Estudiantes PUCP ganan financiamiento para implementar proyecto digital de educación sexual para jóvenes
La agrupación Sin Tabúes ganó US$15,000 para financiar su proyecto de innovación tecnológica. Esta iniciativa, dirigida a varones entre 15 y 20 años, cuenta con la participación de 28 estudiantes voluntarios de la PUCP y busca prevenir la violencia en las relaciones de pareja.
Texto:
Sthefanny Carrión Cobarrubias
Sin Tabúes es un proyecto sobre educación sexual integral que surgió en las aulas de la PUCP en el 2016. Este año, participaron en la Ideatón, un concurso para la prevención de la violencia contra la mujer. Al ganar la competencia, recibieron un financiamiento de US$15,000 por parte del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, entre otras organizaciones.
“Fueron 3 días completos de trabajo. Pasamos por fases de presentación, desarrollo, mentorías y asesorías para brindar una propuesta tecnológica”, cuenta Alejandro Latorre, estudiante de Gestión y Alta Dirección, y encargado de dar soporte a nivel tecnológico y metodologías ágiles.
Esta plataforma web permitirá enviar preguntas sobre educación sexual integral y violencia de género. Los usuarios recibirán respuestas rápidas y recursos audiovisuales con lenguaje juvenil.
Su propuesta ganadora consiste en una innovación tecnológica para prevenir la violencia en las relaciones de pareja, y está dirigida a jóvenes varones entre 15 y 20 años. Esta plataforma web les permitirá enviar preguntas sobre educación sexual integral y violencia de género. Los usuarios recibirán respuestas rápidas y recursos audiovisuales con lenguaje juvenil.
Iniciativa y experiencia
Esta innovación tecnológica no es la primera iniciativa del equipo. Cuando Flavia Martínez, Carla Dongo y Mariel Alejandra Juárez fundaron Sin Tabúes, tenían claro que este objetivo podía cumplirse a través de la educación. Cuatro años después, el proyecto se ha transformado en una asociación interdisciplinaria que busca asegurar el acceso a la educación sexual integral para los jóvenes peruanos.
Los talleres abarcan temáticas como la sexualidad, métodos anticonceptivos, embarazo adolescente, cambios físicos, enamoramiento, situaciones de violencia, entre otras.
Desde que se fundó el proyecto, los voluntarios comparten los mismos objetivos y acuden a colegios estatales cercanos a sus hogares para hablar sobre educación sexual integral. Ahora, ante el escenario de emergencia sanitaria, el equipo de Sin Tabúes decidió continuar con su misión a través de una modalidad virtual. Así, diseñaron talleres para detectar situaciones de riesgo, y abarcan temáticas como la sexualidad, métodos anticonceptivos, embarazo adolescente, cambios físicos, enamoramiento, situaciones de violencia, entre otras.
Asimismo, con el financiamiento de la Ideatón, ahora se encuentran en la fase de desarrollo de su proyecto de innovación tecnológica. El presupuesto les permite realizar una investigación y poner a prueba sus contenidos con público objetivo real. Además, los voluntarios pueden darle una mayor potencial visual con el apoyo de diseñadores profesionales. El equipo continúa con su misión de educar a los jóvenes en temas de educación sexual integral pues reconocen la importancia de la labor realizan y el cambio que conlleva para una mejora en la sociedad.
Las voces del cambio
Al inicio, los padres y las madres pueden tener resistencias, pero, cuando ven los cambios positivos en sus hijas e hijos, se abren al diálogo. Es necesario apostar por la educación sexual integral en más colegios para que hablemos sin tabúes”.
Es necesario que la tecnología y el diseño gráfico se usen positivamente para prevención de la violencia de género. La implementación de estas herramientas en aplicativos dinámicos genera una interacción informativa de alto impacto”.
El tema de la educación sexual suele ser vetado en algunos centros educativos, pero hay otros que siguen apostando por los talleres de Sin Tabúes. El enfoque de género permite que los temas no se vean desde un ámbito netamente fisiológico, sino que se comprenda desde la integridad del ser humano”.
Me hago cargo de la programación de talleres, contenidos y evaluación. Hemos trabajado con diferentes públicos: estudiantes de colegios estatales, scouts y universitarios. La experiencia nos ha permitido acoger nuevas perspectivas e innovar a través de la tecnología para prevenir la violencia entre los jóvenes”.
Todos los chicos son distintos, algunos lo toman a la broma y otros tienen un interés real. Pensamos en las interacciones de su edad para plantear dinámicas que involucren dibujos, herramientas de teatro, actividades corporales o música y que permitan transmitir la información”.
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