La Dra. Victoria Guerrero, egresada de nuestra Universidad en la Especialidad de Literatura, docente de la misma sección en el pregrado y en el posgrado, y reconocida poeta y escritora, acaba de obtener el Premio Nacional de Literatura 2020 del Ministerio de Cultura en la categoría No ficción por su libro Y la muerte no tendrá dominio. El reconocimiento consta de un diploma de honor, una medalla conmemorativa y una asignación económica de S/ 10,000.

Prestigiosa escritora, poeta y feminista, Guerrero manifiesta que se siente contenta por haber recibido el premio en especial porque muchas mujeres activistas lo han celebrado como si fuera suyo. “Asimismo, Teresa Ruiz Rosas ganó en la categoría novela, y se mantiene la importante y necesaria categoría Literatura en lenguas originarias. Las cosas están cambiando”, señala.

Cuando ingresé a la PUCP, sentí el deseo de leer y hacer poesía”.

Apuesta poética

Antes de estudiar en nuestra Universidad, Victoria ya escribía de manera aficionada. “Cuando ingresé a la PUCP, sentí el deseo de leer y hacer poesía”, señala. A fines de la década de los ochenta e inicios de los noventa, los recitales de poesía se realizaban prácticamente a diario en diferentes casas de estudio e institutos culturales. El aprendizaje lírico de Victoria proviene, en buena parte, de frecuentar estos eventos, así como de llevar talleres y conocer, fuera de las aulas, a diferentes personas interesadas en la escritura.

Uno de los temas centrales que aborda Victoria Guerrero en esta obra es el enfrentarse al sistema de salud público en el momento del fallecimiento de un ser querido.

La década de los ochenta estuvo marcada por la aparición de importantes poetas, como Giovanna Pollarolo, Rocío Silva Santisteban, Carmen Ollé y Rossella Di Paolo. “Cuando eres joven, quieres escribir de manera distinta. Ellas habían hablado sobre el deseo y el cuerpo, entonces nosotras queríamos dejar de lado esos temas”, menciona. Prueba de ello es su primer poemario De este reino, publicado en 1993, el cual expone una crítica social y está construido a partir de diferentes voces de personajes bíblicos.

Con su debut literario, Victoria ganó el segundo lugar de los Juegos Florales PUCP. “Ese reconocimiento me dio, dentro de mi timidez, cierta seguridad para seguir escribiendo y apostando por la poesía”, señala. En 1996, publicó su segundo poemario Cisnes estrangulados.

Acercamiento a la prosa

En la vida de Guerrero hay dos momentos claves. Por un lado, cuando decidió abrir una librería en Quilca a fines de los noventa. “Conocí la Lima nocturna y me dio una visión distinta de lo que era el Perú”, señala. Por otro lado, una etapa que la marcó fueron los ocho años que radicó en los Estados Unidos mientras realizaba el Doctorado en Literaturas Hispánicas en la Universidad de Boston. “Ese viaje fue una ruptura radical respecto a lo que había escrito antes”, dice.

Aquellas experiencias en el centro de Lima se plasmaron en su novela Un golpe de dados (novelita sentimental pequeño burguesa) del 2015. “No estaba muy segura de la prosa, la poesía era lo que yo más conocía”, señala Guerrero sobre esta primera incursión narrativa, en la cual contaba experiencias personales desde un punto de vista onírico.

El libro más personal

Al fallecer su madre, Victoria volvió a recurrir a la prosa, esta vez con tintes ensayísticos, de manera impulsiva. Le afloraron reflexiones sobre la maternidad, la muerte, la condición de hija, la burocracia, entre otros aspectos. Así surgió Y la muerte no tendrá dominio, el cual considera su libro más personal y doloroso de hacer. “Cuando mi editor me decía ‘hay que terminar esta parte’, a mí me costaba muchísimo volver a releer todo. Le decía ‘ponme el lugar exacto donde tengo que seguir escribiendo’”, cuenta. Finalmente, el libro se publicó el 2019 con la editorial Fondo de Cultura Económica del Perú.

Uno de los temas centrales que aborda Guerrero en esta obra es el enfrentarse al sistema de salud público en el momento del fallecimiento de un ser querido. “Quizás los doctores actúan bien pero la gente tiene un sentimiento de injusticia, que le han quitado algo. Esto se debe a la forma tan burocrática, fría y ruda en que funciona este sistema”, enfatiza. La pandemia que hemos vivido este año ha hecho incluso más evidente lo que menciona Guerrero.

Faceta docente

Tras haber ganado esta obra el Premio Nacional de Literatura 2020 en la categoría No Ficción, una de las felicitaciones que más ilusión le ha hecho a Victoria es la de sus estudiantes. Guerrero dicta tanto en pregrado como en la Maestría y el Doctorado en Literatura Hispanoamericana de la PUCP.

Si bien este ciclo tiene un curso de narrativa escrita por mujeres en Estudios Generales Letras, las materias que por lo general dicta versan sobre poesía, tanto en el aspecto teórico como de creación. “Es emocionante cuando estudiantes que quizás no sabían demasiado sobre poesía comienzan a vincularse a ella y, sobre todo, a cierta sensibilidad”, enfatiza.

Por último, Guerrero reflexiona acerca de los chicos y chicas, especialmente los estudiantes que han salido a las calles en el contexto de la reciente crisis política. “Me ha gustado que en estas marchas y vigilia permanente los y las jóvenes le han devuelto su peso y valor a la palabra. En los altares se ve poesía, creatividad e incluso ironía”, resalta.