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Líderes que transforman

Ulla Holmquist: “La colección digital del Museo Larco es utilizada por investigadores de todo el mundo”

El Museo Larco, reconocido entre los mejores del mundo, ofrece accesibilidad total a más de 45 mil objetos precolombinos, gracias a la transformación y alcance de su colección digital. Este hito latinoamericano se inició hace más de 20 años bajo el liderazgo de nuestra egresada y docente Ulla Holmquist, arqueóloga experta en renovación museográfica que ha logrado que esta milenaria colección encuentre una voz en el presente.

  • Texto:
    Rafaella León
  • Foto:
    Jorge Cerdán

¿Por qué es importante resaltar la importancia de nuestras culturas originarias para hablar de nosotros y de nuestra realidad actual? ¿Cómo las colecciones del bello Museo Larco se vuelven relevantes hoy? Estas preguntas han guiado el quehacer de su directora, la Mag. Ulla Holmquist Pachas, desde que egresó de la carrera de Arqueología en la PUCP y desde que se enamoró de la museología en la maestría que llevó posteriormente en Nueva York. Su experiencia la ha llevado hoy en día a liderar el proceso de catalogación digital de toda la colección del museo, además de la renovación del catálogo en línea de acceso público y para investigadores.

“El objetivo de un museo no es ser un depósito de objetos, preservarlos y que la gente se sienta orgullosa, sino ejercer un trabajo de producción permanente de valor, de reconocimiento de saberes de otro tiempo y cómo estos se vinculan con nuestro día a día”, comenta la arqueóloga y museóloga, a PuntoEdu. Nuestra docente de la Escuela de Posgrado PUCP en la Maestría en Historia del Arte y Curaduría, y además estudiante del Doctorado en Arqueología del Programa de Estudios Andinos (PEA), explica que ese conocimiento, que desde el museo se ha propuesto recuperar y transmitir, “está muy vivo, está presente en las prácticas agrícolas, en las festividades, en nuestra comida, en cómo nos relacionamos con los demás, en nuestras maneras de ser comunidad. El arte museológico consiste en cómo lo dices, cómo lo haces llegar a todos”.

Arqueología y conversación con los públicos

Su vocación pareció clara desde niña. Ulla recuerda que sentía fascinación por la cerámica precolombina, y cuando pedía que la llevaran al Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, se quedaba admirando las vitrinas y, dentro de ellas, la misteriosa cerámica de nuestros antepasados. Vivía con su familia frente a la huaca Mateo Salado, en ese entonces un ‘cerrito’ muy alto donde sus primos montaban bicicleta y su papá le enseñaba a volar cometas. Ese pasado que a ella le llamaba mucho la atención se combinaba con su entorno cultural dicotómico. De madre peruana y padre danés, cada dos años visitaba a su familia en Europa, y entre las tradiciones de allá y de acá llegó a preguntarse cuáles serían sus raíces más profundas. “Me di cuenta de que era una combinación cultural y que la arqueología ha incidido en la propia búsqueda de mis raíces”, cuenta.

Los buenos profesores de historia en su colegio la guiaron para conocer la carrera de Arqueología, que recién empezaba como especialidad en la PUCP. Allí fue jefa de práctica, luego docente en el CEPREPUCP, mientras laboraba en el Museo Nacional, después en el Museo de la Nación. “Me convencí de que la museografía podía ser ese espacio en el cual mis conocimientos arqueológicos podían acercarse a los públicos”, recuerda. Becada por el BID, estudió en Nueva York, donde dio forma a un proyecto de museos de sitio -Túcume, Sipán- como elementos importantes en el desarrollo comunitario. “Me di cuenta del potencial que tiene toda nuestra profundidad histórica y diversidad cultural para poder generar propuestas museográficas interesantes que apelen a diferentes aspectos, esencialmente vinculados con el ser humano, la belleza, la creación, a las grandes preguntas de la existencia”, cuenta.

