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"Lo más insostenible de una sociedad es la desigualdad"

¿Cómo se relacionan materias aparentemente dispares como la arquitectura y la responsabilidad social? ¿Qué desafíos trae el cambio climático y el desarrollo sostenible al ejercicio de esta profesión? Al respecto, conversamos con la Arq. Rosanna Forray, invitada internacional del 2° Seminario de responsabilidad social universitaria desde la arquitectura, organizado por el Departamento Académico de Arquitectura y la Dirección Académica de Responsabilidad Social.

  • Rosanna Forray
    Arquitecta. Profesora de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
  • Texto:
    Luis Yáñez
  • Fotografía:
    Roberto Rojas

¿El arquitecto, en el ejercicio de su actividad profesional, es consciente del impacto que causan sus proyectos en el medioambiente y en la comunidad?

Desde mi experiencia, creo que por un lado no hay suficiente conciencia; y por otro, no está formado para abrirse a entender la realidad desde esa otra perspectiva. Puede tener dificultad para comprender realidades locales, lo que requiere de una sensibilidad enorme.

¿Qué aporta la arquitectura al enfoque de responsabilidad social?

La arquitectura produce aquel objeto en donde habitamos. Por ello, estamos totalmente marcados por una responsabilidad de la que nos tenemos que hacer cargo y que no es solamente social sino también cultural, material, medioambiental. La tarea de la arquitectura es ver cómo, más allá de la técnica, somos capaces de presentar una mirada sustentable que establezca una nueva relación de la sociedad con sus pares, la naturaleza y los animales a lo largo del tiempo.

Debe ser todo un desafío para los arquitectos de hoy desarrollar edificios modernos que no abusen de la tecnología.

¡Justamente! En Chile tenemos una gran cantidad de edificios que se llaman “inteligentes” pero que tienen cortinas de vidrio que son altamente nocivas para el medioambiente porque producen reflexión, calentamiento, islas de calor, etc. Podemos hacer todo tipo de arquitecturas que tengan certificaciones y que sean muy tecnológicas pero que no son sustentables. Uds. tienen grandes ejemplos de arquitectura sustentable, pero están arraigados en su historia. Poseen saberes precolombinos muy antiguos que, si los pudieran recuperar, sería una tremenda lección para el desarrollo latinoamericano y mundial.

¿Qué ejemplo a nivel mundial podemos tomar como referencia?

En Europa hay una experiencia muy interesante que son los ecobarrios. Ya tienen 10 o 15 años y su diseño arquitectónico combina una serie de iniciativas como: sistemas pasivos que requieren el mínimo posible de refrigeración o calentamiento, sistemas de reciclaje de las aguas, etc. Además, son espacios con mixtura de funciones; es decir, permiten que la gente trabaje, se eduque, se recree y se abastezca en un mismo lugar, sin necesidad de desplazarse ni provocar congestión.

¿Qué factores hay que tomar en cuenta para elaborar un proyecto urbano sustentable?

Se debe encontrar el justo equilibrio entre una expansión que consuma suelos y una densificación excesiva que resulta perniciosa y arrasadora. Se debe explorar en tipologías habitacionales que sean de baja altura y de mayor concentración. Un urbanismo sustentable es aquel que promueve el uso de transporte público y de transporte no motorizado, que brinda seguridad, y que protege a los más desfavorecidos (niños, pobres, discapacitados y adultos mayores).

¿Y en el caso de las construcciones?

Si hablamos de edificaciones, los principios están fuertemente relacionados con los materiales de construcción, su ciclo, permanencia y efemeridad, así como con los sistemas de regulación de la energía, del calor o de la luminosidad en interiores que no genere un gasto de energía adicional.

¿Quién debería estar liderando estos proyectos, el Estado o la sociedad?

Creo que los dos. El rol del Estado es dar orientaciones y generar condiciones para que la sociedad se adhiera a medidas sustentables. Por ejemplo, hace unas semanas el Ministerio de Energía de Chile ha lanzado una iniciativa (Ley 20571 para la Generación Distribuida), que permite que los consumidores generen su propia energía eléctrica y la autoconsuman. La electricidad excedente se inyecta a la red eléctrica, y a fin de mes, es valorizada y descontada de la cuenta de luz.

Pero por otro lado, es la sociedad la que también debe tomar conciencia de cómo va a establecer su nueva relación con la naturaleza, con los recursos y con los demás miembros de su comunidad.

¿Cuáles son los grandes desafíos que enfrenta la arquitectura del siglo XXI?

Además del cambio climático, considero que los grandes desafíos que enfrentamos son los progresivos fenómenos de segregación socioespacial en las ciudades y los procesos crecientes de desigualdad, no solo en América Latina sino en el mundo entero. ¿Dónde aprendimos que la desigualdad era natural? El factor más fuerte de insostenibilidad es la desigualdad, es lo más caro que puede haber.

Esto demanda que la academia tome este punto en consideración y reformule el perfil del arquitecto que está formando…

Absolutamente. Por eso me impresiona ver cómo la PUCP, como institución educativa, se ha preocupado por tomar la responsabilidad social como un deber. Yo conocí esta Escuela cuando recién se formó y veo una evolución en la conciencia y la organización de la tarea pedagógica por parte de los docentes, que ya no producen conocimiento solo en el aula sino que ahora traen saberes de las comunidades en las que están insertos. Eso me parece extraordinario y va a tener repercusiones en generaciones completas que van a tener otra mirada de su rol dentro del mundo profesional.

El Perfil

Nombre: Rosanna Forray

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