Vanessa Aparicio aún recuerda su primera experiencia en una sala de colorización. Fue su jefe de prácticas, Adriano Moreno, del curso Edición de Video, de nuestra Especialidad de Comunicación Audiovisual, quien en el 2015 llevó a toda su clase a conocer este espacio perfectamente acondicionado e iluminado para mantener la fidelidad de los colores. “Me pareció increíble”, recuerda.

Esta visita y los diversos aprendizajes que recibió cuando era estudiante de Ciencias y Artes de la Comunicación de nuestra Universidad hicieron que Vanessa descubra que su vocación y pasión en el campo audiovisual es la colorización o el color grading. Este proceso creativo es clave en la posproducción cinematográfica. A través de él, y de la mano de la dirección de fotografía, se manipula el color para alterar las imágenes con fines estéticos y comunicativos, y así darle un sello visual al filme.

De este modo, la dedicación y el talento han hecho que, a sus tempranos 31 años, Vanessa gane un Bafta, junto con todo el equipo de producción, por el cortometraje Jellyfish and Lobster (2023), de Yasmin Afifi. Estos premios, otorgados por la Academia Británica de Artes Cinematográficas y Televisivas, constituyen el más alto honor en la industria del cine del Reino Unido y convocan a la élite mundial del séptimo arte.

“Asistí con todo el equipo a la premiación de los Bafta. Sabía que iba a ser una experiencia única. No fui pensando que íbamos a ganar, pero recuerdo que leí los labios de la presentadora mientras decía cuál era el mejor corto británico y me emocioné”, dice Aparicio. Si bien le impresionó compartir la alfombra roja con Christopher Nolan, Florence Pugh o Barry Keoghan, también notó que en el fondo todas son personas que, al igual que ella, trabajan en la industria cinematográfica.

Asistí con mi equipo a la premiación de los Bafta. Sabía que iba a ser una experiencia única. No fui pensando que íbamos a ganar, pero recuerdo que leí los labios de la presentadora mientras decía cuál era el mejor corto británico y me emocioné".

El decisivo aporte de la PUCP en su vida profesional

Aparicio cuenta que escogió estudiar en la PUCP por dos razones: “Es un espacio donde hay diversidad y la buena educación que ofrece”. Cuando ingresó a la Especialidad de Comunicación Audiovisual, empezó a aprender sobre uso de cámara, dirección de foto, sonido, posproducción, edición y mucho más. “La PUCP me permitió explorar diferentes ramas de lo audiovisual e ir descubriendo qué es lo que más me gustaba”, resalta.

"La PUCP me permitió explorar diferentes ramas de lo audiovisual e ir descubriendo qué es lo que más me gustaba”.

Uno de los cursos que especialmente aportó a su desarrollo académico fue Fotografía, con la Mag. Susana Pastor. “Entender la escala de grises me sirvió mucho y es un conocimiento que sigo aplicándolo hoy en día”, dice Aparicio. Con su jefe de práctica Adriano Moreno, fue descubriendo el color grading, pues él es uno de los pocos profesionales en Perú que se dedican a ello. Asimismo, gracias a recomendaciones de sus jefes de práctica empezó a trabajar en el cine nacional. Fue asistente de producción en películas como Margarita (2016), y La pasión de Javier (2019).

Colorizando un corto ganador del Bafta

Para continuar su formación, Vanessa realizó su Maestría en Efectos Digitales con especialización en color en el National Film and Television School del Reino Unido. “Fueron dos años de estudio muy exigentes pero con muy buenos resultados”, resalta.

Jellyfish and Lobster

(Reino Unido, 2023)
Dirigida por: Yasmin Afifi
Duración: 20 minutos
Sinopsis: Grace (Flo Wilson), una paciente de cáncer, ingresa a una residencia para ancianos donde conoce a Mido (Sayed Badreya), un paciente con Alzheimer. Ambos establecen una relación especial cuando hacen un descubrimiento fantástico.

Puede verse gratis en YouTube en el canal de los Bafta.

De hecho, el cortometraje Jellyfish and Lobster, que ganó el llamado “Óscar británico”, lo realizó como uno de sus proyectos finales de la carrera. Si bien la historia trata sobre dos personas mayores que padecen enfermedades, su enfoque nos muestra que hay motivos para celebrar la vida. Por eso, en este caso, Aparicio utilizó colores cálidos.

“El color es más importante de lo que pensamos porque influye mucho en el ánimo del espectador, y la forma que va sintiendo y percibiendo la historia”, resalta nuestra egresada. He allí la importancia del trabajo del colorista.

"El color es más importante de lo que pensamos porque influye mucho en el ánimo del espectador, y la forma que va sintiendo y percibiendo la historia”.

Futuros proyectos

Vanessa ahora pone en práctica los conocimientos adquiridos en nuestra Universidad, su maestría y su trayectoria profesional como colorista en la sede de Ámsterdam del estudio creativo Glassworks. Allí se encarga de crear videoclips, comerciales, cortometrajes y otras obras audiovisuales. «Espero seguir involucrada en proyectos interesantes, colaborar con creativos a quienes admiro y, cada vez más, trabajar con colegas peruanos», comenta.

Después del vértigo de la experiencia en la premiación, nuestra egresada ha vuelto a su espacio de trabajo: un cuarto oscuro, con paredes pintadas de un gris neutro y luces blancas calibradas. De este modo, consigue ver los colores de la manera más fiel posible. “Es un trabajo muy técnico pero también creativo”, resalta. Un espacio similar al que conoció cuando estudiaba la PUCP y dedicarse a la colorización era un sueño. Ahora es una realidad certificada, incluso, con un Bafta.