En 1998, preparada en registro y catalogación, además de programación pública, llegó al Museo Larco como curadora. Unos años después, el 2001, diseñó un proyecto sui generis de registro y catalogación electrónica, que hoy continúa, junto con el profesor Jalh Dulanto y practicantes de la PUCP. La propuesta vanguardista les permitió tener toda la colección del Museo Larco registrada, catalogada, fotografiada, medida, pesada, con lo cual se tomaron decisiones a nivel de diseño para cada pieza. “Cada vitrina ha sido diseñada para que cada objeto se luzca en su mejor faceta. La puesta en escena genera un diálogo con el público logrando que la pieza sea la protagonista de ese relato: el guion museográfico”, explica la experta.

El proceso de digitalizar la colección del Museo Larco para investigadores y públicos fue casi como escribir todo el museo desde cero, tomando como referencia la inicial selección que el fundador Rafael Larco Hoyle había hecho 50 años antes, pero haciendo, desde esa valoración, una propuesta nueva. “El esfuerzo fue multidisciplinario, reuniendo conocimientos de arqueología, antropología, etnografía, historia de las religiones, arte, agroastronomía, entre otros, para darle forma a un discurso que fuera mucho más relevante, y conectado con cualquier persona el día de hoy. Gente de cualquier parte del mundo lleva a cabo investigaciones gracias a nuestra colección digitalizada”, refiere Holmquist.

Nuestro sistema de manejo de colecciones ha favorecido que seamos uno de los museos más estudiados. Gente de cualquier parte del mundo lleva a cabo investigaciones gracias a nuestra colección digitalizada".

Mag. Ulla Holmquist
Directora del Museo Larco y egresada de la carrera de Arqueología PUCP

En el camino, el registro y catalogación siguió incorporando mejoras y cambios, y el museo fue creciendo en actividades. “Nuestro sistema de manejo de colecciones ha favorecido que seamos uno de los museos más estudiados, más cercanos a la investigación, además de haber creado programas educativos, públicos. Desarrollamos programas, materiales, recorridos, exposiciones, que reconocen saberes y prácticas ancestrales originarias aún presentes en relación con temas de género y con el cuerpo, temas de identidad y paradigmas estéticos, importancia del manejo consciente del agua, entre otros”, comenta.

Catalogación y acceso a la colección digital del Museo Larco

Tras unos años en el Museo del Banco Central de Reserva del Perú (Mucen o Museo Central) y un breve paso como ministra de Cultura (2019), regresó al museo Larco como directora, logrando posicionarlo entre los más importantes del mundo. “Logramos el puesto 20 en los ranking de viajeros y fuimos el primer museo en Sudamérica en cuanto a satisfacción de los usuarios. Pronto vendrán las audioguías, estamos renovando alternativas de recorridos, ampliando idiomas, siempre tratando de brindar una experiencia muy cuidada”, revela.

"La PUCP es nuestra vecina más cercana. Por la diversidad de carreras, constantemente recibimos no solamente investigadores, sino también alumnos y alumnas que hacen sus prácticas aquí".

Gracias a la visión y experiencia de Ulla Holmquist, el Museo Larco ha sentado las bases de cómo debe hacerse un buen registro de catalogación, no solo para uso interno sino para facilitar el acceso público a la colección. “No es un trabajo que termina, es un trabajo siempre ‘vivo’, hay que estar actualizando, aprovechando las oportunidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías. Es un área vital para el trabajo de un museo y un medio para la accesibilidad de nuestras colecciones”, refiere.

Sobre su formación en la PUCP, nuestra egresada destaca el enfoque humanista, la mirada diversa, la práctica docente, la posibilidad de seguir en contacto con estudiantes en formación, que siempre enriquece. “Es una universidad relacionada con nuestro museo, la PUCP es nuestra vecina más cercana. Por la diversidad de carreras, constantemente recibimos no solamente investigadores, sino también alumnos y alumnas que hacen sus prácticas aquí”, finaliza Holmquist, vinculada continuamente con nuestra institución.

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