados de aprendizaje y ahí tenemos un gran déficit. Los datos que salen de esa prueba no son aprovechados en todo su potencial para una mayor y mejor investigación sobre lo que está pasando, en el caso peruano, en las aulas, en las escuelas. PISA investiga solo esos tres campos y punto. Cada país tiene que aprovechar eso para ver cómo puede seguir mejorando. Ahí tenemos un déficit de investigación”, comenta.
Los últimos tres informes de PISA sobre el Perú son relativamente alentadores acerca del rendimiento de los estudiantes en algunos campos de estudio. Esta mejora sostenida puede ser atribuida a distintos factores entre los que destacan el contexto de las nuevas generaciones de estudiantes y las oportunidades de formación para los docentes. El reto está aún en observar la complejidad de la realidad del país respecto a la educación.
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