A puertas del Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora todos los 10 de octubre, es importante resaltar la importancia de esta dimensión para llevar una vida plena e integral. “Una buena salud mental te permite tener recursos para construir un proyecto de vida, estudiar, trabajar, relacionarte con los demás y enfrentar el estrés. No hay que esperar a que se deteriore, sino cuidarla desde el principio”, señala la Dra. Mónica Cassaretto, docente de nuestro D.A. de Psicología y presidenta del Comité de Salud Mental PUCP.

Una buena salud mental te permite tener recursos para construir un proyecto de vida, estudiar, trabajar, relacionarte con los demás y enfrentar el estrés. No hay que esperar a que se deteriore, sino cuidarla desde el principio”.

Actualmente, la población joven es una de las más afectadas en este aspecto debido, entre otros motivos, a las experiencias de pérdida y las limitaciones en la socialización durante la pandemia. Esto se puede apreciar en el estudio del 2020 Salud Mental en universitarios del consorcio de Universidades durante la pandemia –realizado por la PUCP junto con la Universidad de Lima y la Universidad del Pacífico–. Esta investigación arrojó que el 39% de los encuestados decía presentar sintomatología severa o extremadamente severa de ansiedad y depresión.

Este estudio que se repitió en el 2020-2, 2021, 2022 y 2023 deja conclusiones preocupantes. “Encontramos que hubo un retroceso de los problemas de salud mental pero en nuestro último levantamiento de información vimos que ha vuelto a aumentar. Esta nueva ola no es tan fuerte como al inicio de la pandemia, pero hay que estar preparados”, resalta Cassaretto.

Ante esta problemática, ¿qué políticas y acciones se vienen realizando desde nuestra Universidad?

Fomentar, cuidar y monitorear la salud mental

“El papel de la PUCP es promover la salud mental y cuidar el bienestar, prevenir que haya problemas, realizar una detección precoz, y derivar la atención a un especialista”, señala la Dra. Cassaretto. Todo esto se incluye en la Política Institucional de Salud Mental, aprobada en el 2019 y actualizada en el 2023.

En el 2020 se estableció el Comité de Salud Mental PUCP, que monitorea, acompaña, da recomendaciones y fomenta el diálogo entre las instancias responsables del bienestar PUCP. El comité está presidido por la Dra. Mónica Cassaretto. Entre sus miembros están los directores de la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAES), de la Dirección Académica del Profesorado (DAP), de la Dirección de Gestión del Talento Humano (DGTH), los jefes del Servicio de Salud y de la Oficina de Bienestar Psicológico. Asimismo, lo integran representantes de los decanos, profesores y estudiantes.

El objetivo es prevenir el comportamiento suicida en la Universidad, fomentar que nuestro campus sea un entorno seguro donde se trabaje el cuidado de la salud mental y romper el estigma en torno a esta. Asimismo, buscamos desarrollar factores protectores en aquellas poblaciones que tengan mayor vulnerabilidad”.

El comité realiza acciones como apoyar el levantamiento de información anual, y mapear las actividades de bienestar y salud mental que necesitan ser fortalecidas. Asimismo, hace seguimiento a los Lineamientos para el cuidado integral de la salud mental en las universidades, del Ministerio de Educación. “La PUCP cumple ampliamente con estas recomendaciones. Somos una universidad que invierte y apuesta por el bienestar de los estudiantes”, indica Cassaretto.

Entre los servicios que se brinda a nuestros alumnos se encuentra la Consejería Psicológica, donde, de manera gratuita, se puede acceder a 3 sesiones. Este servicio no busca reemplazar a una psicoterapia, que es un proceso más profundo que debe realizar un especialista.

Asimismo, desde la DAES, se trabaja en la atención a estudiantes de manera interdisciplinaria con especialistas en el Centro de Salud y trabajadoras sociales desde la Oficina de Apoyo y Promoción Social, la cual coordina el apoyo familiar. En el caso de los profesores, estos pueden acceder al servicio de apoyo psicológico.

Protocolo de emergencia

Ante los casos de emergencia en salud mental –como un riesgo de suicidio, ataques de pánico o crisis de ansiedad–, existe un protocolo en nuestra Universidad. La coordinadora del proyecto Conectando vidas  y psicóloga de la Oficina de Bienestar Psicológico (OBP) de la DAES, Denisse Flores, señala que una vez que un personal administrativo o docente identifica a la persona en riesgo, se notifica a una figura institucional para que la lleve al Servicio de Salud y sea atendida por un médico.

“Generalmente, un psicólogo de la Oficina de Bienestar Psicológico acompaña a la persona. Mientras se evalúa la situación, se trabaja de la mano con las áreas que consideramos tienen relación, como Salud y Apoyo Social, además de un representante de la Red de bienestar que hay en cada facultad. En caso de riesgo alto, la trabajadora social contacta a un familiar o se deriva a un establecimiento de salud privado o estatal”, dice Flores.

La psicóloga también enfatiza que cada caso es particular; por eso, la ruta varía dependiendo de las necesidades de la persona. La Dra. Cassaretto menciona que el Comité de Salud Mental ha brindado recomendaciones para reforzar la atención psicológica y de emergencia en los servicios para el cuidado de la salud mental con los que cuenta la Universidad.

Conectando vidas: previniendo el comportamiento suicida

Entre el 2016 y el 2021, el 71.5% de las personas que fallecieron por suicidio en nuestro país tenía entre 15 y 34 años. En el mencionado estudio «Salud mental en universitarios del consorcio de Universidades durante la pandemia», un 30.8% de los jóvenes afirmaba haber deseado morir.

Ante esta problemática, la DAES acaba de lanzar el proyecto para la prevención del suicidio Conectando vidas, el cual tiene un enfoque de género, interseccional, comunitario, psicoeducativo y basado en evidencia. Asimismo, está alineado con la política institucional de salud mental de la PUCP y los lineamientos del Ministerio de Educación.

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“El objetivo es prevenir el comportamiento suicida en la Universidad, fomentar que nuestro campus sea un entorno seguro donde se trabaje el cuidado de la salud mental y romper el estigma en torno a esta. Asimismo, buscamos desarrollar factores protectores en aquellas poblaciones que tengan mayor vulnerabilidad”, menciona Denisse Flores, coordinadora del proyecto.

Conectando vidas ha recogido y sistematizado experiencias de áreas que tienen contacto con estudiantes para conocer sus necesidades. Asimismo, se hizo una capacitación al personal de la DAES, a los coordinadores de la Red de Bienestar y a diversas autoridades. Esta estuvo a cargo del psiquiatra chileno especialista en prevención de comportamiento suicida Rubén Alvarado. También se viene trabajando, con alumnos de la Facultad de Psicología, la elaboración de productos audiovisuales sobre el suicidio que se difundirán por redes sociales.

“La idea es que este proyecto se sostenga en el tiempo”, señala Flores. Así, Conectando vidas es una nueva iniciativa que, con las diversas políticas y acciones que se desarrollan en nuestro campus, ayudan a fomentar el bienestar y el cuidado de la salud mental entre nuestra comunidad. Por supuesto, es una tarea de todos promoverla.