Ahí nos cuenta algunas anécdotas sobre los ajustes que han tenido que hacerse por su llegada al Rectorado: es la primera mujer en asumir un vicerrectorado en la Católica, y eso ha implicado un poco más que una revolución. Para salir del formalismo al que nos invitaba su oficina, le pedimos que escoja un lugar dentro del campus, uno al que le tenga especial cariño, para la entrevista. «Tengo dos», responde: el Departamento de Humanidades y la rotonda de EEGG Letras. Atravesamos el campus, y en el camino nos cruzamos con profesores, alumnos y otros trabajadores de la Universidad. Todos la saludan. Finalmente, llegamos a la rotonda.

¿Por qué eligió este lugar como uno de sus preferidos?
Cuando estudié en la Católica, no había muchos sitios donde estar, y este era el punto de encuentro. Acá nos juntábamos para ir a las marchas de protesta, acá había discusiones políticas superapasionadas; eran los 70. Es un lugar al que le tengo un enorme cariño. Además, acá me he encontrado con mis hijos. Es un espacio cargado de buena onda para mí.

¿Cómo definiría su relación con la Católica?
De pertenencia. He estudiado acá, dicté prácticas acá, luego viví cinco años fuera y regresé a enseñar acá; mis propios hijos estudian acá. Siento que realmente pertenezco a este lugar. Le tengo un enorme respeto y ahora estoy encantada de poder contribuir a su desarrollo.

¿Siente que sus hijos han tenido una experiencia similar?
Hay diferencias, pero siento que el sello de la casa sigue siendo el mismo. Probablemente, no sea lo más lindo llegar al sitio donde se viene estudiar y a hacerse adulto, y que tu mamá trabaje ahí. Creo que es de alguna manera un poco pesado para ellos, pero han disfrutado mucho su paso por la Católica.

Trabaja mucho con jóvenes…
Me encanta hacerlo y por eso me gusta enseñar en Estudios Generales: para estar en contacto con lo que piensan, con el tipo de preguntas que se hacen, con el tipo de expectativas que tienen. Lo que veo en la Universidad es a chicos y chicas que florecen.

¿Tienen una voz reconocida en el campo de la investigación?
Se dice que se investiga solo en el posgrado, y no estoy de acuerdo. Si bien la investigación que empuja el conocimiento se da en el posgrado, la actitud, la mirada crítica y la interrogación se dan desde el principio. En la Católica, la investigación está desde EEGG, como enseñando, la curiosidad, aquello que te lleva a investigar.

¿Cuál debe ser el principal móvil de un investigador?
La pregunta ilimitada. La investigación busca romper los límites, busca explicaciones que no hay, ampliar la frontera de lo conocido. Como filósofa, asocio la investigación a la capacidad humana de asombrarse, que es, según Aristóteles, el origen de la filosofía: ese asombro te hace parar, mirar y empezar a preguntar.

¿Qué encargos que se le han dado al asumir el Vicerrectorado de investigación?
El encargo concreto es lograr la excelencia en investigación. Tenemos que ser una universidad que realmente produzca conocimiento, innovación y desarrollo para el país. Por eso, queremos poner muchos recursos en investigación. Mi trabajo va en esa línea: institucionalizar la investigación y promoverla en todos los niveles.

¿Cuál es la principal meta que le gustaría lograr en su gestión?
El otro día me preguntaba eso. Me gustaría ver mucho avance en el área de investigación, innovación y tecnología. También poner mucho énfasis en la investigación interdisciplinaria. Estamos cada vez más conscientes de que hay proble mas, como la pobreza o el cambio climático, que son multidimensionales y, por lo tanto, requieren miradas diversas. Hay mucho talento en la Universidad, y hay que reconocerlo, promoverlo y apoyarlo.

Muchas veces, se considera a la investigación como un trabajo que se queda dentro de las aulas; cuando es fundamental para el desarrollo del país.
Se debe entender la universidad como una institución que mira al mundo. Queremos lograr una universidad en alianza con el Estado, la empresa y los gobiernos para ponerse al servicio del país. Vamos a poner énfasis en trabajar en alianzas, por ejemplo, a través de la Red Peruana de Universidades (RPU), y mostrar que lo que se hace en la Universidad impacta realmente en el país.

Nos contaba que ser la primera mujer en el rectorado ha tenido una serie de implicancias…
La imagen de la autoridad en la Católica ha sido siempre muy masculina, y mi llegada hace que pasen cosas chistosas: hay oficinas que no tienen baños, pero yo no voy a compartir baño con los colegas, entonces ha habido que hacer todo un cambalache de oficinas. Como este detalle, un montón. El otro día había un evento importantísimo y yo no tenía tiempo ni para peinarme, y debo hacerles notar a todos estos varones que tengo otro tipo de necesidades, y aparecen exigencias insólitas para un espacio pensado muy masculinamente. Es un honor ser la primera vicerrectora, pero debo decir que nunca he sentido en la Católica discriminación por género.

En el Perú sí hay, sin embargo, discriminación por género en el campo de la política.
No hay ninguna presidenta regional, salvo la que reemplaza a Yehude Simon; en el Congreso hay mujeres, pero porque hay cuotas. Hay una ausencia de la voz femenina en la política; no hay una voz que realmente tenga en cuenta sus problemas, peculiaridades e intereses. Es un problema grave para el país.

¿Y en el ámbito académico?
Es muy fuerte darse cuenta de cuán ausentes hemos estado en las elaboraciones teóricas de la ciencia y filosofía occidentales. Eso ha cambiado radicalmente en el siglo XX y es un cambio que ha llegado para quedarse, y eso va para la teoría, la Presidencia de la República y el vicerrectorado de la Católica.

Entrevista: Rosario Yori
Foto: Guadalupe Pardo