La PUCP no ha propuesto eliminar el CPJ y promueve el diálogo con sus beneficiarios
El rector pro tempore solicitará al Consejo Universitario que encargue los estudios técnicos necesarios para encontrar soluciones sostenibles a las demandas de los pensionistas menos favorecidos por los beneficios del complemento de pensión de jubilación (CPJ).
La PUCP ha promovido en los últimos meses diversas reuniones entre los distintos miembros de su comunidad, incluidos los representantes de los beneficiarios del CPJ, con el fin de informar, debatir, pero sobre todo abrir el diálogo respecto a este tema. Las reuniones han desembocado en la propuesta del rector pro tempore de solicitar en la próxima reunión del Consejo Universitario la creación de una comisión de carácter técnico para que elabore, a la brevedad, un informe que vea de manera integral la problemática de la jubilación de los miembros de su comunidad. Este hecho fue comunicado a la Asamblea Universitaria por el rector pro tempore en su ultima sesión del viernes 15 de marzo.
En todo momento, nuestra Universidad ha enfatizado que no existe la intención de quitarle el beneficio del CPJ a quienes ya lo tienen, sino de hacerlo viable en el tiempo.
El CPJ es un beneficio que nuestra Universidad otorga a un grupo de trabajadores y jubilados que entraron a trabajar en la PUCP hasta 1993. Solo el 16% de nuestra actual planilla es potencial beneficiario de este régimen, mientras que el 84% restante no contará con este beneficio. Dos modificaciones realizadas por nuestro Consejo Universitario en el 2016 con el objetivo de hacerlo sostenible en el tiempo han suscitado reclamos de los beneficiarios del CPJ: la eliminación de la cédula viva y la supresión progresiva de las gratificaciones, beneficios que ninguna otra institución privada ofrece a sus jubilados en el Perú (ver los detalles en los acápites gráficos siguientes).
Hoy más que nunca nuestra comunidad universitaria viene trabajando por alcanzar este objetivo mediante los canales de diálogo existentes, con toda la información necesaria y con la transparencia que debe primar en nuestra Universidad.
Detalles del régimen CPJ
En 1988 la PUCP creó el Complemento de las Pensiones de Jubilación (CPJ) para contrarrestar los efectos de la grave crisis económica. Accedieron a este beneficio –otorgado, voluntario y gratuito– algunos trabajadores incorporados hasta 1993, previo cumplimiento de ciertos requisitos. El gráfico 1 muestra el contexto y la línea de tiempo del CPJ.
Mediante el CPJ, la Universidad cubre de por vida la diferencia entre el ingreso del «cepejotista» en el momento de su jubilación y el monto que recibe del sistema de pensiones, AFP u ONP (ver ejemplos en el gráfico 2.). Además, a diferencia de los otros jubilados de la PUCP, puede contratar un seguro médico familiar privado a las tarifas institucionales. El beneficio del CPJ es extensivo al cónyuge en caso de fallecimiento del trabajador (50% de la remuneración, de por vida).
Beneficiarios y sus demandas
Los beneficiarios del CPJ son actualmente 610 trabajadores (183 profesores y 427 no docentes), de los cuales 215 ya se han jubilado y reciben mes a mes la compensación. La PUCP dispone hoy de S/ 10 millones anuales para cubrir este compromiso con los 215 jubilados que ya cuentan con esta ayuda. Si se consideran los costos futuros, que se prevé llegarán hasta el año 2069, la reserva necesaria para el pago de los CPJ asciende a S/ 151,5 millones. Esto implica una fuerte carga financiera para la PUCP, además de generar inequidad frente a la amplia mayoría de docentes y no docentes que no pertenecen al régimen CPJ (84%).
El reclamo actual de los beneficiarios se origina en las modificaciones aprobadas el año 2016 que eliminan los incrementos automáticos (cédula viva) y suprimen gradualmente las dos gratificaciones anuales.
Al margen de esas variaciones, la PUCP mantiene íntegramente el monto del complemento pensionario a través de los doce aportes mensuales del CPJ. Es decir, la Universidad seguirá cubriendo mes a mes, con fondos institucionales, la diferencia que equipara sus sueldos a los que recibían al momento de su jubilación (gráfico 3).
La cédula viva y las gratificaciones, es decir, las liberalidades modificadas, son beneficios que ninguna otra institución privada ofrece a sus jubilados en el Perú.
El CPJ no solo genera un problema financiero a la Universidad, sino que afecta la posibilidad de mejorar condiciones para el 84% de los trabajadores que no tienen este beneficio (gráfico 4). No obstante, la Universidad ha decidido mantenerlo, sin dejar de velar por la viabilidad financiera de nuestra institución y tratando de generar una mayor equidad entre todos los trabajadores PUCP.
Deja un comentario