La educación cumple un rol fundamental en el desarrollo de la sociedad. Desde la infancia, en las escuelas, los más pequeños desarrollan valores y aptitudes que serán parte del rol que jugará a favor de su entorno. Es por ello que garantizar una enseñanza de calidad es fundamental para las instituciones que imparten dichos conocimientos y, más aún, para aquellas que tienen a su cargo personas que van a dedicarse a la enseñanza.

Cumpliendo ese objetivo, las carreras de Educación Inicial y Educación Primaria de la Facultad de Educación de nuestra Universidad recibieron el “Sello de calidad” de parte del Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (Sineace), luego de que esta institución reconociera la reacreditación otorgada por el Centro Interuniversitario de Desarrollo (Cinda) a nuestra Universidad.

“Nosotros ya contábamos con la acreditación del IAC del Cinda del 2010 al 2015 y luego fuimos reacreditados para el periodo 2015-2020. También habíamos sido acreditados una vez por el Sineace, pero, en esta ocasión, nos dieron la opción de no comenzar de nuevo el proceso de reacreditación con ellos, sino reconocer la acreditación internacional del Cinda que ya teníamos”, explica la Dra. Cristina del Mastro, decana de la Facultad de Educación.

PREPARACIÓN

Para este proceso, la facultad viene desarrollando, en los últimos años, un sistema de autoevaluación anual como parte de una “reflexión permanente” del quehacer diario de docentes y alumnos. Es así que, para la Dra. Del Mastro, la preparación para obtener la acreditación no es un “comenzar desde cero”.

“Nosotros estamos comprometidos con un proceso de autoevaluación permanente. Entonces, todos los años estamos haciendo una jornada anual para poder evaluar nuestro trabajo en función de la planificación anual y lo que hemos tratado de hacer es que la planificación anual coincida con los planes de mejora que las acreditadoras nos exigen”, comenta.

Por su parte, la Dra. Verónica Castillo Pérez, coordinadora de Educación Primaria, señala que este procedimiento les ha permitido crecer y mejorar la calidad de la enseñanza. “Nos ha ayudado a autoevaluarnos, comprometernos más con los procesos formativos de los estudiantes, ver que el acompañamiento no solo es durante los cinco años de carrera, sino que hay un perfil de egreso y eso se ve reflejado en sus centros laborales luego”, manifiesta.

BENEFICIOS

Contar con la acreditación nacional e internacional es “un reconocimiento hacia la sociedad de nuestra calidad”, señala la Mg. Lileya Manrique Villavicencio, directora de Estudios de la Facultad de Educación.

Ella indica que, además de ello, la acreditación hace posible que alguien que quiera seguir esta carrera sea consciente de que se le va a brindar una buena formación. Además, es un atractivo para los empleadores, quienes desearán contar con egresados de una institución “que ha sido doblemente acreditada”.

De la misma manera, la Dra. Del Mastro explica que, si bien la PUCP tiene un gran prestigio a nivel nacional e internacional, es importante reconocer la formación de los educadores, ya que “no solamente se desempeñan con éxito a las aulas, sino que apuntamos a que sean profesionales líderes del sector educativo a nivel de ministerios o de organismos nacionales e internacionales”.