"Tenemos la biblioteca más surtida, la hemeroteca más al día y una gran parte automatizada"
Nuestra Universidad distinguió a la Dra. Carmela Villanueva, quien dirigió la Biblioteca Central de la PUCP, ahora Biblioteca Luis Jaime Cisneros, durante 47 años
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Carmela Villanueva
Ex directora del Sistema de Bibliotecas
Texto:
Vania Ramos
¿Qué retos encontró cuando asumió la dirección de la biblioteca?
En la carta de retiro que le presenté al rector, comenté que nunca pensé trabajar en la biblioteca, mi vocación era la Historia. En 1966 recién había llegado de España, donde hice mi tesis en el Archivo de Indias de Sevilla; en ese entonces, uno de mis profesores de Historia era el director de la biblioteca, pero le encargaron un trabajo especial y le dijeron que busque a alguien que se encargara durante un año. Él vio que yo acababa de llegar y todavía no tenía perspectivas de trabajar en algún lugar, así que me encargó la biblioteca. Le dije que no sabía nada de bibliotecas, pero me insistió tanto que acepté, pensando que sería solo un año.
Y se quedó 47 años.
Al cabo del año, el padre Mac Gregor, que había estado observando mi trabajo, pidió que me quede como subdirectora. Así que me quedé un año más y después asumí la dirección. En ese tiempo, ya había descubierto que había muchas cosas que hacer. Por ejemplo, cuando recibí la biblioteca solo teníamos tres salones viejos en casonas antiguas: uno en Camaná, donde ahora es el Instituto Riva-Agüero (IRA); y otros en la Plaza Francia y en el Jr. Miró Quesada. Solo eran cuartos con unos cuantos libros.
¿Cuáles fueron sus primeras acciones?
Comencé a ver que había materiales que los alumnos necesitaban y que la biblioteca no tenía, así que pensamos en hacer algo al respecto. Tuvimos mucho apoyo del padre Mac Gregor, quien estaba tratando de modernizar la Universidad. Él nos ayudó a comprar libros, mejorar los locales y contratar personal especializado. Comenzamos a crecer de a poquitos y la Universidad nos mudó a lugares más amplios, primero en el Centro de Lima y, luego, acá en el campus. De pronto, sin darnos cuenta, teníamos la biblioteca más completa de todas las universidades de Lima. No nos habíamos propuesto que sea así, solo fuimos viendo qué era bueno tener. Tampoco teníamos más dinero que las otras universidades, sino que habíamos sabido definir prioridades. El día de hoy, tenemos la biblioteca más surtida, la hemeroteca más al día y, además, tenemos una gran parte automatizada.
¿Cómo se apoyó en las tecnologías?
Para algunas materias, la tecnología apoya mucho, por ejemplo, para indexar las cosas, encontrar los temas o hacer los catálogos, pero, para el humanista, el libro tiene un sentido especial. De todas formas, hay muchas cosas que no se pueden conseguir porque se trata de colecciones muy antiguas o muy caras y para eso existen las colecciones virtuales completas, que puedes comprar o contratar para que la gente las descargue y las pueda consultar. Eso ayuda mucho. Ahora, la Universidad está haciendo un repositorio en línea muy importante, donde hay materiales de archivo y distintas publicaciones. La tendencia global es que todo se ofrezca de manera gratuita para que el resto del mundo se beneficie.
Ahora que dejó el trabajo administrativo, volvió a su primera pasión.
He estado 47 años en el trabajo administrativo y tenía ese antiguo gusto por la investigación histórica, que no abandoné del todo porque publiqué un par de cosas pequeñas, pero siempre me preguntaba cuándo podré volver, así que decidí hacerlo ahora. Tuve tanta suerte que, cuando me comuniqué con José de la Puente, que es el director de Instituto Riva–Agüero, me pidió investigar con ellos. El IRA tiene que preparar una serie de biografías y publicaciones de personajes de la época de la Independencia, entonces, estoy ayudándoles con esa investigación. Ahora estoy volcada totalmente a ese trabajo, metida en algún archivo de 9 a.m. a 5 p.m. Me encanta, estoy avanzando un montón, he recuperado eso que me gustaba y me da mucha alegría.
El Perfil
Nombre: Carmela Villanueva
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