"Tenemos que pensar mucho más allá de las narrativas de crecimiento, progreso y desarrollo convencionales"
-
José Carlos Silva Macher
Profesor del Departamento de Economía
*El profesor Silva Macher es Ph.D. en Science and Environmental Technology
La cuestión socioambiental sobre el terminal portuario multipropósito de Chancay es compleja. Para entenderla mejor, necesitamos observar múltiples escalas espaciales y temporales, y analizarla con expertos profesionales interdisciplinarios y múltiples actores sociales, formando juntos comunidades de pares extendidas[1]. Por ejemplo, el consorcio que administra el puerto (Cosco Shipping, 60% y minera Volcan, 40%) dice en una entrevista al diario El Comercio: “Todos los equipos de la zona operativa son eléctricos y la energía que alimenta al puerto se compra en el sistema interconectado de generadores de energía renovable. Al tener equipos mínimos de combustión, la huella de carbono es prácticamente cero”[2]. Sin embargo, pensando críticamente sobre ese tipo de declaraciones, tenemos varios elementos relevantes que no están siendo considerados y cambian el sentido del mensaje.
La idea de tiempo en la sociedad industrial no es compatible con el tiempo de la vida en la biósfera: extraemos más de lo que el planeta puede producir y generamos más residuos de los que se pueden asimilar".
Primero, el cambio climático, como los demás problemas ambientales, es parte de un fenómeno de escala global, que resulta principalmente del creciente metabolismo de la sociedad moderna industrial. Esto es, el intercambio de materia y energía entre la economía y el ambiente, donde, por un lado, se extraen materias primas de biomasa, minerales y energía fósil; y, por el otro, se eliminan residuos. Se trata de un tipo de metabolismo social que busca crecer en tamaño y aumentar en velocidad: hay que ser más grandes y eficientes. Pero esta idea de tiempo en la sociedad industrial no es compatible con el tiempo de la vida en la biósfera[3]: extraemos más de lo que el planeta puede producir y generamos más residuos de los que se pueden asimilar. Asimismo, esta crisis del capitalismo global incluye una diversidad de conflictos ecológicos distributivos[4]. Puertos como el de Chancay son un elemento fundamental dentro de este sistema de comercio mundial, independiente de lo que ocurra al interior de sus instalaciones. El puerto no es una infraestructura aislada, su funcionamiento depende de que exista un flujo constante de buques de carga, los más grandes inclusive, que son un medio de transporte que quema petróleo. Además, las materias primas y productos industriales que circularán vienen con sus propios pasivos ambientales, algunos muy grandes, como es el caso de la extracción de metales que saldrá del puerto y la producción de automóviles que entrará por el mismo.
El puerto de Chancay es una infraestructura que favorece la expansión urbana industrial y la construcción de nuevas vías de acceso terrestre, que pueden fraccionar hábitats y facilitar el acceso para diversas economías ilegales".
Segundo, el puerto de Chancay es una infraestructura que favorece la expansión urbana industrial y la construcción de nuevas vías de acceso terrestre. Inclusive se podrían considerar ferrocarriles transnacionales que busquen conectar las industrias extractivas de Brasil con la costa del Pacífico. Este tipo de infraestructuras puede fraccionar hábitats y facilitar el acceso para diversas economías ilegales, como lo que se pretendía hacer con la conexión vial entre Cruzeiro do Sul y Pucallpa, atravesando el Parque Nacional Sierra del Divisor[5], o lo que ya está ocurriendo en Cusco, Puno y Madre de Dios con la carretera IIRSA Sur. Asimismo, la presión inmobiliaria e industrial puede favorecer la reducción de áreas de producción de alimentos, indispensables para la vida. Considerando que estamos en medio de un contexto de inseguridad alimentaria y hambre, con alta incertidumbre sobre lo que pueda resultar de la crisis global, se tiene un aspecto socioambiental crítico que tiene que tratarse con especial atención, usando enfoques multicriteriales y participativos.
Los estándares mundiales de medio ambiente, salud y seguridad para puertos consideran un conjunto de temas relevantes, cada uno de los cuales requiere de especial atención".
Tercero, los estándares mundiales de medio ambiente, salud y seguridad para puertos[6] consideran un conjunto de temas relevantes, cada uno de los cuales requiere de especial atención y deben estar debidamente entendidos por quienes administran este tipo de infraestructuras. En caso contrario, se puede caer en el reduccionismo de mostrar una imagen institucional que no necesariamente es coherente con la realidad (algo que comúnmente se conoce como greenwashing). Las categorías de temas a considerar, como mínimo, son los siguientes: alteración de hábitats terrestres y marítimos que afectan la biodiversidad, aspectos vinculados al cambio climático, calidad del agua, emisiones atmosféricas, gestión de residuos, manejo de sustancias peligrosas y petróleo, ruido y vibraciones. Por ejemplo, la contaminación cruzada que se puede generar entre insumos tóxicos y alimentos, o la asociada al manejo de agua de lastre que se utiliza para estabilizar los buques en el mar. Así como también, los riesgos de derrames de petróleo y otras sustancias peligrosas, daños ambientales severos que ya han ocurrido en la costa peruana. O bien, las operaciones de dragado que afectan la fauna bentónica, entre otras especies, alterando las cadenas tróficas en el mar, lo cual perjudica directamente a los pescadores artesanales y la disponibilidad de una fuente de proteínas de alta calidad para nuestra alimentación.
La narrativa de las energías renovables, algo positivo a primera impresión, requiere de un análisis más detallado".
Finalmente, la narrativa de las energías renovables, algo positivo a primera impresión, requiere de un análisis más detallado. La energía hidráulica depende de un caudal suficiente de agua y puede generar conflictos dependiendo de cómo se distribuya. Asimismo, su funcionamiento está condicionado a factores inciertos como las lluvias o lo que ocurra con nuestros glaciares tropicales. La energía eólica y solar son de carácter intermitente[7] y para un funcionamiento 24/7, como lo será el puerto de Chancay, se requiere de sistemas de almacenamiento en baterías, que implica la extracción de otros minerales como el litio, con los conflictos que trae consigo. Por otro lado, la transición hacia energías renovables requiere de grandes extensiones de suelo[8], lo cual también representa un factor limitante. No solo es importante la oferta de energía, sino también la demanda de la misma y esta tiene que optimizarse. En conclusión, tenemos que ampliar nuestras perspectivas y pensar mucho más allá de las narrativas políticamente correctas de crecimiento, progreso y desarrollo convencionales.
Referencias:
[1] Silvio Funtowicz y Jerome Ravetz [2020(1993)]. Science for the Post-Normal Age.
[2] Noticia del Diario El Comercio,
[3] Katharine N. Farrell (2020) Presentación sobre la Leyenda Política de la Economía Circular en el INTE PUCP
[4] Atlas de Justicia Ambiental
[5] Farrell, K. and Silva-Macher, J.C. (2017). Exploring Futures for Amazonia’s Sierra del Divisor: An Environmental Valuation Triadics Approach to Analyzing Ecological Economic Decision Choices in the Context of Major Shifts in Boundary Conditions, Ecological Economics, Volume 141, November 2017, Pages 166-179.
[6] International Finance Corporation (2017). Environmental, Health, and Safety Guidelines for Ports, Harbors, and Terminals.
[7] Decarbonization of Electricity Production
[8] Scheidel, A. and Sorman, A. (2012). Energy transitions and the global land rush: Ultimate drivers and persistent consequences. Global Environmental Change, Volume 22, Issue 3, August 2012, Pages 588-595.
Deja un comentario