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La reforma del transporte público y la calidad de vida

  • Raúl Muñoz
    Profesor del Departamento de Ingeniería

A puertas de una consulta popular que dará inicio a un proceso de revocatoria de la actual gestión municipal, encontramos su difundido compromiso por alcanzar una avezada reforma del transporte público en Lima. Esta reforma, que empezó con la puesta en marcha del primer corredor segregado para buses de alta capacidad (conocido a nivel internacional como sistema BRT) al que ha bautizado como el “Metropolitano”, fue seguida por el Gobierno Nacional al implementar la primera vía troncal de un sistema de Metro en superficie, conocido como el “Tren eléctrico”. Sin embargo, estos sistemas solo benefician a menos del 20% de usuarios del transporte público en Lima.

Surge entonces interrogantes del tipo: ¿qué hacemos, para beneficiar al 80% de la población usuaria restante?, aquella que se moviliza mayormente en “buses antiguos”, «cúster” y “combis”. Otra pregunta que surge es ¿cómo las actuales empresas de transporte público pueden mejorar la calidad de su servicio? Especialmente si partimos del hecho que los buses son el medio de transporte más popular extendido y usado en las principales ciudades latinoamericanas y que su uso masivo, con una adecuada política de transporte público, es una opción más eficiente, segura, accesible e inclusiva que el automóvil o vehículos de menor capacidad. Mogridge explica, en términos de tiempo y costos de viaje, que el uso del transporte publico tipo bus es más conveniente y menos contaminante frente al automóvil. Por ello, la tendencia mundial es invertir en el transporte público para aumentar la frecuencia del servicio, se reduce así el uso de los vehículos particulares y, por consiguiente, el tráfico en horas punta, lo que significa una disminución de los tiempos totales de viaje.

Pero ello, se necesita de un cambio cultural fundamental en la organización de las empresas operadoras, pasar de una gestión del tipo “cooperativista” afiliador de “combis” y “cúster” a un nuevo modelo empresarial gestor de flota de buses. La Municipalidad ha planteado agrupar a las empresas operadoras en consorcios de transporte masivo bajo este nuevo modelo de negocio. Así, en estos días, se dio inicio al cronograma para el proceso de licitación de los cinco corredores complementarios de la ciudad al sistema de BRT o “Metropolitano”, cuya condición es lograr la tan ansiada renovación de la flota por “buses patrón”. A la par de esta licitación, se espera que las políticas públicas mejoren la calidad del servicio de transporte urbano al concebir un tipo estándar que satisfaga las necesidades propias de la población de Lima.

La definición del estándar consiste, por ejemplo, en disminuir los efectos desfavorables en la salud pública y, en el ambiente, reducir las emisiones contaminantes y mejorar la calidad del aire producidos por los motores a combustión. Esto es algo importante pero no suficiente, más si nos referimos en términos de “movilidad”, que no solo se limita a considerar el desplazamiento de las personas entre los diferentes puntos de la ciudad, sino que también repara en las pertenencias menores que los habitantes llevan consigo, en este sentido los buses no están diseñados para ello. Si nos enfocamos en los usuarios más vulnerables: madres gestantes, personas acompañadas de niños o con bebés, personas con discapacidad o de la tercera edad, todos ellos están completamente desatendidos.

El escenario actual del transporte muestra graves problemas de inclusión social en lo que refiere al diseño de paraderos y, sobre todo, los buses que, desde hace muchos años, se han mantenido en su concepto de “vagón de tren”, descuidando el confort y la seguridad de los diversos usuarios. El bus es la punta de iceberg de todo un sistema ya que responde a una determinada planificación y a un tipo estándar de servicio, y si este carece de una planificación integral, como se aprecia en muchas ciudades de Latinoamérica, son lógicos el caos y desorden.

Podemos decir que es de suma necesidad pensar más en el tipo de servicio de transporte público que queremos para nuestra ciudad, imaginar y crear nuevas soluciones que satisfagan las necesidades de nuestra población; vale decir, debemos “innovar”. Frente a la problemática descrita, la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) ha puesto en marcha una iniciativa, desde el año 2011, que está formada un equipo multidisciplinario de profesores para la investigación y desarrollo (I+D) en temas de transporte, así cuenta con el apoyo de otras instituciones y profesionales vinculados al tema, que trabajan en proyectos para contribuir a la mejora en la calidad del servicio de transporte público en la ciudad de Lima.

Etiquetas:
transporte público

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